Thump THUMP THUMP ¡THUMP! Los sonidos de los golpes en la puerta se hicieron constantes y ruidosos, el humano había insistido por más minutos de los que podía recordar. Aun así no hubo respuesta al otro lado de la biblioteca, simplemente parecía que todos se habían ido y los dejaron encerrados. —Esos hijos de puta… —Anon dijo enojado y dio una última patada a la puerta, pero esta no se movió ni un centímetro. Al momento pudo sentir como la punta de los dedos de los pies empezaban a llenarse de dolor, con un movimiento levanto el pie y empezó dar saltos chistosos a causa de su estúpido intento por salir. Por unos instantes se abstuvo de soltar maldiciones en voz alta, ya que no era el momento adecuado para eso. El dio la vuelta en la pequeña habitación y comenzó a buscar su celular en su bolsillo, estaba seguro que incluso en ese lugar olvidado por dios, aún podría haber señal para hacer alguna llamada. Cuando encontró el teléfono lo activo de inmediato, tenía la esperanza de llamar a alguien que pudiera ayudarlos, incluso llamar a Reed o Naser para que los sacaran de ahí. Para su mala suerte el dispositivo había sufrido daños en su caída, ahora la pantalla estaba rota en diferentes lugares. El celular había sufrido tal daño que parecía ser irrecuperable, no respondía a cualquier intento de desbloquear la pantalla de protección y en su desesperación en uno de esos intentos la pantalla comenzó ponerse completamente en blanco. “Ahí va toda mi colección de imágenes de waifus y los enlaces a páginas porno” El chico dio un suspiro de frustración mientras mantenía activa la pantalla, la poca luz que podía proporcionar era suficiente para ver los alrededores. Su mirada casi al instante se posó en la Parasaurio, ella estaba en la esquina más alejada del sitio, aún estaba abrazándose a sí misma. —Naomi… ¿Quién te hizo esto? —Anon pregunto mientras caminaba hacia la chica. A pesar de su pregunta, la rubia no dio respuesta alguna, su posición poco había cambiado y solo se limitó a ocultar su rostro entre sus brazos. La poca luz que daba el dispositivo mostraba que estaba temblando levemente, su cuerpo tenía algunos leves espasmos cada vez que intentaba ocultar algún sollozo. “¿Qué debía hacer en una situación así?” Anon trato de centrar su mente en buscar una salida, si bien intentar derribar la puerta había sido una pésima idea, aun debería haber más opciones que sentarse a esperar que alguien se diera cuenta de que estaban encerrados. El lugar era completamente aislado del resto de la escuela, sin ventanas, sin ducto de ventilación, nada en particular que diera otras opciones. “¿Acaso la única opción era sentarse y esperar junto a Naomi?” Por unos instantes vio a la presidenta y sintió una oleada de frustración, la única razón por la cual se encontraba encerrado en la habitación era por Naomi. Si no fuera por ella… jamás hubiera tenido que pasar por alguna situación similar a la de su antigua escuela, era como si la vida misma le jugara esa cruel broma en su cara una vez más. “Oh dios como detesto estar en algo así nuevamente” Con pasos cansados se recargo en la puerta y tomo profundas respiraciones tratando de calmarse. Ese día estaba pasando con relativa normalidad, pero ahora se fue a la mierda por estos problemas, no era posible que todo se fuera al carajo por una simple decisión. La verdad es que el humano se encontraba realmente enojado, le molestaba a niveles realmente nuevos todo esto. Después de tener que abandonar su antigua escuela por el acoso y humillación, otra mierda parecida volvía a suceder. Aunque en esta ocasión no era por ser un otaku de closet, ni menos por que hubieran descubierto sus más oscuros secretos. Era simplemente por conocer a esta chica, el solo interactuar con ella parecía ser el motivante suficiente para que nuevamente los matones de la escuela buscaran meterse en su vida. Anon sintió la fuerte necesidad de golpear de nuevo la puerta, aun no llevaba más que un par de semanas y ya le estaba sucediendo la misma mierda de siempre. Él podía reírse de toda esa publicidad anti-bullying que estaban en las paredes del instituto, reírse y mostrar un dedo medio a esta escuela donde se jactaban de haber superado todos esos problemas. No podía pensar mayor humillación en su vida, que verse acosado ahora por todos estos esquivadores de meteoritos. Estas pobres excusas de un programa para niños siempre se empeñaban en hacerle la vida imposible, incluso se sentía como un verdadero idiota por creer que tal vez con algo de suerte el semestre fuera lo más normal posible. Y todo se arruino de golpe… ¿Y porque? El humano trato de no mirar a la Parasaurio en este momento, no quiera decir algo de lo que se arrepentiría toda su vida. Por JesusRaptor en su cruz de piedra, estaba tomando todas sus fuerzas para no recriminarle a la presidenta sobre esta situación, tal vez fuera por el mero hecho de querer desquitarse con alguien. Pero solo dios sabía que esto le había sucedido por ser amable con ella, no había hecho otra cosa desde se habían conocido. No era su culpa en absoluto, siendo el único sujeto que por azares del destino siempre terminara encontrándose con Naomi, él no fue quien buscaba esto en primer lugar. Incluso cuando la había visto por primera vez supo que solo traería problemas hablar con ella, no sabía si era lastima o algún impulso interno que lo seguía guiando hacia la rubia. Nunca había querido ninguna amistad desde un comienzo, su plan inicial había sido arruinado por estos dinosaurios y sus problemas existenciales. Cada uno de ellos tenía un comportamiento que pedía a gritos algo de ayuda, algo que no podría proporcionar con su limitado conocimiento de las interacciones sociales. Aun así… la vida insistía en que estuviera presente en cada uno de los problemas de estos esquivadores meteoritos. Solo eran situaciones que lo apartaban de su vida de soledad y su manera en que pensaba vivir su existencia, todas unas tras otras. “No era como si el tuviera la obligación de hacer algo al respecto con Naomi” Fácilmente podía apartarse de esta chica y comenzar de nuevo como si nada hubiera pasado, ya no quiera meterse más en asuntos que no eran suyos. No era como si alguien lo ayudara en el pasado a superar sus propios problemas, no estaba obligado a sentir que estaba haciendo algo incorrecto escapando de esa situación. Escapando como siempre lo había hecho en su vida, de igual manera como no pudo afrontar los problemas en su antigua escuela. Escapando de incluso hacer amigos voluntariamente y escapando del verdadero problema que estaba pasando ahora. Pero no podía escapar por más que lo deseara, no podía escapar de sus problemas, de los problemas de los demás y sobre todo no podía escapar de sentirse como una basura por saber que no era el único con problemas en ese instante. De saber que no podía escapar de la realidad que le gritaba que él no era el centro del universo. Anon suspiro fuertemente, sentía como esa furia e impotencia de ser una víctima se iba disminuyendo, al menos lo suficiente para no hacer algo de lo que se arrepintiera en un futuro. Sus pensamientos fueron aclarándose, ese calor e ira que estaban nublando su juicio fueron debilitándose y empezó a recapacitar sobre lo que paso por su mente momentos atrás. Una parte de sí mismo aún tenía la idea de que no tenía nada de malo pensar de esa forma, que no le debía nada a nadie y si quisiera podía mandar todo a la mierda por hacerle la vida imposible. Después de todo era su jodida vida, nadie podía decirle como pensar y menos si eran personas que no se preocupaban por él desde un inicio. Pero aun así… sabía que lo que estuvo pensando estaba terriblemente mal en muchos aspectos, realmente tenía que aprender a controlarse. Más cuando sabía que algo estaba en juego en esos momentos, no era el único que estaba en una situación desesperada. “Y comportándose como un soberano imbécil no iba a solucionar nada” La mirada del humano se posó en la Parasario, la chica no se movió ni un centímetro desde que entro en esta habitación. Él tampoco sabía cuánto tiempo había pasado desde que ella estaba atrapada, era más que obvio que no entro en este lugar voluntariamente. “Cielos… ¿En que estaba pensando?” ¡Claro que ella no estaba aquí por cuenta propia!, nadie en su sano juicio se encerraría a sí mismo en un lugar tan olvidado por dios. Seguramente sus pensamientos anteriores le nublaron su razonamiento, pero aquí había sucedido algo que no tenía nombre. No solo algunos bastardos habían acosado a esta chica, la lastimaron de alguna manera que parece que estaba teniendo un colapso mental. No sabía si fue por una agresión física o algo más psicológico, pero dañar así a alguien como Naomi que siempre trataba de mostrar un lado positivo era algo que le hacía hervir la sangre. Ahora no podía evitar sentirse como una basura por pensar solo en sí mismo, por pensar que la Parasaurio había tenido la culpa de esto en primer lugar. De todas las personas