[NOTES] Hola a todos, aqui su amiga NovaViral con un capitulo mas de este fic. Sean bienvenidos y pues ahora retomamos el canon de esta historia. Espero puedan tener una agradable lectura y como siempre mas datos al final del capitulo [/NOTES] Los pasos constantes se escuchaban por la calle vacía, una respiración pesada provenía de la única persona que trotaba por la solitaria acera. Aún era por la madrugada y los pocos dinosaurios que se veían eran los que no tramaban nada bueno, esto era algo que el calvo no había contemplado en lo que el llamaría por primera vez “Entrenamiento Matutino”. La realidad era que solo había salido temprano a correr por la vergüenza de que vieran su patética condición física, no se equivocaba cuando sentía que incluso una pequeña sesión de caminata había sido demasiado. Ahora maldecía ser alguien adaptado especialmente en el fino arte de perder el tiempo en internet y nunca haberse ejercitado apropiadamente antes. Su respiración agitada y su cuerpo cansado habían sido el primer motivante para detener todo esto y regresar a casa a dormir, solo una pequeña fracción de sus pensamientos lo motivo a seguir adelante y no detenerse. No era porque su voluntad fuera grande, tampoco era porque pensara en los beneficios de la salud al empezar una rutina de entrenamiento. Nada de eso, era porque sentía las miradas de la gente más desagradable de Skin Row estaban encima suyo, podía ver todas esas personas que lo miraban sorprendidos. “La sorpresa que alguien se aventura a salir por esa zona peligrosa debe ser bastante grande” El humano pensó tratando de ignorar las miradas de desagrado, algunos otros analizaban si tenía algo de valor que pudieran robarle y volteando a otro lado cuando veían que traía ropa más gastada que la de ellos, otros solo mirando con diversión mientras tenían un cuchillo en las manos, ya que podían imaginarse el placer de tener a su merced a un Humano. En todo caso, esa era la motivación suficiente para no dejar de correr y detener su reciente tortura autoimpuesta. Aun así, esa sensación de estar siendo observado se había mantenido desde mucho antes, como si fuera vigilado los últimos días, aunque viviendo de ese lugar podría tomarse como algo normal en el mejor de los casos. Pero… ¿Por qué estaba corriendo tan temprano antes del horario de clases? Eso era una pregunta valida, incluso Anon se seguía preguntando lo mismo mientras sentía como perdía el aliento antes de llegar a las últimas cuadras de su apartamento. Sentía su vista fallar en cada paso, el sudor bajando de su cabeza calva, deslizándose sobre su cuello y espalda, su garganta necesitaba el vital líquido para seguir manteniéndose en pie, su respiración no era mejor que la de un perro jadeante. Solo fue hasta que vio el callejón que daba a su departamento que sus pasos se volvieron más lentos, él tuvo que detenerse en una pared cercana y se inclinó levemente para dar respiraciones pesadas, las gotas de sudor caían de su frente que andaba viendo al piso. Su mente andaba casi dormida por el estímulo de correr, por primera vez desde hace años que no se sentía de esa manera y no era nada agradable. Por unos momentos se arrepintió de no haber traído una toalla, ahora parecía que se estaba derritiendo por el pequeño charco de sudor que había bajado de su rostro. Viendo que su respiración se normalizo tomo camino hacia el callejón, se adentró en el edificio y subió rápidamente para abrir la puerta de su casa. Una vez dentro resistió el impulso de tirarse a su cama, la hora de entrar a la escuela se aproximaba y apenas le daría el suficiente tiempo para hacer algo básico además de ducharse. No pudo evitar soltar un gruñido cuando se empezó a quitar la ropa deportiva que había comprado ese fin de semana, no era tan cómoda como parecía, sentía la irritación en su piel por los materiales económicos, pero era lo mínimo que pudo conseguir en tiendas de segunda mano. Exhausto y con el cuerpo temblando de fatiga se tambaleó hasta el baño y abrió el grifo de la ducha, la sensación del agua caliente que caía sobre su cuerpo cansado fue reconfortante. Unos segundos le bastó para sentir como esos músculos que estaban ardiendo se calmaban un poco, su única preocupación era la de sentirse patético por la distancia recorrida, pero dejaría que esos pensamientos se los llevara el agua caliente. Solo fue cuando sintió los primeros rastros de agua fría tocar su espalda que volvió a la realidad, casi en el momento dio un salto cuando el líquido helado toco su piel desnuda. Tuvo que reprimir una maldición cuando recordó que el agua caliente en su edificio era escaza, usualmente se acaba muy rápido gracias a los infelices que se bañaban en la madrugada para ir a sus trabajos. —Rayos… será agua fría entonces —El humano dijo mientras terminaba de enjuagar su cabeza calva y comenzaba a tallar su cuerpo para quitarse de impurezas. Después de algunos minutos Anon salió del baño y busco en su guardarropa un conjunto de prendas para el día, no había que complicarse mucho cuando todo era una copia de su mismo atuendo de siempre. Después de vestirse se dirigió a su cocina para tomar los últimos trozos de pizza que estaban en la nevera, una mueca surgió en su rostro cuando sintió que no era la manera correcta de empezar su primer día de caminata. Esa mañana fuera su primer intento de hacer algo de ejercicio y siendo sincero eso fue un fracaso, así que el comer la comida chatarra no fue una recompensa placentera como lo usualmente lo seria. De alguna manera sabia que su esfuerzo iba directo a la basura, esos pensamientos duraron apenas unos segundos, antes que su estómago soltara un sonido realmente potente reclamando alimento. Sin prestar más atención tomo rumbo a la computadora y la encendió, usualmente no usaría la maquina si podía evitarlo, la cuenta de luz que llegaba era algo a tomar en cuenta. Solo hacía uso de ello cuando se dedicaba a jugar videojuegos, no era como si pasar horas en internet ayudara a ahorrar algo de energía de igual manera. Pero con su celular destruido tenía que usar otros medios para siquiera saber la hora. El perder su teléfono le había dolido mucho, no era un gran dispositivo, pero era la única manera en que podía mantenerse entretenido en aquella ratonera que llamaba departamento. En especial esos días libres después de la semana de escuela que eran dedicados especialmente para su pasatiempo favorito. Nada podía compararse la comodidad de estar acostado y hacer Shitpost hasta quedarse dormido, era totalmente distinto al estar sentado en una sola posición por horas solo para molestar a personas en internet, siempre con altas posibilidades de que doliera la espalda por su mala postura. Aunque en ese fin de semana fue diferente… casi no había pensado en la necesidad de hacer Shitpost en algún foro inocente o algo parecido, incluso resistió la necesidad intensa de entrar a ReXvideos por el pequeño incidente dentro de la casa de Naomi. No… ese fin de semana habían sido días largos donde había tenido mucho que pensar, sobre la Parasaurio, las decisiones, sobre su vida en general y como quería vivirla. No hace menos de una semana eso le hubiera importado poco, el solo preocuparse en cambiar hubiera sido algo impensable, menos aceptar que tenía interés en algo lejos de su propia persona. Y antes que esa misma semana acabara… había tenido a la presidenta del consejo llorando en su pecho y él dándole el apoyo que necesitaba. Ahora podía pensar que un pequeño cambio de actitud había surgido en él, para bien