que había conocido hasta ahora, ella había sido las pocas con que llevaba una relación amigable. “Bien… si ya dejaste de pensar como un idiota al menos haz algo con todo esto”. Poco a poco se acercó dónde estaba sentada la chica, con lentitud comenzó a recargarse y tomar asiento a su lado. Era obvio que la rubia estaba asustada, se había mantenido en esa posición como medio de seguridad y el conocía muy bien el porqué de ello. El humano dio un suspiro cuando vio que ella no respondió ni un poco, no sabía por lo que estaba pesando Naomi, pero podía imaginarse el dolor de ello, debía ser enorme si estaba buscando protegerse del mundo de exterior de esa forma. —Naomi… ¿Estas bien? —Anon hablo mientras se recriminaba el hecho de hacer una pregunta estúpida. La chica no contesto como lo esperaba el humano, no podía asegurar siquiera que lo había escuchado en primer lugar. La mente del humano comenzó a preguntarse una vez más que hacer en esos momentos, no podía pensar en una manera adecuada de siquiera acercarse a esta chica. Lo primero era hacer que ella al menos tuviera la seguridad de que le contara lo que había sucedido, luego podrían buscar la solución para salir de ese lugar. “Tal vez… solo debo hacerle saber que la quiero ayudar” —Naomi… —Él dijo de manera suave mientras ponía una de sus manos en el hombro de la chica. Él pudo sentir el cambio repentino en el sutil toque, esto había provocado una respuesta en ella, solamente que no fue nada de lo que imagino. Pudo sentir el rechazo en cuando su mano toco su hombro, pudo sentir como ella temblaba como una hoja de papel y como ella retrocedía levemente a ese tacto. —Déjame sola… —La voz rota de la chica se escuchó en un tono tan bajo que casi no era escuchada por el humano. —Naomi, solo quiero ayudarte —Las palabras del calvo trataron de hacerle saber sus intenciones, pero no iba a ser tan sencillo. —Por favor Anon… solo déjame en paz —Ella dijo en un tono mucho más alto, la sensación de tristeza estaba mezclada con algo que el humano no pudo reconocer. —Yo… comprendo que no quieras hablar de esto, pero al menos debemos encontrar la forma de salir de esta habitación, no podemos quedarnos aquí —Anon miro a la chica y puso su mano nuevamente en su hombro. Al momento sintió un como su mano era apartada bruscamente, sucedió tan rápido que el rostro de sorpresa del chico no se hizo esperar. Sus ojos se posaron en la Parasaurio que por fin había cambiado la posición en la que estaba, ahora por fin había abandonado esa zona de seguridad que tenía hasta hace unos momentos. Lo que vio Anon era algo que nunca había imaginado que pudiera expresar la presidenta del consejo, no solo eso, sino que resistió el impulso de retroceder en el instante que vio el rostro de Naomi. Ella levanto la mirada, sus ojos estaban enrojecidos e hinchados, su expresión era una mezcla de angustia, miedo, ira y dolor. Todas esas emociones reprimidas que estaba ocultando eran visibles, desbordándose en un acto de impulsividad que nunca hubiera hecho en otras circunstancias. —¡Te dije que me dejes en paz! —Ella grito mientras las lágrimas salían de sus ojos y arruinaban el sutil maquillaje que tenía. —Tranquila Naomi, solo quiero ayudarte —Él dijo impulsivamente ante el acto de la mujer. —¡Por favor, déjame en paz! ¡No quiero que te metas en mis problemas! ¿NO PUEDES ENTENDERLO? —Las palabras de la rubia estaban cargadas de desesperación y enojo. —Y por favor, ¡No digas que quieres ayudarme! ¡Yo no le agrado a nadie, no quiero que finjas que lo haces! —Con una mano Naomi intento ocultar sus ojos que no paraban de soltar lágrimas, mientras la otra se posaba en su nuca y agarraba su propio cabello con fuerza, desordenándolo más de lo que ya estaba. El humano sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de la chica, él sabía perfectamente que no podía forzar a la rubia a soltar uno solo de sus problemas. Sabía perfectamente que ella no estaba en un estado adecuado y que había perdido la razón por lo que le habían hecho. —¡SOLO ALÉJATE ANON!, Por favor…. Solo aléjate de mí… solo quiero estar sola —Ella dijo mientras cerraba sus ojos con desesperación y apretaba su mandíbula en un gesto de enojo. El humano quedo inmóvil unos momentos, antes de mirar como nuevamente la chica sollozaba de manera incontrolable, ese dolor se convirtió en un llanto de frustración en pocos segundos. El sonido de la Parasaurio era muy similar en intensidad a los de un avión despegando, magnificado por el espacio cerrado de la habitación. Un sentimiento de impotencia abordo al chico, solo podía ver a la rubia hundirse en su propia pesadilla personal. Podía comprender a la chica en su sufrimiento, el querer alejarse de todo, sentir que el mundo estaba en su contra y sentirse atrapado en un lugar oscuro como lo era esta misma habitación. Sentía que solo tenía dos opciones en ese momento. La primera era quedarse junto a la chica el tiempo que fuera necesario hasta que decidiera abrirse y al menos soltarse un poco, la otra era simplemente cumplir los deseos de la rubia y alejarse de ella. Su mano paso por su cabeza calva, pudo sentir el sudor que se acumulaba por la difícil situación que estaba pasando. El sentía que lo correcto era quedarse junto a ella y esperar que algo bueno sucediera, pero la verdad es que no quería hacer algo que dañara más a esta Naomi. “¿En realidad puedo ayudarla en algo?” Anon se preguntó, mientras pensaba si tenía lo necesario para solucionar este problema en primer lugar, esta no era una simple decisión, no era como escoger si hacer Shitpost o jugar videojuegos. Era una de esas decisiones que pueden llevar a peor la vida de alguien por actuar de manera incorrecta. No pudo evitar sentirse herido cuando ella le grito que dejara de fingir que le importaba, él sabía que no podía hacer nada al respecto, pero también había ofrecido ayuda de manera desinteresada y fue rechazado por eso. Pero la verdad era que no importara lo que hiciera, eso no ayudaría a esta chica a mejorar en ese instante, ella se negaba a recibir algún tipo de consuelo… y él no sabía darlo en primer lugar. No tenía las palabras que ayudaran a la Parasuario a calmar su dolor, solo conocía muchas frases inútiles que probablemente empeorarían lo que estaba sintiendo en primer lugar. Tomando su decisión Anon se puso de pie y se retiró un poco de la chica, a pesar de sus buenas intenciones no lograría cambiar el hecho de que no podía hacer nada en esos momentos. El simplemente se retiró a cierta distancia donde se recargo nuevamente y se dejó caer al suelo. Al momento de caer pudo sentir la forma de un dispositivo en particular, su mirada se dirigió hacia el lugar donde había tomado asiento y pudo ver un celular de color de rosa. El tomo el dispositivo y pudo ver al instante que el teléfono estaba destruido, casi como si lo hubieran aventado en la pared en un momento de furia. “Supongo que es de Naomi” Él pensó amargamente ante esto, el dejo teléfono de color más acaramelado que había visto en su vida en el suelo. Realmente en esos momentos parecía que la única forma de salir era esperar a que alguien los encontrara. Con un suspiro de decepción el humano miro a la chica, ella una vez más se había cerrado así misma y se abrazaba como medio de protección. El llanto poco a poco se iba convirtiendo en un sollozo constante, sollozos que llegaban a los oídos de chico que no sabía que había tomado la decisión incorrecta. En otro sitio Los pasos pesados del Director Spears se escuchaban en los pasillos ya vacíos del Instituto Volcano, su ceño fruncido no expresaba la calma que sentía al caminar por estos lugares silenciosos. Su trabajo no terminaba incluso si los alumnos de la escuela se habían marchado, la responsabilidad de vigilar siempre había sido una constante en su vida. El cavernícola siempre tenía que estar atento, no podías simplemente relajarte en una escuela donde la gran mayoría eran dinosaurios hormonales, todos ellos pasando por la más complicada fase de la juventud. Su mirada estaba atenta a cualquier cambio en la escuela, tan solo el mínimo signo de algo fuera de lo común ocasionaba que Spears fuera a investigar. No era la primera vez en su vida que había encontrado a algunos alumnos después de clases, en sitios donde no les tenían permitido entrar. Algunos con algún asunto tranquilo como una simple charla, tal vez un grupo que haciendo uso de las aulas por ser un mejor lugar que el exterior. Pero otros eran atrapados en actividades sumamente cuestionables, desde el contrabando de cigarrillos, alcohol, drogas e incluso en algunas actividades de índole intima por estudiantes hormonales. Por eso el director tomaba como costumbre propia el siempre hacer una ronda de vigilancia, al menos por los pasillos donde regresaba después de acabar con todos los asuntos escolares. Ese mismo día estaba regresando de una reunión con los maestros, una junta mensual para tratar detalles y asuntos sobre las clases, así como eventos