o para mal tenía que aceptarlo como un hecho. No podía negar que había ayudado a la rubia en su momento de debilidad, tampoco negaría que muchos de esos impulsos egoístas dentro de sí mismo aún estaban presentes. Y ese era el problema, no sabía cómo tratar con esto. Ambos pensamientos estaban chocando constantemente, una parte deseaba de no ir siquiera a la escuela, aún existía la posibilidad de encontrarse con los bastardos que los encerraron. Y la otra perforaba en sus reflexiones, con pensamientos que debía hacerse responsable de lo que había hecho, dejar de lado su fuerte impulso de escapar de los problemas y apoyar a la chica. “¿Pero que podía hacer al respecto?” Podía asegurar que muchas de los estudiantes dentro del instituto eran imbéciles, buscaban la mínima oportunidad para lastimar a otras personas. Su impulso le gritaba que no se metiera de ninguna manera en esos conflictos, pero después de su experiencia con la Parasaurio al menos quería estar listo si alguno de esos idiotas intentara algo contra ellos dos. “No puedo permitir que vuelvan a hacerle daño a Naomi…” Anon se quedó quieto ante ese pensamiento, no era la primera vez que lo tuvo después de dejar a la chica en su casa, pero era algo que no estaba acostumbrando para nada. La visión de la rubia destrozada y con esa mirada vacía lo estuvo rondando la primera noche, era tan extraña y turbulenta que no pudo evitar preguntarse quién fue el jodido imbécil que le causo tanto sufrimiento. También se preguntó cuándo fue el momento en que comenzó a preocuparse por alguien más, no era posible que el inadaptado Shitpostero del instituto ahora estuviera pensando en dar un ligero cambio a su forma de ver el mundo. Él siempre pensó que su vida, sus objetivos y su comodidad eran lo más importante, ahora estaba pensando en cosas a futuro. “Futuro…” Había pasado más días de lo que esperaba pensando en esa palabra, no era como si no lo contemplara antes, pero el hecho de que había pasado una situación por la que NO estaba preparado lo puso a cuestionarse de sus decisiones. Simplemente había asumido que después de terminar la escuela tendría que escoger entre el ejército y la universidad, él podía vivir con eso hasta que la realidad lo golpeara y se uniera a las fuerzas armadas… Sí, no habría más preocupación que esa en el futuro. El admitiría que no era lo suficientemente inteligente y constante como para verse así mismo en una universidad, el esfuerzo y dinero que requería tener para afrontar una temporada escolar era demasiado, cosa que no tenía y lo dejaba con la opción de enlistarse en el ejército. El problema es que también no tenía la condición necesaria, no quería pensar en el problema que tendría si no tuviera la fuerza para permanecer mínimo tres años en ese lugar y tuviera que abandonarlo. Era eso o tener un trabajo mal pagado de por vida, levantarse día tras día y entrar en un lugar que te consumiría el alma, convertirse en otro de los muertos vivientes que deambulaban por la cuidad, solo por el único motivo de trabajar para no quedar en las calles. Un pequeño dolor de cabeza lo abrumo por unos instantes, de nuevo sintió que todas esas nuevas cosas en su vida se estaban amontonando nuevamente. Demasiados para ser asimilados en este corto periodo de tiempo, todos ellos constantemente luchando con esos viejos pensamientos. “Un paso a la vez Anon…” Su mente se sintió sobre cargada por unos momentos, no tenía mucho sentido pensar en eso ahora. No cuando un verdadero cambio surgiendo en su vida y no quería excederse con cosas que pudieran hacer que se rindiera antes de tiempo. Su mirada se posó en la computadora que aún estaba encendida, estaba tan sumido en sus pensamientos que solo se encontraba en la pantalla principal. Por unos momentos se preguntó si le alcanzaba el tiempo para entrar a alguna página y hacer algo de Shitpost, pero esos pensamientos se terminaron cuando vio que ya era bastante más tarde de lo esperado. Tomando su chaqueta salió de su casa, es hora de ver que tanto los eventos de la semana anterior lo afectarían realmente. Poco mas tarde Los pasos apresurados del humano se escucharon por las últimas calles que daban al Instituto Volcano, aun podía sentir sus músculos adoloridos por el ejercicio de la mañana y se maldijo por no guardar un poco de dinero para tomar el autobús. La espesa niebla que siempre rodeaba el edificio se fue debilitando mientras más se acercaba, en pocos minutos ya había llegado a su destino. La visión de la escuela se manifestó, podía ver a todos esos estudiantes que se apresuraban para subir las escaleras y entrar en el edificio, algunos más solo conversaban en el exterior. Por unos momentos se sintió nuevamente como si fuera el primer día de clases, solo unos días pasaron, pero para el fueron como años. Trato de ignorar las miradas de siempre, había pasado un tiempo y aún continuaba llamando la atención por algunos segundos, lo suficiente para recordarles que había un humano en la escuela. En este momento no importaba, su mente estaba preguntándose sobre cierta rubia que para este momento ya debía haber llegado al instituto. Por unos momentos hubo una duda si ella asistiría a clases, la última vez que la vio parecía que ya estaba más tranquila con respecto a lo sucedido. Pero él mejor que nadie sabe que muchas veces una falsa seguridad siempre está presente, hasta que estas de nuevo frente aquello que te ha lastimando y esa misma seguridad se desvanece. Siempre hay un impulso de correr, unas ansias extremas ante el temor de que vuelva a ocurrir algo parecido, existía la posibilidad de que ella sintiera lo mismo al encontrarse de nuevo en la escuela. En cualquiera que fuera el caso esperaba que la rubia no tuviera esa clase de problemas, al menos de una manera tan intensa como para asustarla como hace días. No fue hasta que subió el gran tramo de escaleras que vio la silueta de Naomi sentada en uno de los bancos más retirados del lugar, a simple vista parecía normal, como si lo de la anterior semana no hubiera sucedido, solo una chica tomándose unos minutos antes de entrar al instituto. Al acercarse pudo notar ciertos detalles que pasaban desapercibidos para la mayoría, así que avanzo lentamente para mirar más a fondo a la presidenta. Su rostro mostraba indecisión, sus manos sostenían con fuerza un pequeño paquete envuelto en una bolsa de plástico y lo oprimían con fuerza, su mirada evitaba la entrada del sitio, como si se acobardara de siquiera mirar a la escuela. —Hola Naomi —Él dijo al acercarse lo suficiente a la Parasaurio, momentos después ella volteo sorprendida. —¡Anon! Oh… Lo siento, no te había visto, que gusto verte, ¿Cómo estás? —Ella dijo de manera nerviosa y acelerada, podía sentir como ella intentaba ocultar algo, pero no era difícil adivinar en esos momentos. Aunque sus ojos podían notar cierto brillo en el momento en que la presidenta hacia cruzado miradas con él, casi como si una luz hubiera llegado a su vida y se reflejara en los orbes esmeralda. Ese cambio repentino en sus ojos confundió por unos momentos a Anon, pero decidió ignorarlo y centrarse en el problema actual. —Bien, ya sabes… apresurándome para las clases, ya vamos un poco tarde —Él dijo esperando a la reacción de Naomi, el calvo omitió cualquier platica sobre los eventos de la semana anterior, no quería presionar a la presidenta en ese instante. Un silencio incomodo surgió entre ambos, ella simplemente se encogió en la banca donde había estado sentada, su mirada se dirigió al suelo y su cuerpo tembló