futuros de la escuela. Siendo la costumbre no se dijo nada fuera de lo común, todo iba en orden con el calendario escolar y eso debería haber sido excelente noticia. Pero… el mejor que nadie sabía que no todo podía ser perfecto en el instituto, de eso era el motivo de las reuniones. Detectar algún problema antes que avanzara a niveles descontrolados, ayudar a algún alumno con problemas de rendimiento o simplemente asegurarse de alertar a los demás profesores de conductas sospechosas. Por momentos espero que incluso mencionaran algo sobre el alumno nuevo Anon, pero al parecer el humano recién llegado se había adaptado correctamente al instituto. Aunque ningún maestro diría que era un estudiante sobresaliente, podían al menos asegurar que este solitario chico podía graduarse sin problemas. Eso daba cierta tranquilidad a Spears, sabía muy bien que el Humano fue transferido de su anterior escuela por asuntos complicados que no fue informado. Si fuera cualquier director podría dejar el asunto de lado, pero incluso con sus años de trabajo podía identificar un problema cuando lo veía. No podía asegurarlo, pero sabía que probablemente Anon fue víctima de acoso de un grado tan grande que fue a parar a su institución. No conocía los detalles y estaba seguro que el chico calvo se negaría a decirlo de manera abierta, eso les pasaba a muchos otros estudiantes que pasaban por la misma situación. Lo menos que podía hacer como Director era asegurarse de que nada malo estaba pasando, verificar con los profesores de cualquier anomalía en el comportamiento del recién llegado. Aunque faltara solo un semestre para su graduación, sabía que era mejor prevenir que lamentar algún hecho catastrófico. Pero solo había un detalle… Podría asegurar que muchas de estas reuniones eran una pérdida de tiempo, no menospreciaba el empeño y esfuerzo que ponían a los docentes escolares. Su experiencia también le ayudaba identificar cuando un profesor no daba la talla en los asuntos relacionados a los estudiantes. Bastante irónico, se supone que un maestro de escuela debe velar por la superación y aprendizaje de los alumnos más jóvenes. Pero muchos de los rostros de sus compañeros de trabajo solo expresaban la completa falta de interés en los problemas de algún adolescente. No podría llamarlos incompetentes, su trabajo era bien reconocido en la zona escolar que fueron asignados. Pero fácil podría recomendarlos para algunas capacitaciones, así como mejorar su comportamiento y empatía con los alumnos. En cuanto a los alumnos… Si bien la gran mayoría eran estudiantes regulares, no podía quejarse de algún caso en especial. Cada año entraban nuevos alumnos, simplemente tendría que tomarse su tiempo para ver cuáles de ellos necesitaban alguna especie de atención especial y que otros habría que corregir a base de Suplex. Claro, siempre habría casos más especiales, como era el caso reciente de Naser y su hermana Fang. Los hermanos Aaron habían llamado su atención últimamente, más cuando uno de ellos siendo la estrella deportiva y la otra recibía bastante atención negativa por parte de sus compañeros. Ambos en problemas de manera tan repentina que estaba tentado a llamar a sus padres a la escuela para sugerir intervención y asesoría psicológica de ser necesario. Pero sus acciones no habían sido suficientes para tomar tales medidas, en cambio solo podían ser interpretadas como actitudes clásicas de los adolescentes. Si no fueran por los procesos requeridos en la escuela, el mismo habría intervenido para solventar el asunto, pero solo esperaba que el buen ejemplo y dedicación que mostraba inspirara a los alumnos a ser mejores personas. Con un suspiro siguió caminando por los pasillos, no habiendo signos de algo sospechoso dio una curva para dirigirse a su oficina. La gran figura se detuvo delante de la puerta y saco sus llaves para abrir el lugar. Su ceño se frunció al sentir que la manija de la puerta se abría sin resistencia alguna y eso no debía ser posible, nunca en todo este tiempo había sucedido algo así. Usualmente el mismo activaba el bloqueo cuando salía, en esta ocasión se suponía que Naomi tendría que bloquearla después de dejar las llaves de la biblioteca en su oficina. En todos estos años que la Parasauiro había sido Presidenta del consejo no había sucedido un error de este tipo, ella siempre era tan involucrada en el orden correcto y seguimiento de las reglas que era imposible pensar que cometería un error tan simple. Al adentrarse a la oficina pudo ver que todo seguía como siempre, nada fuera de lugar o algo sospechoso. Su mirada se posó en su escritorio donde se suponía que encontraría las llaves de la biblioteca… pero no había nada en ese lugar. Eso era completamente extraño, no podía recordar algún momento donde la estudiante rubia hubiera olvidado algo por mera casualidad. Así que su primer pensamiento fue que algo malo estaba sucediendo, no imaginaba un momento donde la chica de estridente voz chillona pudiera faltar a su deber de esa manera. El director salió de su oficina y comenzó a tomar rumbo hacia la biblioteca de la escuela, su mirada inspeccionaba en cada uno de los pasillos donde cruzaba. Era imposible que algún alumno se encontrara ya a esas horas escuela, también era muy temprano para que el conserje comenzara su ronda de limpieza. Después de algunos minutos el cavernícola dio con lo que era la entrada de la biblioteca, sus pasos lo guiaron hasta las grandes puertas de madera. Estas parecían cerradas como era usualmente al final de las clases, pero sabía que usualmente no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones de un sitio. Solo con dar un leve empujo pudo sentir como estas se abrían sin esfuerzo, eso no debía ser posible tampoco. No perdiendo más tiempo dio un empujón a las puertas del sitio, siendo un hombre de proporciones grandes, tuvo que abrir completamente esas pesadas puertas del lugar. Una mirada de seriedad paso en su rostro cuando pudo ver que en el sitio había varias cajas de decoraciones navideñas, se suponía que ese mismo día el Club de Lengua y Literatura se encargaría de retirar todo esto. No solo toda esa basura decorativa aún se encontraba en el lugar, si no que no había rastro de nadie en el sitio. Incluso la Presidenta del consejo no se encontraba. Esto era impensable, se suponía que Naomi se había ofrecido como voluntaria de supervisar que los alumnos retiraran todas estas cosas. No debía tomar mucho tiempo, la cantidad de alumnos debió ser suficiente para acabar con esto en pocas horas. Pero aquí se encontraba con un trabajo incompleto, no debía sorprenderse si los alumnos fueran tan irresponsables como para no acabar una tarea. Pero se trataba de Naomi quien estaba a cargo de esto, incluso podía asegurar que ella misma terminaría todo sola si eso fuera necesario. Solo existía una manera de asegurarse de lo que había sucedido y esa era hablar con la estudiante rubia en primer lugar. Tomando su teléfono de uno de los bolsillos de su traje se dispuso a marcar al numero de la presidenta, pero al momento su mirada se posó en lo que decía la pantalla del dispositivo. Una llamada perdida Naomi - Presidenta del Consejo Estudiantil Spears mantuvo su ceño fruncido, la presidenta había intentado contactarlo en algún momento de lo que fue la junta de profesores. Eso había sucedido un par de horas atrás, la chica sabía que durante esas reuniones el dejaba su celular en un lugar apartado para no interrumpir a nadie. Sin embargo, ella lo intentó contactar sabiendo eso… El director toco el contacto de la chica y escucho el tono interrumpirse inmediatamente, no obteniendo alguna respuesta guardo su celular y se detuvo a pensar en esto último. No era usual que la rubia no contestara, siempre había obtenido una respuesta de la chica, incluso si solo era para disculparse al no poder tomar la llamada en ese momento. “¿Algún incidente familiar quizá?” “Tal vez simplemente algo había sucedido y tuvo que regresar a casa de inmediato” El hombre pensó algunos motivos por el cual la chica no le contestaría una llamada, lo que fuera que interrumpiera a la Parasaurio de completar un deber debía ser de fuerza mayor. Peor aun así con esa posibilidad no podía dejar de pensar que al menos la chica se habría tomado su tiempo para cerrar la biblioteca y contactarlo después. Sus pasos pesados lo adentraron dentro del recinto, su mirada se posaba en cualquier cosa que pudiera darle un indicio de lo que había ocurrido. Era fácil darse cuenta de que este era un trabajo de la presidenta, solo ella podía acomodar la basura en cajas en un perfecto orden. Un mal presentimiento surgió cuando vio que en todas esas pilas de cajas se encontraban algunas que estaban destrozadas, todos los artículos estaban esparcidos en el suelo. Poniendo su atención se dispuso a inspeccionar esa zona, no solo quedaba totalmente fuera de lugar y estaba seguro que Naomi nunca aceptaría dejar algo así de desordenado. Sus pasos se detuvieron