ligeramente. El calvo tomo asiento junto a la chica, pacientemente espero a que ella estuviera segura de lo que iba a decir. —Yo…. P-pensé que sería más fácil hacer esto Anon, llegue mucho más temprano que cualquiera, estaba muy animada y dispuesta a empezar el día… Pero simplemente no pude entrar al instituto por más que lo intentara —La voz de Naomi tambaleaba un poco con cada palabra. Ella no pudo evitar cerrar los puños con fuerza, un impulso repentino ante sentir la ansiedad que le causaba entrar al lugar donde la habían lastimado tanto. Un gesto de simpatía surgió en el humano, solamente pudo asentir a las palabras que ella decía. —C-con cada paso que daba sentía como mi cuerpo me gritaba por detenerme, dar la vuelta e irme a mi casa… —La Parasaurio se tomó unos momentos para controlar su respiración que se estaba volviendo agitada. —Yo… podía sentir todas esas miradas sobre de mí, escuchar esos susurros… yo simplemente no puedo soportar eso… tengo algo de miedo que vuelva a ocurrir algo como la semana pasada —Un suspiro vino de la chica, el sentirse superada por mucho ante ese problema hacia que tuviera un gesto de angustia en su rostro. Anon no dijo nada, pero sabía a lo que se refería la Parasaurio, ya que no era ajeno a ese miedo paralizante. Muchas veces había sentido que sus piernas se detenían, sentir su mente nublarse ante la idea de enfrentar tus temores, de resistir esa necesidad de escapar… al final el miedo ganaba y traía consigo la peor consecuencia de escapar de tus problemas. El sentirse como un cobarde por saber que no tuviste el valor de enfrentarse a lo que te causaba miedo y terror. Eso le pasó en su antigua escuela, muchas veces lucho con la necesidad de faltar a clases para no afrontar la realidad, para no ver las caras de esas personas que estaban haciendo su vida un infierno. Por lo visto ella estaba teniendo un problema similar, el miedo y ansiedad estaban ganando terreno en el corazón de Naomi, en otras circunstancias ella ya estaría en la oficina de Spears cumpliendo su deber como presidenta. —Tranquila… sé que es difícil —Él dijo pensando en una solución ante esto, a este ritmo muy seguramente llegarían tarde a clases. —¿Tal vez podríamos esperar a que los demás entren?, Pero las clases están a punto de comenzar… no quiero tener un reporte por llegar después del horario establecido… —Ella hablo indecisa, pero sus palabras se detuvieron cuando sintió la mano de Anon tomando la suya. La chica lo miro con sus grandes ojos esmeraldas, el humano se ponía de pie e incitaba a que ella hiciera lo mismo. Pudo haberse resistido sin ningún problema, pero el roce de sus manos la agarro con la guardia baja y solamente pudo seguir la indicación de ponerse de pie. —Naomi, las miradas y los susurros no se detendrán… pero no son para siempre —El humano trato de explicar su punto, se tomó cada segundo para buscar la manera en que sonara lo más amigable posible. —Yo sé lo que es sentir que hablen a tus espaldas, todos mirándote como si fuera un bicho raro, un fenómeno y solo querer alejarse de ellos… es jodidamente aterrador —Anon se maldijo por unos momentos por sentir que esas palabras eran un poco rudas y poco adecuadas para la presidenta. —Pero lo que es más aterrador es dejar que ese miedo decida por nosotros, obligarnos a hacer cosas de las que nos arrepintamos más adelante y ocultarnos no servirá de nada… créeme lo sé —Al terminar su oración pudo ver que Naomi parecía sorprendía por decir menos, pero no tanto como él, ya que no esperaba que sus pequeño monologo pudieran causar ese impacto. No pudo evitar darse una palmadita en la espalda, al menos sus palabras no habían sonado como la peor clase de cliché posible. No le apetecía que el resto del día su mente girara en un recuerdo de él mismo diciendo “yo antes era como tú”, todo eso mientras sonaba una pésima imitación de una canción de ninjas tocada en una flauta. Casi se sentía culpable que esa frase la hubiera leído en un foro de “autoayuda” a base de fragmentos de caricaturas, se había quedado guardado en su mente por su situación del bullying. En ese tiempo solo pudo soltar un resoplido por lo absurdo, seguido de comentarios ofensivos y algo se Shitpost como respuesta con sus multicuentas para que cerraran el post. Pero eso no le restaba la verdad a la frase, hubiera sido más sencillo decirle a la Parasaurio que la apoyaría en todo momento. Pero él sabía que no podría encontrarse con ella siempre antes de las clases, incluso con sus horarios distintos les hacía casi imposible verse. Luego pensó en una solución más sencilla, al momento sintió sus instintos básicos protestar a la idea loca que estaba teniendo en esos momentos. Si la lucha interna sobre ayudar a las personas y evitar exponerse innecesariamente en los días anteriores era intensa, ahora eso había explotado en sus pensamientos de manera catastrófica. “No puedo creer que vaya a hacer esto… oh JesusRaptor en su cruz de piedra dame fuerzas” —No tienes que hacerlo sola en esta ocasión… Podemos entrar juntos—El humano hablo también bastante inseguro, no tenía idea del porque estaba haciendo eso en primer lugar. Naomi quedo confundida a lo que se estaba refiriendo Anon, no creería que el chico calvo la abandonara de ninguna manera. Pero la frase de “Podemos entrar juntos” la tenía bastante confundida, solo fue que hasta que sintió un tirón en su mano en dirección a la escuela que comprendió a lo que se estaba refiriendo el chico —¡E-espera Anon! ¡Al menos déjame acomodar mis cosas! —Ella casi grito mientras sentía como era arrastrada por el humano, tuvo algo de miedo que el paquete que tenía en sus manos en ese momento cayera al suelo. No le tomo más que unos momentos en acomodarse y ponerse justo al lado del chico, tal vez debió poner algo más de resistencia. Pero el sentir como el chico calvo la tomaba de la mano había borrado la mayoría de pensamientos pesimistas que tenía, incluso podía decir que le daba algo de valor estar de esa manera. Aunque ese valor se convirtió en timidez cuando se dio cuenta de que iba a entrar tomada de la mano de Anon a la vista de todo público, tampoco ayudaba que su corazón estaba latiendo con fuerza. Ambos caminaron hasta la entrada del instituto, sus miradas evitaron encontrarse por la vergüenza de estar haciendo eso en primer lugar. Al aproximarse pudo sentir como la chica oprimía suavemente su mano, aún tenía esa ansiedad por entrar al instituto, pero ahora era menor ya que estaba acompañada. Para su suerte la mayoría de los estudiantes los ignoraron, solo algunos cuantos los veían pasar y levantaban una ceja al respecto, rápidamente remplazada cuando se daban cuenta de lo tarde que era. Otros más ni siquiera reconocieron la existencia de ambos, solo pasando al lado de ellos como si fueran cualquier otra persona. La suerte les sonrió mientras pasaban por los pasillos semi vacíos, correr no era una opción en esos momentos, no cuando Anon aún estaba sufriendo internamente por el ejercicio matutino. De hecho, la sensación de estar caminando agarrados de la mano había dominado sus pensamientos, borrando la mayoría de preocupaciones como la ansiedad de la chica y la preocupación de ser vistos del calvo. —Sabes… esto es un poco gracioso —Ella dijo con un tono más calmado. —¿Por qué lo dices? —El humano hablo mientras trataba de adivinar a lo que se refería la presidenta. —Cuando llegaste aquí, fui yo quien te tuvo que tomar de la mano para entrar al instituto, no parecías querer entrar a la escuela en primer lugar… Ahora eres tu quien