cuando se dio cuenta de cierto artículo que estaba tirado en el suelo junto con la demás basura, sus enormes manos retiraron algunos objetos e inspecciono el objeto. En sus manos se encontraba el bolso de su estudiante, no había manera que ella olvidara algo tan importante como su propio bolso en este lugar. Sabiendo que un problema estaba ocurriendo, el hombre camino hacia la salida del lugar, tenía que ponerse en contacto con los padres de la chica. Sin embargo sus pasos se detuvieron cuando su oído capto unos débiles sonidos que venían de alguna parte de la biblioteca, con pasos acelerados tomo rumbo hacia donde el sonido provenía. Esto lo había llevado a una parte donde se encontraba un viejo almacén del lugar, el lugar estaba destinado para almacenar el material antiguo o demasiado obsoleto para seguir formando parte del catálogo de la biblioteca. Ahora se encontraba justo enfrente de la puerta donde se producía un golpeteo constante, demasiado rítmico como para ser producido por algún pequeño animal o una máquina. Al acercarse pudo notar que faltaba la llave que usualmente se le encomendaba al encargado del lugar, siempre debía estar a la vista para que cualquier empleado de la escuela pudiera entrar sin problemas. No le tomo más de unos segundos comprender que alguien estaba encerrado dentro del sitio, no sería la primera vez en sus años de director que sucedía algo parecido, usualmente por una broma. Pero casi podía armar el rompecabezas que había estado analizando desde que entro en el lugar, sin perder más tiempo se acercó y golpeo la puerta con fuerza. — ¡Quien se encuentre del otro lado de la puerta debe apartarse! —El cavernícola advirtió con un fuerte grito, sin esperar más el hombre primitivo tomo la puerta y dio un fuerte tirón de ella. Al instante la puerta fue arrancada por la fuerza bruta del hombre, el polvo del lugar se levantó al momento. Esto solo duro unos segundos antes de caminar al interior, cuando sus ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad, su primera visión que tuvo del sitio era a Naomi acurrucada en la esquina más alejada, así como al estudiante nuevo Anon al lado contrario que estaba sorprendió y conmocionado por el repentino acto del Director. Fue entonces que su expresión cambio realmente después de ver el interior del lugar… Ahora el director estaba enfadado. PUNTO DE VISTA DE ANON El humano estaba intranquilo en ese momento, desde que había tomado la decisión de dejar en paz a la chica ya había pasado más tiempo del que podía soportar. Los primeros minutos habían sido bastante incómodos y frustrantes, solo el escuchar el llanto insoportable de Naomi había sido una de las mayores torturas. No solo porque ese sonido era bastante estridente, era principalmente por que no importara cuanto evitara ignorarlo, en esa pequeña habitación lo único que podía hacer era ver a la chica llorar y escucharla hundiese en su miseria. Tampoco había funcionado esperar a que la chica se calmara, ella claramente no quería su ayuda y se notaba en lo tensa que se ponía cuando se acercaba a donde se encontraba. Pero lo que había sido frustrante los primeros minutos ahora era insoportable, apenas había pasado una hora y nunca antes había sentido la necesidad de salir de un lugar como ahora. Esa pequeña habitación se convirtió en un salón de tortura, cada segundo que pasaba, cada minuto era un momento agonizante para el humano. No había acabado el sufrimiento ahí, ahora solo podía verse abrumado con las sensaciones que le causaban estar encerrado en un lugar como ese. Estar a oscuras no había ayudado en lo más mínimo, solo hacía que sus sentidos se agudizaran, por lo tanto, sus pensamientos estaban solamente ocupados por los sollozos de Naomi en los primeros minutos, luego de su silencio abrumador. Cada sonido de la respiración de ambos, el aroma de los libros viejos mohosos, la sensación del polvo acumulado de la habitación tocando su piel descubierta, la amargura de su boca cada vez que tragaba algo de saliva y la visión de una chica destruida solo hacían que su ansiedad de estar encerrado subiera a niveles realmente preocupantes. Había intentado de todo para pasar el tiempo, pero en un lugar así de pequeño tenia suerte de incluso dar una caminata de unos simples pasos para estirar las piernas. Eso hasta que se daba cuenta que para ello tenía que acercarse a la Parasaurio, cada vez que eso sucedía ella trataba de alejarse lo más posible, siendo de que ya estaba en la esquina más alejada del lugar. Para no incomodarla opto por quedarse sentado en la parte más alejada posible, ahora que ya había perdido la noción del tiempo y la esperanza, podía asegurar que muy probablemente se quedarían ahí hasta del día siguiente. Antes que se diera cuenta había estado intentando pasar el tiempo recordando los sitios del Shitpost que había perdido en el celular destruido, todas esas páginas que habían llamado su atención y no guardo adecuadamente. Luego sus pensamientos pasaron a recordar los animes de temporada y finalmente mover rítmicamente sus dedos en la puerta de madera donde estaba recargado. No le agradaba que tuviera que hacer eso en primer lugar, siempre trataría de evitar hacer notar algo referente a sus gustos en anime, en especial cuando alguien más estaba presente. Dudaba que la presidenta incluso llegara a reconocer algún ritmo de esos golpeteos, pero ella no había dicho o hecho algo al respecto, apenas se había movido de su lugar. Así que eso era su única manera de entretenimiento y siguió golpeando las tan vergonzosas melodías. Al menos podía imaginar que este sitio sucio y olvidado era su apartamento sucio y olvidado en Skin Row, solo que sin los servicios básicos y una Parasaurio con un problema existencial en curso. —¡Quien se encuentre del otro lado de la puerta debe apartarse! —Una voz se escuchó del otro lado de la puerta y el humano prácticamente había saltado del suelo donde estaba sentado. Sus pensamientos turbulentos no le habían dejado reaccionar con claridad en primer momento, solamente pudo levantarse y alejarse de la puerta como lo había advertido la muy característica voz del Director Spears. No paso ni un segundo cuando escucho un fuerte estruendo y vio como la pesada puerta era prácticamente arrancada de su sitio. El humano tuvo que apartar la vista cuando el polvo y la luz natural entraron por la puerta destruida, el estar acostumbrado a la oscuridad hizo que el calvo cerrara los ojos con fuerza para evitar que su vista se dañara por el repentino camino de iluminación. Aun así podía estar seguro que al menos los problemas por los que estaban pasando estaban a punto de terminar, eso hasta que vio el rostro enfurecido del director. El gigante se había quedando mirando un tiempo a los ocupantes, sus ojos estaba ocultos por los anteojos, pero su ceño fruncido dejaba a entender que no le gusta nada de lo que estaba viendo. Con pasos pesados se adentró a la habitación, su imponente altura dificulta un poco su paso por la destruida entrada, pero logro acceder para dirigirse directamente al humano. Por puro instinto de supervivencia retrocedió unos pasos, la imponente figura del cavernícola era lo suficientemente aterradora para justificar eso. Sin embargo el gran hombre paso de largo y se dirigió hacia la chica que esta acurrada en el fondo de la habitación. Anon está demasiado aturdido como para decir algo, pero puede sentir que no debe decir ni una palabra hasta que el director le dé permiso de hablar. Así que espera pacientemente, puede ver al director de rodillas y hablando con la chica, no puede escuchar nada a pesar de que la distancia es bastante cercana. Puede ver como Naomi levanta la mirada y mover los labios, la ve asentir y negar a las preguntas que le hace Spears. El ceño fruncido del cavernícola no abandona su rostro, le ofrece una mano a la presidenta, ella la toma de manera automática y se pone de pie con bastante dificultad. Ella se abraza así misma y comienza a dar unos pasos hacia la entrada destruida, su mirada siempre dirigida al piso. Aunque camina cerca de la posición del humano, no le dirige la mirada en ningún momento, sus rojos e hinchados se concentran en buscar la salida de ese desagradable lugar. —Anon quiero que me digas inmediatamente lo que paso aquí —Se escucha la voz con furia controlada del cavernícola. El humano tiene que tragar un poco de saliva ante las palabras del director, es la primera vez que lo ve con esa ira silenciosa. Ahora que se encuentra cara a cara con esta figura de autoridad y puede ver la gran diferencia de tamaños, en altura y en musculatura, cosas que lo hace sentir pequeño en ese instante. —Fuimos encerrados aquí —El calvo remarca lo obvio, casi puede ver una vena palpitante en el rostro de Spears, aunque no sabe si es por su respuesta o por lidiar con esto. —Eso puedo verlo Señor Mous, ahora quiero que me diga exactamente como llego a esta situación —Con un tono autoritario, pero no menos agresivo el