me está llevando para entrar a nuestra primera clase del día cuando tenía miedo de pasar por la entrada —Cuando termino de hablar una sonrisa más animada salió de su rostro. Anon por su parte hizo una mueca ante eso, ella tenía razón, en que en su primer día había sido más que peculiar. El ser arrastrado por Naomi en ese tiempo no había ayudado en lo más mínimo, más cuando buscaba pasar desapercibido y la misma presidenta estudiantil lo estaba guiando, sin contar que sus alarmas estaban sonando al máximo por tomar a una chica de la mano. Pero ahora él estaba haciendo lo mismo por ella, aun había algunas alarmas que sonaban en un nivel intermedio, pero el sentía que lo que hacía era mucho más importante que dejarse enloquecer. De alguna manera el hacer esto por la Parasaurio no le parecía tan malo, podía soportar hasta cierto punto, aun conociendo que esto podía malinterpretarse de maneras bastante específicas. Antes que alguien pudiera decir otra cosa, la vista de la entrada Clase de Lengua se hizo presente a lo dejaron de caminar. Al momento ellos se soltaron de las manos, la chica dio una tímida sonrisa de gratitud y parecía estar a punto de decir algunas palabras, pero fue interrumpida por un sonido repentino. Ring!!!!!!! El sonido de la campana se escuchó, sin perder más tiempo tanto el humano como la presidenta entraron al salón, casi al instante pudieron sentir las miradas de la clase viendo en su dirección. Los murmullos no pudieron escucharse gracias a que el profesor Tsuki puso orden, no hubo cuestionamientos por parte del falso asiático y fue un alivio para ambos. Antes que pudieran comenzar el profesor comenzó a leer una lista de personas pertenecientes al Club de L&L, un porcentaje minúsculo de la clase escucho su nombre e instrucciones de presentarse en la oficina de Spears al final de las clases. Todo referido a un asunto en la semana anterior, se escuchó los quejidos y protestas que fueron calladas al instante. El humano vio a Naomi que permanecía quieta en su asiento, pudo ver el esfuerzo que ella hacía para no mirar a los implicados, pero muchos de los alumnos lanzaban miradas de odio a la presidenta. El calvo solo pudo adivinar que fue por lo que la chica le había pedido ayuda en primer lugar, seguramente tomando ventaja de la rubia y sus ganas de ayudar a las personas. Pudo escuchar uno que otro murmullo de esos alumnos llamando “Maldita Nerd” y “Perra azucarada” a la Parasaurio… cosa que le hacía hervir la sangre. Él había visto de primera mano como esos imbéciles trataban a la chica, como abusaban de su confianza en las últimas semanas y aun así esas malditas basuras aún se atrevían a insultar a Naomi sabiendo lo que hicieron. “Esos hijos de perra…” El resto de la clase continuo sin incidentes, de manera lenta y aburrida el humano espero a que la hora de terminar llegara, lo que a su parecer fueron horas eternas se vio recompensado con el profesor dando por concluida su clase. La mayoría de estudiantes tomaron sus cosas y se marcharon hacia sus siguientes clases. Alguno que otro en el proceso miraba a Naomi como lo peor del mundo por el castigo que seguramente recibirán por parte del director, solamente siendo disuadidos de hacer algo por la presencia del Señor Tsuki. —Señorita Naomi espere un momento, ¿puedo tener una conversación con usted en privado?, no le quitare mucho tiempo —La voz del profesor se escuchó, por raro que parezca no tenía ese acento extremadamente fingido en su tono. La chica que ya había tomado sus cosas se detuvo en seco y volteo a mirar al profesor, un leve rastro de nerviosismo se manifestó en ella. Con algo de discreción la rubia volteo a ver al humano, casi como si esperara alguna palabra que le impidiera quedarse, en sus ojos tenía una mirada suplicante. Pero por el gesto del falso asiático daba a entender que era una plática estrictamente entre profesor y alumna, el humano simplemente comprendió el mensaje, tomo sus cosas y camino hacia la salida. Justo al pasar al lado de la chica pudo notar que ella intentaba decir algo, incluso él no tenía que adivinar qué es lo que necesitaba decir la chica. —Esperare afuera —Él dijo en voz baja al pasar junto a la Parasaurio, no se detuvo y no pudo ver la reacción de la chica. Al salir del aula pudo ver a los muchos alumnos que de nuevo caminaban a sus respectivas clases, dio unos pasos para alejarse lo suficiente de la entrada. No le apetecía escuchar lo que el profesor tuviera que decir, ya que muy probablemente fue por los alumnos que había nombrado. “Demonios… ¿A qué estás jugando Anon?” Él pensó al mismo tiempo que se recargaba en uno de los casilleros cercanos, pudo ver que algunos de los alumnos más cercanos volteaban a verlo, muy probablemente porque eso lo había dicho en voz alta, pero en ese punto no importaba. Realmente esa pregunta le estaba pegando demasiado duro, nunca había actuado así en la vida y menos de manera tan impulsiva. Una de sus manos froto su calva cabeza tratando de calmarse, no sabía porque había dicho esas palabras de manera tan simple al ver la mirada de Naomi. Ahora estaba esperando a que ella saliera de su plática con el muy seguro Otaku Cosplayer que se hacía pasar por maestro de lengua, Si… podía asegurar que era eso, se necesita un Otaku de closet para reconocer a otro. “¿Esperarla a que termine de hablar?” “¿Por qué dije eso solo con verla?” Ya había olvidado cuando hizo algo parecido por alguien, incluso si lo había hecho no podía decir que fue por voluntad propia. Y ahora estaba aquí, con riesgo de llegar tarde a una de las clases que ya había faltado el día que despertó en la casa de Naomi. “Acaso… ¿Solo lo dije porque estoy preocupado por ella?” Definitivamente algo está mal con él ese día, solo pensar en la idea de estar preocupado verdaderamente por alguien nunca se le había pasado por la cabeza. Incluso desconocía el significado de esa palabra estando con su “familia real”, la mayoría de los conocía en su vida eran idiotas que no se merecían que pensara de ellos de esa manera, podría incluirse en la lista de ser necesario, el no valía tanto para eso. “Esto no podría ser más confuso…” Un último pensamiento cruzo por su mente mientras escuchaba la puerta abrirse, de ella estaba saliendo la presidenta del consejo. Su mirada distante estaba lejos de ser una preocupación, pero la charla que tuvo con el profesor de lengua no había sido para nada placentera. —Emm… ¿todo bien? —Él dijo mientras veía como la chica parecía incomoda con la pregunta. —Sí, solo pregunto sobre un incidente que tuve con el Club de L&L… él es profesor encargado de supervisarlos, me temo que la mayoría de ese grupo está en problemas por mi culpa —Ella hablo con pesadez y soltó un suspiro ante lo que acababa de decir. —Eso suena como si intentaron culparte a ti del problema —La voz del humano hablo con poco tacto, pero esa era la verdad que existía en las escuelas cuando alguien intentaba defenderse. —Y-yo… sabría que habría problemas iniciando la semana, solo esperaba que al menos pasaran un par de clases antes de afrontarlos —Una respuesta indirecta por parte de la chica afirmo los pensamientos del chico calvo. —Lamento oír eso… —Anon hizo una mueca de inconformidad, no era fácil escuchar que ni siquiera iniciando el día y ya estaba escuchando en más problemas de la presidenta. “Es como si no le quisieran dar ningún descanso…” —Está bien… sé que no podemos escapar de nuestros problemas como me dijiste afuera, era mucho pedir que las dificultades se retrasaran por algún motivo… —Ella dijo de manera neutral, pero aquel comentario dejo en duda al humano si había dicho sus pensamientos en voz alta nuevamente —Quisiera agradecerte Anón —La Parasaurio dijo de manera repentina, ella levanto la vista un poco para verlo directamente a los ojos. La mirada del hombre se centró el rostro de la chica, a diferencia de los otros días donde la ha visto pasar tantas emociones al mismo tiempo, la mirada que le está dando ahora es diferente. Sus grandes ojos esmeralda muestran algo que no puede describir, claramente es algo parecido a la gratitud, pero eso va más allá, nadie nunca le ha dedicado una mirada así antes. —En este fin de semana pude pensar muchas cosas, sobre lo que he hecho aquí… porque lo hice principalmente y sobre qué hacer después de lo que paso… —Ella empezó a hablar, divagando sobre los hechos que había pasado la semana pasada. —Si no fuera por ti, ni siquiera estaría pisando el instituto este día, no sé cómo expresarlo… siento que no hubiera podido incluso regresar de nuevo a la escuela nunca más —Una sonrisa melancólica paso por su rostro mientras admitía una verdad profunda en su corazón. —¡Toma!… quería al menos compensarte por todo lo que has hecho por mí —Ella dijo entregando el paquete que tenía en sus manos desde que la vio en la mañana. El objeto que venía en una bolsa de plástico claro, durante su encuentro había evitado preguntar por el contenido, pensando que tal vez simplemente era algo que ella trajo para sí misma o por una clase en especial. —Y-yo te quería dar esto, es un almuerzo que traje para ti, no es mucho… pero al menos quería mostrarte mi gratitud, pensé que podríamos almorzar juntos, pero creo que debo solucionar unas cuantas cosas antes y puede que me tarde bastante ya que iré con Spears ahora— Su sonrisa triste se mantuvo, en los pensamientos de la chica estaba desilusionada que nuevamente no había podido juntarse con el chico. El humano había quedado concentrado tanto en las palabras de Naomi, nadie en su corto tiempo de vida le había dado las gracias por algo, mucho menos le había dado algo en agradecimiento. Las palabras de la presidenta lo habían impresionado tanto que no noto cuando que ella se acercó sutilmente en su dirección. En un impulso, ella se acercó y depositó un beso delicado en la mejilla de Anon, tan suave y delicado que cualquier otra persona pudiera decir que no se sintió algo en primer lugar. Pero para el chico pudo sentir como ese toque iba cargado de varios sentimientos que no podía explicar, pero en su mayoría podía sentir agradecimiento y tristeza. La sensación del tacto cálido en su mejilla se acabó cuando ella alejo su hocico, el humano estupefacto se quedó quiero mientras veía a la Parasaurio visiblemente sonrojada y avergonzada por esto último. La mente del calvo estaba teniendo tantos pensamientos que no había podido decir palabra ante esto, para este punto las alarmas estaban en su cabeza sonando tan fuerte que apenas podía procesar lo que había ocurrido. —Eres buena persona Anón, has sido una luz en estos días oscuros… Gracias por estar ahí cuando nadie más lo estaba —Ella hablo distanciándose un poco del humano paralizado, sin nada más que decir ella se dio la vuelta y se tomó rumbo a la oficina del director. Antes de que pudiera procesar completamente lo que acababa de suceder, Naomi se alejó con pasos lentos. Anon se quedó allí, parado como un idiota y confundido por la complejidad de los sentimientos que acababa de experimentar, un impulso interno le gritaba que debía decir algo antes que dejar que la Parasaurio se alejara del lugar. —¿Y si almorzamos mañana juntos? —El humano dijo en voz alta antes que la chica se alejara lo suficiente. La chica volteo sorprendida, aun con ese leve sonrojo que tuvo hasta hace unos momentos, la mirada de melancolía que tenía hasta hace unos momentos se transformó en una de leve felicidad. Una pequeña sonrisa salió de ella cambiando levemente ese semblante que llevaba consigo. —Claro… que sea mañana entonces —Ella hablo con un tono feliz antes de darse la vuelta y retirarse del lugar. El humano no pudo evitar ver como la larga cola de Naomi se agitaba de manera errática en cada paso que la alejaba del sitio, solo fue hasta que ella dio la vuelta por el pasillo que el hombre pudo soltar un suspiro de agotamiento. “¿Qué rayos acaba de pasar?” El humano se dijo mientras su rostro también se ponía rojo de golpe, tuvo que poner sus manos en su rostro en el momento que sintió la subida de calor. Por unos instantes sintió incluso como sus piernas se debilitaban y tuvo que apoyarse en un casillero cercano para evitar caer al suelo. Ring!!!!!!! El sonido del inicio de las siguientes clases se escuchó y cortando los pensamientos del calvo, sabiendo que no había tiempo para pensar en los actos de la presidenta tomo sus cosas y empezó a correr por los pasillos. Su clase no estaba muy lejos, tal vez no sería reprendido si inventaba alguna excusa más o menos creíble, con suerte sus pensamientos se calmarían con un día de aburrido aprendizaje. Con Naomi Cuando Naomi caminaba por los pasillos hacia la oficina del director solo podía pensar en lo mal que había iniciado su día, si no fuera por Anon dudaba que hubiera podido entrar a la escuela. Un nudo se formó en su garganta cuando sintió lo ridículo que era pensar en eso, ella había hecho esto cada día incluso antes de ser presidenta. Podría sonar extraño… pero sabía que algo andaba mal con ella, al menos a lo que se refería como la Naomi de siempre. Casi era como si se encontrara en un cuerpo diferente al suyo, incluso yendo más allá para afirmar que encerrada en una mente que ahora no comprendía. Había intentado entrar al instituto con una sonrisa, igual que todos los días usar esa mascara de falsa seguridad, al menos para darse ánimos de afrontar las clases. Pero esa falsa confianza se destruyó con cada paso que daba, el subir cada escalón era como si el peso del mundo se incrementara sobre sus hombros. Eso sin añadir las miradas y voces de los demás estudiantes que parecían abrumarla a cada momento, era como si todos dejaran las cosas que estaban haciendo solo para verla y juzgarla. Ella podía afirmar que siempre busco la atención de todos, le encantaba ser el centro del mundo perfecto junto a Naser. Estar encerrada en esa fantasía la había hecho olvidar que la atención viene de ambos lados, tanto bueno como lo malo, ahora tenía que hacer frente al peor tipo de atención que sintió en su vida. Pudo soportarlo un tiempo desde su ruptura, pero algo se había roto dentro de sí misma, ahora no podía avanzar sin sentir que sus piernas temblaban al sentir esa atención negativa. Ya no era la chica perfecta, ese símbolo de confianza y felicidad, aquella presidenta que se sentía superior e invencible. Tampoco era como si hubiera vuelto a ser la tímida y retraída nerd que era antes, lo había pensado en ese largo fin de semana y solo había llegado a una conclusión. Se sentía como si estuviera dentro de un cascaron de una persona que se había roto. Podrían decir que estaba exagerando, pero el quedarse sin su visión de vida perfecta, sin sus metas, la persona que más amaba y descubrir que no era querida en a pesar de sus esfuerzos le había pegado muy fuerte. El tener que ir a ver a Spears no ayudo en nada, menos cuando el mismo profesor de Lengua le menciono que el director quería hablar con ella. No era raro que en cada inicio de semana ella siempre estuviera presente en su oficina para comprobar los asuntos pendientes, verificar documentos y resolver los