hombre de las cavernas exigió. Anon suspiro, dio una rápida y corta explicación sobre cómo había terminado en ese lugar, de su día en la escuela, de la reunión con la banda en el auditorio y como Naomi lo contacto para pedir ayuda con algo en la biblioteca. También de como encontró el lugar y de cómo la escucho llorar en esa habitación, así de como termino atrapado y con el celular roto impidiéndole llamar por ayuda. —Puedo entonces suponer que no tuviste nada que ver con esto… y puedo igualmente suponer que no hiciste nada raro cuando quedaron atrapados —El gigante dijo con una postura más tranquila, pero su última frase no le gusto para nada al humano que se sintió indignado porque el sugiriera algo parecido. “¿Qué rayos trato de decir con eso? Yo nunca haría algo tan bajo como para aprovecharme de una situación como esta” —Le creo Señor Mous, solo quería cerciorarme de escucharlo de usted mismo —Las palabras del director hicieron que Anon quisiera golpearse la cara por hablar de nuevo sin cerrar su puta boca. —Si es así… ¿Puedo irme a casa Señor? —El calvo pregunto mientras quería abandonar de una vez por todas esa excusa de habitación y la escuela en general, ya no deseaba estar un minuto más en ese sitio de mierda. —Me temo que aún no puedo permitirle retirarse, hay asuntos que atender —Con eso el hombre busco en sus bolsillos y saco una llave de estos. —Estas son las llaves de mi oficina, le pido que me espere ahí mientras llevo a Naomi a la enfermería para un chequeo, luego veremos cómo resolver este asunto —Con eso el director se dio la vuelta y comenzó a caminar a la salida. Anon dio un reojo y pudo ver a la Parasaurio que estaba esperando al director, cuando este le dio alcance ambos salieron de la biblioteca y tomaron rumbo hacia el área de enfermería. El chico solo volteo a ver las llaves en sus manos, tuvo un momento de frustración al saber que aún tenía que tratar con todos los problemas de ese día. Con resignación salió del sitio y se dirigió hacia la oficina del director, ahora que estaba libre al menos podía sentirse aliviado que el problema de Naomi estaba en manos de alguien competente, alguien que podría ofrecer más ayuda y no solo palabras de un desastre social como lo era él. Tiempo Despues El humano maldijo mientras estiraba las piernas y los brazos, esas mismas maldiciones se incrementaron a ver el reloj marcar lentamente los minutos. El lado bueno es que al menos había iluminación y un buen lugar para sentarse en la oficina del director, lo malo es que tenía la misma o más ansiedad de salir que antes. Ya había pasado más de media hora desde que estaba esperando al cavernícola en esa oficina, él sabía que el llevar un chequeo no sería rápido, podía jurar que el hombre se estaba tomando su tiempo para interrogar a la presidenta sobre lo sucedido. Lo que no comprendía es porque precisamente no lo dejaron marcharse, Spears dejo en claro que le creía que no hizo nada malo. El solo quería marcharse a su departamento y dejar que ese día de mierda se acabara, pero nunca era tan sencillo y menos cuando los jodidos problemas de los demás siempre lo afectaban. Sin esperarlo la puerta dejo entrar al gran hombre, sin decir una palabra cerro el lugar con un suave movimiento. El calvo pudo notar que el venia solo, la Parasaurio seguramente se había quedado en la enfermería, incluso puede que se negara a venir en primer lugar. Spears paso de largo y tomo asiento en su escritorio, ajusto sus anteojos y busco en el cajón cercano una carpeta de los archivos de los estudiantes, el comenzó a inspeccionar aun si decir ni una palabra. El humano pudo verlo revisar cada una de las hojas, era como si buscara un papel en concreto, su lectura era lenta pero minuciosa y eso hacia desesperar al calvo. El silencio incomodo se hizo presente, mientras el director Spear estaba meditando sus pensamientos ante esta situación. Pero el chico por su parte estaba demasiado cansado para pensar en algo que no fueran sus fuertes deseos marcharse de la escuela. “¿Por qué Spears no me ha dejado ir a casa?” “No es como si este día de mierda fuera a mejorar quedándome aquí” El humano pensó con algo de cansancio, deseaba que su celular no se hubiera destrozado por la treta de esos imbéciles que los encerraron. Al menos podría intentar distraerse antes de irse a casa, no traía nada bueno pensar en lo que había sucedido. —Señor Mous, esta es una cuestión delicada, si lo he retenido es por algo en especial —Spear dijo acomodándose sus anteojos al mismo tiempo que tomaba la hoja que andaba buscando. “Oh rayos, ¿porque no puedo mantener la puta boca cerrada?” Soltando un gruñido de frustración, el humano se reprendió por su falta de control en sus pensamientos, aunque no había dicho nada malo en realidad. Él sabía que su mal habito de hablar siempre le traería problemas, aunque en estos momentos le importaba poco. El cavernícola miro al chico y se tomó unos segundos para hablar, su mirada mostraba que estaba inconforme con la situación. En especial cuando la presidenta del consejo y el chico nuevo estaban sufriendo acoso por parte de estudiantes, al punto que ya había cruzado cualquier límite entre una simple broma y algo más peligroso. —Voy a ser directo contigo muchacho, siendo que tus tutores no se encuentran presentes, eres libre de decidir el curso de acción que debo tomar en tu situación… —Spears dijo mientras colocaba unos papeles en el escritorio. —Estos documentos los firmaron tus padres, son para que mientras estés en la escuela tengas control sobre los asuntos que te conciernen en temas donde ellos tendrían que estar presentes... No hace falta decir que en mi escuela eso es inadmisible, descargar la responsabilidad de los alumnos sobre ellos mismos es una irresponsabilidad bastante grande —El director dijo entregando la responsiva al calvo, en ella se redactaba un texto similar a las palabras del hombre, solo que más extenso. Anon escucho las palabras del director y no se sorprendió en lo absoluto, él sabía que sus padres buscarían la manera de hacer lo menos posible por su hijo desde un principio. Si bien la distancia en entre ellos era bastante grande, no era como si no pudieran contestar una simple llamada sobre alguna situación que le sucediera. Ellos simplemente lo habían arrojado a este jodido instituto y se habían asegurado la forma de estar lo menos posible enterado de él. ¿Qué tan malos padres tenían que ser, como para que les des el control de su propia vida a tus hijos a una edad tan temprana? Era difícil tenerles un aprecio verdadero y escuchar la verdad era casi tan placentero como recibir una patada en las bolas, pero sabía que esta información del director no era con el afán de ofenderlo. Al menos podía escuchar al cavernícola antes de irse a su departamento a maldecir a los hijos de puta que lo encerraron en esa habitación y olvidar a los otros que llamaba padres. —Debo aclarar de nuevo, el acoso es algo que no es permitido en lo más mínimo en mi escuela, pero me veo imposibilitado para tomar acciones hasta que los tutores me den su autorización… Ahora le pregunto… ¿Qué desea hacer ahora Señor Mous? —Spear pregunto de manera seria. El chico quedo en silencio unos segundos, todo esta situación era algo que ya había tenido con anterioridad. Esta conversación era algo que tuvieron sus padres con los directivos de su pasada escuela, si bien no le habían dado muchas opciones, sus padres habían optado por sacarlo de la escuela lo antes posible. No había nada que hacer, no cuando los alumnos que le hacían Bullying eran tantos que la única esperanza para él era escapar a otro estado del país. No era como si los mismos directivos y profesores les importara una mierda su situación, nunca harían algo que afectara a todos sus alumnos más prometedores. Para ellos era mejor que se jodiera el otaku de closet, que iniciar alguna investigación que solo afectaría la reputación de su preciado instituto. Parecía que el director Spears era diferente, el si estaba comprometido con su papel en esta escuela, pero el humano solo quería pasar el último semestre sin esas mierdas. Si accedía a que el director investigara su caso, provocaría que estos agresores le hicieran imposible lo que restaba de escuela hasta la graduación. “Dios… solo quería que esa mierda acabara, después de terminar ese miserable semestre no volvería a ver ninguno de estos esquiva meteoritos nunca más” —Yo… solo quiero irme a mi casa… y terminar el semestre sin problemas director —Anon dijo mientras en su voz podía escucharse la frustración que sentía, podía sentirse esa impotencia al no poder tener una vida normal. El pelinegro por su parte miro al estudiante por unos momentos, no hubo palabra alguna de Spears, solo pudo cerrar los ojos con resignación y tomar los papeles de vuelta para ponerlos en su lugar. Pero aun así no mostró otra emoción ante las palabras del alumno, esa frase de Anon dejaba en claro que no daba su consentimiento para darle un seguimiento al problema. —Supongo que es tu elección entonces… eres libre de irte cuando quieras —El cavernícola dijo de manera seria, no podía obligar al chico a tomar acciones que no quisiera. Una sensación de alivio y cansancio paso por Anón, al instante tomo sus cosas y se levantó de la silla, sus pasos trataron de acelerarse para salir de la oficina de Spears. Sin embargo, antes que pidiera tomar la perilla la voz del Director lo detuvo nuevamente. —Anon puedo entender tu decisión y por qué decidiste no reportar lo que te ha sucedido, pero quiero decirte que esperaba más de ti… ¿Sabías que si no dices nada, estos alumnos se saldrán con la suya? —El director se levantó de su silla antes de caminar hacia la salida con el humano. —¿Qué?... —El calvo solo atinó a decir mientras el gigantesco director ponía una mano en su hombro e impidiéndole dar más pasos.. —Pero qué hay de Naomi… Ella fue la principal afectada, ¿Por qué usted no haría algo al respecto? —La pregunta era demasiado obvia, pero la sorpresa de la declaración del cavernícola hizo que Anon se detuviera lo suficiente para no salir de la habitación. —Me temo que ella me ha pedido que no haga nada, en sus propias palabras ella dijo que “quedó atrapada ahí por accidente”, sabemos que eso es una gran mentira —El pelinegro mantenía esa postura firme. —Ella está demasiado asustada, incluso puede que la amenazaran si decía algo al respecto, me temo que no puedo hacer nada… no sin que ella acepte que en primer lugar paso algo —Con eso el chico comprendió el verdadero punto del director. Ante esas palabras el calvo quedo inmóvil, no podía creer que las mismas mierdas pudieran suceder en esta escuela. No solo era una gran injusticia, era como si el destino siempre se quisiera burlar de los que se sentían amenazados y vulnerables. —¿Entonces se quedará así?, ¿Ellos se saldrán con la suya por lastimar a Naomi? —El reclamo de Anon se escuchó con un verdadero sentimiento de ira a lo que el director miro sin mostrar reacción ante esto. Por unos instantes la oficina quedo en silencio, solo fue hasta que Anon sintió una poderosa aura intimidante por parte del Director, ahí supo que había hecho una pregunta realmente estúpida a la persona equivocada. —Te aseguro señor Mous, no parare hasta encontrar a los responsables… aun si Naomi y tú no quieran hacer algo al respecto… yo los encontrare —El humano tuvo que resistir el impulso de dar algunos pasos atrás por la furia contenida de este gigante. —Cuando llegaste aquí muchacho, me parece que te mencione que no somos las únicas personas de este mundo y que cada uno está luchando sus propias batallas —Él dijo mientras se daba la vuelta y regresaba a su escritorio. —Pero lo que casi nunca digo es… ¿Qué hacemos cuando vemos que alguien ya no puede luchar esas batallas?—El director se acercó a un dispensador de agua y tomo dos vasos en los cuales empezó a servir el líquido transparente. —Muchos piensan que no es su problema, si la persona no les pide ayuda o si incluso si dicen que se encuentran bien... Pero existen quienes no tienen la fuerza de gritar que necesitan algo en su vida, eso incluye buscar ayuda o algo de simple apoyo en alguien —Con eso el director entrego el vaso de agua al joven que lo bebió casi de inmediato. —Así que te pregunto muchacho, ¿Qué harás al respecto?... o mejor dicho, ¿Qué te hubiera gustado que hicieran por ti? —El cavernícola dijo con un tono más serio aun del que hablaba antes. “¿Qué demonios?... No puede saber lo que paso ¿verdad?” Anon pensó mientras sentía como el frió subía por su espalda, se suponía que todo el asunto de lo que sucedió en su anterior escuela era un secreto. Incluso se habían asegurado de escoger un instituto donde no supieran nada al respecto y fuera de la jurisdicción donde las malas voces no soltarían ni una palabra. —Te puedo asegurar Anon que no he investigado sobre tu pasado… pero tampoco nací ayer hijo, se cuándo hay casos así en mi escuela —El director tomo algunos papeles y los metió en su maletín que cerro al instante. —Naomi ha sido una buena presidenta y nadie se ha quejado de su trabajo, pero incluso yo sé que no tiene muchas personas a las cuales recurrir en este instante… y parece que ustedes tienen algún tipo de amistad—Al momento se levantó de su asiento nuevamente y camino hacia la salida de la oficina junto al chico. Ambos cruzaron la puerta y el director cerro su oficina con llave, con eso caminaron hasta el siguiente pasillo donde se dividían los caminos de la biblioteca y el otro hacia la salida. Los dos sujetos se quedaron un momento ahí hasta que nueva mente el director tomo las palabras. —No te estoy obligando a nada Anon, pero espero que comprendas que hay ocasiones en que incluso un director, un conocido o un familiar no pueden hacer algo —Spears dijo antes de mirar a la dirección donde sus caminos se separaban. —¿Entonces qué debo hacer señor?, ¿Por dónde empiezo? —Anon dijo mientras veía al cavernícola caminar al lado contrario. —Bueno ya te lo dije, haz lo que te hubiera gustado que hicieran por ti —Fue así que el director partió hacia la biblioteca, para terminar los asuntos que habían quedado pendiente por parte de la Parasaurio y el Club de L&L. Con eso dicho el Humano se quedó solo en medio del cruce de pasillos, su mente estaba en conflicto, no solo tenía este problema de caer en viejas costumbres nuevamente. Ahora tenía que decidir si de verdad valía la pena adentrarse de lleno con los conflictos que tenía Naomi. —Demonios... ¡Maldita sea! —El maldijo en voz alta mientras pasaba su mano sobre su calva. No era que guardara algún resentimiento contra el director, pero maldecía que tuviera que obligarlo a cargar con ese pensamiento en su cabeza. A pesar del miedo que podía infundir una figura de autoridad como era Spears, aun podía comprender su punto. No solo le había puesto un dilema bastante grande, también golpeo su brújula moral en un punto donde le dolía bastante. Ahora tenía que cargar con una decisión que no debía haber sido suya, pero ahora le pertenecía. “¿Qué te hubiera gustado que hicieran por ti?” Esa era una de las cosas que siempre había reclamado, no solo había pensado en lo mucho que odiaba a las personas de su antigua escuela. Como lo trataban como si fuera basura, como le hacían bullying casi a diario, como lo miraban como si fuera el bicho raro, como si lo que sentía y sufría no importara nunca. ¡Cielos!... Incluso odiaba más a los profesores y a su antiguo director por pensar que su problema era un asunto menor, algo que no tuviera la importancia requerida. Todo había cambiado hasta que sus padres intervinieron y amenazaron a la escuela con una fuerte demanda si no hacían algo. Tampoco era reconfortante el saber que sus padres seguramente habían aprovechado ese pequeño problema para sacar unos cuantos dólares al instituto. Solo podía adivinar que cuando no se llegó a ningún arreglo decidieron enviarlo lo más lejos posible, solo para no tratar con esta pequeña vergüenza para su familia. Pero lo más importante era eso, nadie en su jodida vida se detuvo a preguntarle si estaba bien, nadie le dio unas palabras de apoyo. Todos decían que su problema había pasado por su propia culpa, por ser un perdedor sin amigos que le gustaba el anime y debía pagar las consecuencias de sus gustos, que debía madurar para que todo eso quedara en el pasado. “Y todo eso era una mierda” Con que derecho le decían que debía cambiar y madurar, si los imbéciles que siempre lo acosaban tampoco lo harían, él prefería estar solo e interactuar lo menos posible con el mundo. Qué razón había en cambiar, incluso los que le decían eso eran adultos amargados con sueños frustrados, meras personas que no les importan ni un poco los problemas de los demás. El anhelaba esa soledad y estar en ese mundo vacío de restricciones que era el internet, ahí todos eran unos desconocidos, nadie se preocuparía por una mierda como él y no tendría que hacer lo mismo por ellos. El deseaba la tranquilidad, saber que a pesar de todo no podía confiar en nadie más que en sí mismo y aun con eso… sabía que no era suficiente. Su mirada se ensombrecía cada vez que imaginaba que pudo haber sido diferente, si al menos sus padres le hubieran dado apoyo, si las personas de su antigua escuela hubieran tenido verdadero interés en su situación. Incluso si al menos hubiera tenido un amigo real que le dijera “Viejo… estas cosas pasan, lo importante es NO darse por vencido”. Pero una parte de Anon les daba la razón a esos bastardos, que derecho tenia de pedir un mejor trato y comprensión, siendo que él ya era una mierda de persona. Solo quería apartarse de la sociedad, no quería inmiscuirse en sus vidas y mucho menos les importaba lo que les pasara a todos esos malditos imbéciles. “Para que intentar ser alguien diferente… si las personas nunca cambian después de todo” “Y aun con eso… la vida le ponía la misma prueba” Una vez más se encontraba a la entrada de la escuela con la opción