asuntos del consejo estudiantil. Ahora no se sentía capaz de hacer ninguna de esas actividades, más si incluía acercarse a otras personas para elaborar esos trabajos y eso no era algo que se hubiera permitido como la presidenta que era antes. Si tuviera la confianza anterior podría incluso mover cosas para que estuvieran a su favor, incluso si usaba métodos más “cuestionables” para eso, ya le había funcionado antes. Naomi sacudió la cabeza cuando recordaba esos momentos de su vida, el actuar de esa manera era una de las cosas que la metió en problemas en primer lugar. Más cuando sabía que los estudiantes y compañeros la odiaban por esa actitud sínica y creída que ella tenía con anterioridad “Desearía… desearía que Anon estuviera aquí en este momento” Ella pensó mientras veía la puerta de la oficina aproximándose, realmente ese deseo estaba ferviente en su corazón. De alguna manera ella se sentía segura con solo verlo, incluso le había dado el valor de entrar a la escuela el día de hoy. Realmente necesitaba a alguien que le diera las fuerzas por lo que estaba a punto de hacer, una decisión que estuvo pensando por todo el fin de semana. Y cuando pensaba en alguien que la pudiera acompañar, la imagen de Anon sosteniendo su mano llegaba a sus pensamientos de forma inmediata. Luego no pudo evitar detenerse y sentir como su rostro se acaloraba al recordar lo último que hizo cuando se despidió del humano. El darle un beso en la mejilla había sido un impulso que no pudo detener, era como si su cuerpo se hubiera movido por sí solo. En cada paso que se alejó de Anon la chica se gritaba internamente “¿Por qué hice eso?”, nunca estuvo en sus planes mostrarle su aprecio de esa forma. Solo podía sentir su corazón golpear en su pecho, tuvo un miedo comprensible de que el humano escuchara cada latido que provenía de ella. Pero antes que pudiera desaparecer de su vista, el chico hablo y dijo “¿Y si almorzamos mañana juntos?”. Eso fue suficiente como para que ella cambiara por un momento su actitud, que una sonrisa verdadera saliera de su rostro, incluso hizo que sus latidos aumentaran aún más. Había sido una alegría que suavizo el trayecto hacia la oficina de Spears, pero a pesar de ello esa felicidad duro poco con cada paso que daba hacia su destino. Por ahora tendría que guardar esos sentimientos que tenía dentro de sí misma, pensaría luego en Anon, ahora tenía asuntos que completar y resolver. Pero para ella una irremediable solución tenía que ser tomada ahora, una solución que debió ser tomada hace mucho tiempo. Naomi tomo un respiro y toco la puerta de la oficina, pasaron algunos segundos antes de escuchar un fuerte, estridente y ruidoso “ADELANTE” por parte del director. Sin más tiempo que perder abrió la puerta y entro al lugar. En el sitio el director estaba sentado en su escritorio, el gran hombre estaba organizando varios documentos y apenas había puesto atención a la rubia que entro silenciosamente al lugar. La chica se quedó de pie esperando alguna palabra del Neandertal, pero este solo seguía garabateando en las hojas de su escritorio. —Siéntate Naomi, casi termino con esta documentación, luego podemos ponernos al día con los asuntos pendientes —Spears dijo mientras firmaba un documento de importancia de la escuela. Los segundos pasaron mientras la chica veía al director terminar los documentos, para ella la espera era larga y cada segundo era demasiado estresante. Ella quería terminar de una vez por todas con el asunto que vino a hacer aquí, así que sin esperar más tiempo busco en su mochila un documento que ya tenía previsto para esto. —Bien, he terminado, ahora con los asuntos correspondientes… —El director comenzó a hablar, solo para ser interrumpido por la chica que no lo dejo continuar con lo que tenía previsto. —Quiero dejar mi puesto como presidenta —La Parasaurio dijo mientras ponía una hoja que contenía su renuncia por escrito. El silencio en la habitación no se hizo esperar, el gran hombre no hizo ningún movimiento, incluso su rostro se mantuvo inmóvil. Sus ojos estaban ocultos por las gafas y no la chica no pudo ver si hubo sorpresa en ellos, pero aún se podía notar como una de sus cejas se levantó ante las palabras de la chica. —¿Hay un motivo en especial por esto Naomi? —El solo atino a preguntar mientras juntaba sus manos, analizando cada aspecto de la chica. —Yo… preferiría no decirlo, solo me di cuenta de que no soy apta para el cargo —Ella dijo mientras bajaba la mirada, no podía soportar como el director la estaba analizando. Spears dio un suspiro y vio la hoja que le había entregado la chica, se tomó su tiempo para leer el contenido, todo en perfecto orden, como se esperaba de la presidenta. Y eso era un problema, él sabía que el estar en ese puesto era de las cosas más importantes de Naomi, así que no estaba dispuesto a aceptarlo fácilmente. —¡No! —Él dijo con firmeza mientras devolvía la hoja a la mesa y se reajustaba sus gafas. —¿Qué? —La rubia dijo sorprendida, no se esperaba esa respuesta del director que ahora la miraba de manera más grave. —Usualmente no tendría problemas con aceptar una solicitud así, es la decisión de cada alumno si no quiere estar en un cargo, pero las circunstancias me obligan a preguntar ¿Por qué? —El pelinegro bajo la mano y comenzó a buscar en la gaveta de su escritorio. —Naomi, siempre has hecho un buen trabajo, eres una de las mejores presidentas que ha tenido esta escuela, sin nombrar las aportaciones que has hecho… No puedo simplemente creer que a pocos meses de terminar el semestre quieras abandonar tu puesto —El hombre saco un archivo del escritorio, era bastante voluminoso. La presidenta reconoció de inmediato esa pila de documentos, cada uno de ellos fue un evento o un reporte que había sido supervisado por ella. Una de las muestras de su esfuerzo en la escuela, debidamente guardados para ser pasados al archivo escolar y ponerlos en su historial estudiantil. —Podría pasarme horas leyendo este archivo, recordando cada uno de los eventos grandes y pequeños, cada labor que has hecho junto al consejo, cada acto individual e incluso las pequeñas acciones no registradas día a día… —Spears puso el archivo enfrente de la chica, ella solo podía verlo con angustia al escuchar esas palabras. —Así que dime Naomi, ¿Por qué la más diligente de las personas que ha ocupado ese cargo quiere marcharse ahora? —Él dijo mientras se mantenía en esa postura inamovible. Ningún ruido vino de la Parasaurio, su mirada evito en todo momento al director que continuaba esperando una respuesta. Internamente ella gritaba que no la torturara más, ella había hecho su decisión, no podía soportar que eso se prolongara aún más. —Bien, si puedes decirme una razón válida aceptare sin poner más objeciones —El director dijo de manera grave mientras veía como la chica tenía un gesto conflictivo en su rostro, como si se esforzara para no sacar lo que tanto le afectaba. —Ya veo… si no puedes hacerlo entonces retírate y toma un descanso, te necesito para continuar con todo el asunto pendiente de las próximas semanas —El hombre indico la orden, lo que no esperaba era la siguiente acción de la adolescente. —¡TODO FUE UNA FARSA! —Ella dijo con enfado mientras sostenía en sus manos el documento de su registro como presidenta. —¡Yo nunca hice algo bueno porque quería ayudar a las personas! —Los ojos de la chica se cerraron por la ira interna que sentía hacia ella misma. —Lo hice porque quería ser reconocida, impresionar a los demás y ser alguien a quien todos me admiren… para que estuviera