de irse, olvidarse de lo ocurrido y mandar todo al carajo. La otra opción era quedarse e intentar algo que en su vida nunca había hecho, dejar de ser un imbécil egoísta y hacer algo por una persona que apenas conocía “Con el conocimiento que esto podía empeorar las cosas” Y con ese pensamiento Anón salió de la escuela, no le importaba en esos momentos las decisiones. Necesitaba algo de aire fresco con desesperación, nunca antes se había sentido tan sofocado por un dilema existencial en su vida. Ya en el exterior pudo sentir el aire fresco, apenas con la fuerza para mover suavemente las hojas de los árboles. Pudo escuchar los sonidos de los automóviles que pasaban en las orillas del Instituto, las voces lejanas de las personas que pasaban una tranquila tarde caminando por las aceras cercanas. Pudo sentir esa tranquilidad del exterior, todo eso contrastaba con lo turbulento que había sido el día entero hasta ahora. Era como si lo que paso dentro de ese frió edificio, al final del día no importara lo más mínimo, podía catalogarlo como uno de sus peores días hasta la fecha... pero en el exterior todo seguía sin problema alguno. Era curioso sin duda, como el sentirse en la miseria no valía para algo al final. Todos podían seguir con sus vidas, no eran como si de la nada todo el mundo se detuviera al saber que algo malo te había sucedido y todos vendrían a solucionar tus problemas. “Entonces si es así… ¿Importa realmente que haga algo?” Sintiéndose cansado por todos esos pensamientos, Anon opto por sentarse en los escalones de la escuela. Su mirada se perdió en los perfectos terrenos del campus, estos estaban bañados por la cálida luz del sol de la tarde. El humano quedo largo tiempo viendo como los tonos anaranjados y rojizos cálidos del atardecer empiezan a abarcar gran parte del cielo, el sol anunciaba su partida y las personas en general se habían empezado a retirar de los terrenos de la escuela. Las luces en los postes de metal se han encendido anticipando la oscuridad de la noche, la luz del atardecer aun cubre una gran cantidad de la ciudad, pero esta pierde fuerza con el pasar de los minutos. “Quizás… sea el momento de irse” Pero el humano no puede levantarse de esos escalones, no sabe por qué se ha quedado incluso hasta esas horas. No sabe incluso si la Parasauiro se ha ido por otro lugar que no fuera la salida principal, pero el necesita un tiempo para sí mismo. Los minutos siguen pasando, realmente no importa, no es como si alguien lo estuviera esperando en su sucio departamento. No lo espera más que una caja de pizza reseca, una botella de soda a la que se le ha escapado ya el gas y una consola de videojuegos que muy posiblemente no tocara en los días siguientes. “Chiiir” Un sonido chirriante se escucha, las puertas abriéndose de la entrada principal del instituto llaman la atención de Anon, justo ahí se encuentra parada Naomi quien se está ajustando sus anteojos. Ella no ha notado su presencia, puede decir que está demasiado concentrada como para poner atención a algo más que no esté enfrente de sus ojos. El humano puede apreciar que la chica tiene mejor aspecto, se ha arreglado su cabello antes desordenado y limpiado sus ropas de la suciedad del cuarto donde fueron encerrados. Su postura más natural no da signos de su desastroso día, aun así… su aspecto solitario es obvio a simple vista. Puede ver que ella se está tomando su tiempo, seguramente para ver si lleva todo lo necesario para ir a casa. Ella esta tan concentrada en sus pensamientos que no se da cuenta cuando el chico calvo se ha levantado de los escalones y tomado rumbo a su dirección. Con pasos suaves el humano se acerca a la rubia, no está muy seguro si es buena idea al inicio, casi ninguna de sus decisiones ha sido lo mejor por años. Pero al menos él sabe que debe asegurarse que ella este bien antes que la deje ir a casa, cualquier decisión que elija en esos momentos depende de cómo vea a la chica. —¡Hey Naomi! —Él dice con voz suave, lo más tranquilo posible para no sorprender a la Parasaurio. La reacción que le sigue no es lo que Anon espera, ella se voltea sorprendida y asustada. Su pequeño cuerpo parecía estar temblando de miedo por unos instantes, se puede ver que ha resistido el impulso de gritar. Pero lo que llama más la atención son sus ojos, en ellos puedes ver miedo… miedo y luego un vacío cuando el humano hace contacto con esos iris de sus ojos color esmeralda. Se puede notar la hinchazón de la zona cerca de sus mejillas, a pesar de usar algo de maquillaje se puede distinguir el vano intento de ocultar que estuvo llorando por largo rato. No obstante el humano no dice nada, solamente espera a que la rubia recupere su aliento. —Oh Anon… no sabía que seguías aquí —Ella dice acomodándose las gafas en un intento de evitar hacer contacto directo con el calvo. Ambos no dicen nada y la situación de torna incomoda los primeros segundos, solo se puede escuchar el sonido de los coches lejanos y el viento que se intensifica. Las suaves brisas traen consigo algo de esa sensación de humedad que viene del océano, esa frescor no pasa desapercibido por los adolescentes que se estremecen un poco ante ello. —Y-yo… quería asegurarme que estuvieras bien —Con una voz entrecortada el humano habla, mientras pasa su mano sobre su calva cabeza. La mirada en blanco de la rubia tiene un momento de espasmo donde muestra nuevamente sorpresa, aunque en esta ocasión no tiene rastro de temor, tampoco tiene signos de otro sentimiento en general. —Oh… Ya veo, ¡Gracias!, No tenías por qué hacer eso, me encuentro perfectamente —Ella dice mientras le dedica una sonrisa y junta sus manos como siempre lo hace. El humano sabe que eso no es verdad, no solo puede sentir el tono robotizado en sus palabras, es como si fuera una frase que ha repetido más de mil veces. Puede saberlo por esos ojos vacíos y la sonrisa que se ve más falsa que nunca. Lo que sea que le hayan hecho a Naomi… la ha roto. E intenta ocultarlo de la única manera que sabe sobrellevar esos problemas. Fingiendo que todo está bien… —Ya veo, me imagino que es hora de ir a casa… ya es algo tarde —El humano dice mientras ve como el atardecer también está tomando un leve tono de azul oscuro. —Claro… supongo nos veremos luego Anon… —Ella le dedica una sonrisa al humano antes de darse la vuelta. No menciona nada sobre lo ocurrido, solamente empieza a actuar como si fuera el final de un día común y corriente. A pesar de eso, el humano sabe que no está bien, no hay manera que simplemente ella ignorara todo lo que le sucedió. Anon ve como la chica empieza a bajar los escalones, cada paso que ella da se siente como si se alejara una distancia enorme. Su mente da vueltas, algo le grita que de ninguna manera debe dejar ir a Naomi sola a su casa, con ello comienza a bajar las numerosas escaleras del instituto. No le cuesta mucho tiempo al humano para alcanzar a la Parasaurio, el sonido de los pasos acelerados atrae su atención. Ella voltea lo suficiente antes de mirar con un gesto interrogante, el recién llegado la ve sin saber que decir. —Eh… ya es algo tarde, ¿No te importaría si te acompaño? —El humano dice un tanto inseguro, apenas puede creer que está sugiriendo por cuenta propia que tiene que llevar esta chica hasta su casa. Anon siente como los segundos pasan, no solo es la primera vez que se ofrece a hacer este tipo de cosas, también es la primera vez que tiene que luchar contra ese impulso de escapar que lo ha dominado durante tanto tiempo. —Está bien… —Ella dice en un susurro bajo, su semblante no cambia incluso con esa propuesta. El calvo soltó un suspiro mental, al instante empezó caminar junto a la Parasaurio, la parada de autobuses no se encuentra muy lejos. Ambos chicos guardan silencio mientras el atardecer se va acabando a cada segundo. No hay temas que hablar, simplemente la mirada de ambos se posa en el gran autobús que se detiene justo enfrente de ellos. Las puertas se abren y los dos suben en silencio, cada uno pagando la cuota del transporte y pasan a sus respectivos asientos, el humano puede ver la mirada del conductor que lo ve desde el retrovisor. Puede llegar a adivinar que no muchos son los humanos a los que transporta, su mirada y ojo receloso da a entender que no le agrada lo más mínimo que el chico calvo este en el vehículo. “Malditos esquivadores de meteoritos” Un pensamiento fugaz pasa por el pensamiento del chico, si tuviera las suficientes energías podría maldecir abiertamente al conductor, incluso darle un dedo medio en todo su hocico. Pero no tiene caso armar un alboroto, sabe que debe guardar sus fuerzas para algo más importante. Él puede ver que el autobús está vacío en su gran mayoría, solamente unas personas bien vestidas y cansadas que vuelven de un largo día de trabajo. Al igual que el conductor, muchos de ellos se le quedan viendo con cara de desagrado y esto aumenta cuando ven que se sienta junto a la Parasaurio, las expresiones de cansancio se transforman en