a la altura y expectativas de la persona que más amaba en ese momento — En ese instante ella ya no podía retener las lágrimas que salían de su rostro, la rubia estaba enfadada y se podía escuchar con cada palabra que decía, las imágenes de Naser pasando por su mente era inevitables. —Y no me importo manipular muchas cosas para que salieran como yo quería, no pensé en los sentimientos de las personas que estaban a mi alrededor… solo quería que todo fuera perfecto para que mis planes no se arruinaran, incluso si eso estaba alejando a las personas y ganando su odio —En ese punto ella volteo a ver al director con un gento de angustia, ella no podía detenerse en lo que estaba diciendo. —Y-yo pensé que si hacía que todo fuera perfecto todos estarían contentos… incluso si no hacia las cosas de manera correcta me ganaría su respeto y admiración, pensé que eso resolvería todos los problemas que pudieran salir y al final solo todo empeoro —Ella dijo mientras ambas manos cubrían su rostro ahora, sentía la vergüenza de sus acciones caer como nunca antes y solo quería que se acabara. En la habitación algunos sollozos de la presidenta se escuchaban, era el único sonido proveniente de ese lugar. El semblante de Spears no cambio ni un momento, él solo la miro pensativo, analizando estas palabras con la información que tenía consigo. No era un secreto para nadie la actitud de su estudiante se debía principalmente para mantenerse en la parte superior de la cadena alimenticia de la escuela. El mismo había notado el cambio de la chica que se postuló para presidenta y lo que se convirtió al final, él no tenía derecho en meterse en la vida privada de nadie, pero incluso él sabía que fue para impresionar al joven Naser. —Naomi… Ser perfecto no te garantiza nada y no te va a resolver todos los problemas —Él dijo mientras se ponía de pie y caminaba a la presidenta, se detuvo al lado suyo mientras saco su pañuelo personal y se lo ofrecía a la chica. Ella tomo el pañuelo y bajo la mirada, asintió ante las palabras del director, no era algo que le gustaba admitir, pero cuando tus errores te han golpeado tan fuerte ya no puedes negarlos. Su miraba decaída mostraba que la chica estaba bastante deprimida por la situación. —Lo sé y lamento haberme dado cuenta hasta que fue muy tarde... yo eche todo a perder, soy una pésima presidenta, solo quería la aceptación de todos por un motivo egoísta —La voz de la chica no era la mejor de todas, apenas entendible por los sollozos y el fluido nasal procedente del llanto. Ella espero las palabras del director, él hombre estaba imperturbable, su mirada fría como el hielo la hacía pensar en que el cavernícola estaba contemplando tomar la solicitud seriamente. La Parasaurio esperaba que simplemente el aceptara, luego de ello tal vez podría poner a alguien más en el cargo… alguien mejor que ella. —¿Recuerdas lo que te dije cuando ganaste el puesto de presidenta? —El gran hombre dijo con voz firme y vio nuevamente a la chica asentir. —Te dije que no te subestimaras a ti misma, si lo intentabas podías ser lo suficientemente buena —La gran mano del hombre se puso en la espalda de la estudiante. —No soy ciego Naomi, se por qué hiciste todo esto, vi tu cambio y como te esmeraste porque creíste que eso te ayudaría a estar a la altura que requería el puesto de presidenta —Él puso una mano en su hombro, esa acción apenas fue notada por la chica —También se por quién lo estabas haciendo, no es algo que se pueda ocultar para quien te vemos desde tus inicios —El hombre hablo indirectamente de la estrella deportiva, a lo que la rubia volteo a ver a otro lado en vergüenza. —Y también supe desde un principio como las cosas te estaba afectando cuando tu relación con el Joven Naser se acabó—Esto hizo que la chica abriera los ojos sorprendida. —Nada pasa en esta escuela sin que me enteré de ello, también supe de los rumores y los problemas en general, más los que involucraban a tu persona Naomi —La chica volteo a verlo, su sorpresa se hizo más grande cuando vio algo que no había visto en el rostro del director desde que lo conocía… una mirada de arrepentimiento. —Pensé que lo estabas tomando a tu debido ritmo, me sorprendió que eso no bajara tu rendimiento y supuse que lo podías manejar… claramente no era así, nunca imagine que esto escalara a esta magnitud —El apretó levemente el hombro de la rubia. —Luego después de la última situación tuve que investigar más al respecto…. Solo para enterarme que se han estado aprovechando de la buena voluntad de nuestra presidenta, desde los alumnos hasta el mismo consejo estudiantil en cada ocasión que podían —La voz del director se volvió más fría y seria. —Incluso al grado llegar a atentar contra su integridad física —Con esas palabras la chica lo miro con un gesto de miedo, podía verse como había perdido un poco de color al saber que el director ya estaba enterado al respecto. Ella llevo sus manos a su pecho cuando sintió nuevamente ese temor, su corazón se palpito de miedo cuando recordó las palabras de la chica del club de atletismo. Ella vio que el director no estaba mirándola fijamente, pero ella desearía que fuera así para que viera su mirada aterrorizada. —Puedo imaginarme los motivos por los cuales me pediste que dejara de lado el asunto y cuanto no quieres hablar de ello… pero como tu director no puedo dejar eso pasar —Él dijo mientras daba otro apretón en su hombro de la chica. El bajo la mirada y pudo ver como ella estaba negando con su cabeza, parecía haberse encogido sobre si misma buscando protección. Con calma él se inclinó para estar a la altura de la presidenta que se había sumergido en su propio mundo, diciéndose palabras incomprensibles así misma. —Como director no puedo dejar que hagan algo así en mi escuela, es algo que haría por cualquiera de mis alumnos, pero sobre todo por las buenas personas que no merecen estos tratos… como tú Naomi —El hablo mientras veía como la chica tenia lágrimas en los ojos y negaba con la cabeza. —Y-yo no soy buena persona director Spears… solo quería ser reconocida, solo quería que me vieran como la mejor presidenta —Ella trato de hablar mientras los gimoteos escapaban de su boca. El cavernícola miro en silencio a la chica, ella estaba en un estado de negación bastante grande, él sabía que ella no respondería a la mayoría de argumentos que podía darle. Pero la mejor manera de llegar a alguien era simplemente hablarle con la verdad, tal vez con ello pueda hacerle abrir los ojos. —Si bien tus intenciones no fueron las mejores desde un principio, me parece que no estas mirando el panorama completo —Spears comenzó a hablar, su voz usualmente fuerte se mantuvo firme, pero también tenía un tono de compasión. —Todos cometemos errores y tenemos dudas sobre nuestro desempeño, pero eso no invalida el bien que has hecho… has ayudado a muchos estudiantes que necesitaban apoyo, organizaste eventos para recaudar fondos para causas importantes, ayudaste a organizar tutorías para los estudiantes que tenían dificultades académicas, incluso te preocupas e intentas buscar que todos tengan un trato igual a lo que consideras justo —El cavernícola empezó a enumerar cada una de las cualidades positivas de la chica como presidenta. —Dices que esto lo hacías por ser reconocida y por motivos egoístas, pero te tomas el tiempo de tu vida para resolver los problemas de los que te piden ayuda, decidiste continuar con la frente en alto aun sabiendo que solo estaban jugando una broma o buscaban solamente meterse contigo —Esas palabras hicieron que la rubia levantara un poco la mirada, lo suficiente como para ver de reojo al pelinegro. —Puedo ver a una buena persona y su verdadero valor como presidenta… el cual proviene de querer hacer bien las cosas, porque incluso cuando no te tomen enserio o simplemente intentaron pasarte por encima, siempre buscaste estar ahí para hacer lo correcto y ayudar a los demás —El hombre grande dio una suave sonrisa a la chica cuando sus miradas se encontraron. —Y puedo confirmarlo cuando ella viene aquí a mi oficina con la intención de dejar su puesto, admitiendo que no ha tenido las mejores intenciones y se arrepiente por ello, cualquier otra persona le hubiera importado poco y solo continuaría de la peor forma… No somos perfectos Naomi… nadie lo es, todos cometemos errores, pero lo importante es sobreponerse a ellos y ser mejores personas —El hombre sonrió al ver que ella parecía comprender de lo que estaba hablando El llanto de la chica no era grande ni escandaloso, pero el director pudo jurar que duro mucho tiempo de lo esperado, pero no importaba, mientras un alumno necesitara su ayuda él se tomaría el tiempo necesario para resolver ese problema. El hombre espero a que ella se tomara su tiempo, solo fue hasta que la vio en mejores condiciones que continuo con la pregunta verdadera para la chica. —Naomi… ¿De verdad quieres dejar el puesto? —El Neandertal pregunto, pero él conocía la respuesta, pero necesitaba escucharla de la chica de primera mano. —N-no… —Ella dijo mientras negaba con la cabeza fuertemente. Spears asintió ante eso, ella no quería dejar su puesto, era su vida, por lo que se había esforzado tanto. Era impensable desde un principio que ella quisiera dejarlo sin un motivo lo suficientemente grande como para hacerla actuar de esa manera. —Como director siempre me mantengo al margen, no quiero que piensen que doy favoritismos a algún estudiante… pero quiero que sepas esto no te volverá a suceder, hare lo posible para solucionar estos problemas que se han presentado, así podrás seguir como presidenta hasta que acabe el semestre —El hombre aseguro antes de levantarse y dirigirse a su silla, no mentiría si asegurara que era agotador siempre tratar con un tema delicado en la vida de un estudiante. Los minutos siguieron pasando, poco a poco la chica parecía estar recuperándose por la situación que habían tenido, ella aún se veía bastante conmocionada. Pero al menos parecía que ya no seguiría insistiendo con su idea de dimitir como presidenta del consejo estudiantil. —L-lo siento director… yo no quería hacer una escena aquí en su oficina —La Parasaurio hablo mientras limpiaba sus gafas por las lágrimas que había soltado en esos momentos. —No te disculpes Naomi, aunque quisiera saber si en este estado puedes seguir asistiendo a tus lecciones —La pregunta del hombre sorprendió a la chica, pero ella negó con la cabeza indicando que no se sentía adecuada para seguir ahí el resto del día. —Bien, quiero que te tomes el resto del día libre… yo informare a tus profesores que no te presentaras a sus clases, pero mañana te quiero aquí presente para informarte de los cambios que he pensado para tu puesto como presidenta —El director hablo de manera seria y retomando su actitud como el encargado del instituto. Por su parte la chica no sabía que pensar, realmente necesitaba un descanso, el día había sido un despliegue de emociones para ella, pero el escenario que ella pensó que sucedería nunca ocurrió. Su idea de abandonar su puesto como presidenta, había fracasado en su labor… ella le dolía el corazón el pensar que tuviera que abandonar algo que en realidad amaba hacer, dejar ir una de las pocas cosas que realmente sabia para lo que era buena. —¿Puedo retirarme entonces? —Ella pregunto un poco insegura, pero la respuesta afirmativa de Spears la hizo tranquilizarse. Ella no dijo más antes de levantarse y tomar sus cosas, en sus manos aún tenía el pañuelo del director y luego miro con algo de vergüenza el estado en que lo había dejado. Ya eran dos veces que ella arruinaba una prenda de alguien que la quería ayudar, pero por algún motivo ninguna de esas personas parecía molesta por ello. Momentos después ella se disculpó con el Neandertal, el cual le aseguro que no había problema. Ella le entrego el objeto y Spears rápidamente lo arrojo al cesto de basura sin importarle que la chica estuviera enfrente de él. No queriendo quitarle más tiempo al director se dio la vuelta y tomo la perilla de la puerta pero la llamada del gran hombre la detuvo. —Naomi, no quiero que olvides que el enorme esfuerzo que has hecho como presidenta, como director estoy muy orgulloso de ti… realmente has hecho un buen trabajo y quiero que continúes haciéndolo —Spears dijo dándole una sonrisa compresiva a la chica. La frase extrañamente familiar golpeo en un punto delicado a la chica, el vago recuerdo de Anon mencionando esas palabras llego a sus pensamientos. Por unos momentos ese sentimiento de alivio y tranquilidad inundo su cuerpo, realmente había más personas que reconocían su esfuerzo a pesar de todo. —Gracias director… —Ella no dijo nada más, después salió de la oficina y para su suerte no había rastro de algún alumno en los pasillos, así que aprovecho para salir del lugar rápidamente. El día apenas había comenzado, fue agotador en todo sentido, pero sin duda un cambio se presentó en su vida. Ya no hay vuelta atrás, de ahora en adelante tenía que pensar en qué tipo de persona debía comenzar a transformarse. Dudaba que su antigua actitud cambiara de la noche a la mañana, pero podía intentar hacer un esfuerzo por hacer las cosas mejor en esta ocasión. Aun tenia algunas personas que estaban dándole ánimos para seguir adelante, por ahora eso le bastaba para pensar que el día siguiente realmente valía la pena vivirlo, ya sea con las cosas buenas y malas que pasaban en su vida. "Claro que vale la pena, no puedo esperar a mañana" Ella pensó mas entusiasmada, aun había muchas cosas que hacer y no dudaría mas en su puesto como Presidenta del consejo, eso sin contar que tenia un almuerzo pendiente con un humano que hacia latir su corazón de maneras que no comprendía. El día brillante en el exterior ahora empezaba a estar en sincronía con la Parasaurio, pero sobre todo con la esperanza de que las cosas de verdad iban a mejorar. [NOTES] Hola chicos y chicas :3 Que gusto tenerlos por aqui, les agradezco su tiempo que han dedicado a esta historia y quiero decirles que los amo por todos esos hermosos comentarios. Cualquier opinion sera bien recibida, me gusta leer todas sus opiniones y siempre me tomo el tiempo de responder :D Bueno ahora si comenzamos con algunos datos. 1.- Una disculpa como siempre, ya saben, mucho trabajo y mas ahora con las ventas de oferta de fin de año, me cambiaron los horarios y pues me toma mas tiempo hacer esto. Pero ya veremos como nos va y mas en temporadas navideñas 2.-Este es el inicio del nuevo "arco", asi que realmente quiero ver como se desarrolla esto tanto como ustedes. 3.-Romance... si, no se como pero tendrá su fuente principal aquíen el arco. 4.-Espero empezar a desarrollar mas esta relacion (al estilo del duenve verde claro.... jajaja NAH.... tal vez) Como siempre estoy dispuesta a sugerencia y los quiero por el amor que le han dado a este fic. Se despide su amiga NovaViral :3 Casi lo olvido!!!! publique un pequeño fic extra totalmente independiente de esta historia, algo que me dio un bloqueo y tenia que publicar si queria seguir con esto, se llama "Entre el cruce de realidades". Eso es todo Bye