intolerancia. ¿Qué está haciendo aquí este arrojador de lanzas? Nunca pensé que tomaran el transporte público, siempre pensé que les gustaba correr como cuando cazan su alimento. Debe ser una nueva experiencia para él, mejor deja que la disfrute... no sabemos cuándo pueda permitirse subir de nuevo a un autobús de esta categoría. El vehículo empieza a tomar su camino nuevamente, por su parte el calvo ignora todos esos comentarios racistas y clasistas. Prefiere poner su atención en el lento pero constante avance del autobús, este empieza a tomar un rumbo sobre una parte de la cuidad que no había conocido antes. No puede evitar perderse en la vista de la zona más tranquilas y lujosas de la ciudad, Naomi que está sentada justo al lado de la ventana de igual manera se queda contemplando la vista. El atardecer se va acabando y la noche hace que todos esos edificios iluminados muestren las maravillas de la vida nocturna de la zona. Por momentos esperaba que todas esas maravillas nocturnas pudieran abrir una conversación con la chica, él sabe que a Naomi le encantaría hablar de todos cafés y restaurantes de lujo que estaban pasando delante de sus ojos. Ya había comenzado a reunir fuerzas para aguantar e intentar llevar la plática con la chica, podía hacer ese sacrificio, si eso facilitaba que al menos la rubia se soltara un poco. Lamentablemente nada de eso paso, la rubia se había quedado viendo la ventana todo ese tiempo en silencio. Ni una palabra salió de su hocico, totalmente sumergida en sus pensamientos. Definitivamente esto no era normal, no podía imaginar un momento donde esta chica permaneciera tanto tiempo en silencio. Ella continuaba aun con esa sonrisa y expresión falsa, aunque en el trayecto pudo ver como ese gesto se deslizaba a uno más depresivo por algunos momentos. El viaje se aplazó por lo menos media hora más antes que los grandes edificios fueran siendo remplazados por la zona de los suburbios, el autobús se desliza silenciosamente por las calles amplias y arboladas. Pronto las primeras casas de lujo empiezan a distinguirse a la distancia, solo delatadas por las lujosas fachadas A medida que el autobús avanza por las calles bien cuidadas, se pueden ver las fuentes y estanques iluminados con luces tenues aportan un toque de encanto a la zona residencial. Las aceras están prácticamente desiertas a estas horas, pero las farolas que bordean las calles brindan una iluminación suave y agradable. El humano por momentos pudo ver muchas de esas lujosas casas, cada una de ellas con grandes y extensos patios donde autos lujosos estaban estacionados. Bien podía imaginarse a la Parasaurio viviendo perfectamente en cualquiera de estos lugares, su instinto le decía que de ninguna manera esta chica sufría financieramente. Ahora comprendía por qué el conductor y algunos de los dinosaurios lo veían de esa manera tan despectiva. “Ricos bastardos” El chico se dio el lujo de maldecirlos, podía imaginar cómo lo menospreciaban por vestir como un vagabundo. Podrían tener razón con eso, ya no le sorprendía que cierta parte de la población aun mostrara abiertamente su desagrado a las clases menos afortunadas. —Anon, casi llegamos —La chica toco ligeramente su hombro y lo trajo de vuelta a la realidad. —Oh… claro —El humano dijo mientras comenzaba a levantarse y caminar hacia el área de salida. El autobús se detiene y ambos adolescentes bajan rápidamente, en silencio avanzan mientras ven como el gran vehículo se aleja por las solitarias calles. El humano siente un tirón de su camisa, el voltea a ver a la chica que le señala la dirección por donde dirigirse. Ambos caminan en silencio por la solitaria acera, caminan unas cuantas casas hasta que a la vista hay una que llama la atención del humano. No muy lejos se encuentra una típica vivienda de los suburbios, aunque decir típico era poco por su gran tamaño. La casa era un poco más modesta en relación con las demás, pero eso no quiere decir que no se notara la gran cantidad de dinero invertido en ella. De gran tamaño y un acabado modernista, bastante bien iluminada y con un gran patio exterior con una fuente de agua, arbustos bien cuidados y cortados, aun lado de esto estaba el garaje con el espacio suficiente para dos coches. Ambos caminaron hasta la entrada del pórtico, puede ver como la chica busca las llaves en su bolso, su actitud es tan aislada que casi podría jurar que se ha olvidado que el humano está junto a ella. En sus manos tiene jugueteando las llaves, se ve indecisa en siquiera en abrir la puerta de su propio hogar, como si lo último que quisiera hacer es entrar al sitio. —Oh Anon… Te agradezco mucho que me acompañaras hasta aquí —Ella dice mientras da una sonrisa, en su mano tiene consigo un par de billetes que tiene como intención entregar al humano. —Sé que debe ser molesto para ti, hacer todo esto… acompañarme a mi casa —La mirada baja de la chica deja ver que esa sonrisa no es del todo falsa, pero en sus ojos muestran otra cosa. En los orbes esmeraldas no hay brillo, están vacíos y carentes emociones positivas. —¡Toma! Esto debe cubrir al menos el transporte hasta tu casa, es lo menos que puedo hacer por lo que pasaste el día de hoy —Al momento ella toma la mano de Anon y deposita el dinero, Naomi no tiene el valor para ver al chico a los ojos. El humano simplemente ve como la Parasaurio hace todo eso con intención de irse lo más rápido a su casa, puede reconocer esa conducta precipitada al querer deshacerse de alguien lo más pronto posible. Pero él no está dispuesto a marcharse ahora, no sin antes hablar con la chica. Así que el humano atrapa al momento al mano de la presidenta entre las suyas, utiliza ambas manos para dejar en claro que aún no ha acabado esa conversación. Puede sentir como ella está forzando suavemente su brazo para zafarse del agarre, aunque es débil en todo caso y él no está poniendo mucha fuerza en ello. —Naomi, sobre lo que paso el día de hoy, creo que deberíamos hablar… —Anon dice mientras ve como la rubia baja la mirada de manera inmediata. —¡NO! —Un grito sale de la Parasaurio, no lo suficientemente fuerte para alertar al vecindario, pero si para que lo escuche su compañero. —Por favor Anon, solo olvidemos que esto sucedió… ¿Si? —Ella dice de manera débil y nerviosa, al mismo tiempo intenta nuevamente darse la vuelta para adentrarse en su hogar. —Naomi, esto que te paso fue muy grave, simplemente no puedo ignorar eso —El calvo dice de una manera preocupada, suaviza su agarre, apenas lo suficiente para que la presidenta no se sienta atrapada. —Suéltame por favor… solo vete, aprecio lo que hiciste, pero quiero estar sola —La rubia dice con voz cada vez más quebradiza. — ¿Por qué insistes en seguirme todo el tiempo? No necesitas preocuparte por mí —Aun no se digna a mirarlo, pero sabe que no podrá resistir mucho tiempo. —Sé que no debo… pero aun así lo hago —El humano dice y espera una respuesta por parte de la mujer que tiene delante de sus ojos. Pueda verla hacer una mueca, cerrar los ojos y apretarlos con fuerza. Aunque está agachando la cabeza puede ver su gesto de conflicto, gesto que pasa a resignación segundos después. —Aquí no… No donde pueden vernos, solo entremos a mi casa —Ella dice soltando la mano del humano y abrir la puerta principal. Anon está sorprendido por el repentino cambio de la chica, casi estaba seguro que ella se negaría y ahí terminarían sus oportunidades de confrontar lo sucedido. Casi un instante después sintió la mano de Naomi que lo guiaba dentro del sitio. Ahora estaban dentro de su casa, las luces del lugar dejan ver una gran estancia elegante y sofisticada. El lugar suelta una vibra acogedora de muebles tanto clásicos como modernos que contrastan con las paredes de tonos cálidos beige, el sitio es tan grande que su apartamento podría caber hasta varias veces dentro de la simple sala de estar. El calvo puede ver los costosos muebles de estilo italiano que le costarían una vida pagar, todos ellos tienen un diseño de blanco elegante con curvas suaves. La sala tiene un conjunto de Sofás de cuero hacen juego con las obras de arte y las estantes llenos de libros, en el centro una mesa de madera oscura decorativa da el ultimo toque de elegancia. Ante esto el humano no puede evitar sentirse fuera de lugar, solo el mirar su aspecto común lo hace sentir como si Naomi estuviera metiendo un vagabundo a su casa. No podía imaginar qué pensarían los padres de la chica, seguramente estarían disgustados cuando vieran el tipo de persona que acababa de entrar a su hogar. “Espera un momento…” Anon pensó mientras las alarmas sonaban de manera sorprendentemente fuerte en su cabeza, no solo había aceptado entrar a la casa de la Parasaurio, ahora probablemente tenía que hacer frente a los padres de la chica. Eso no era algo que había pensado en un principio, el supuso que simplemente se acobardaría antes de llegar a este punto. Con una mirada nerviosa Anon empezó a voltear a en todas direcciones, en busca de algún dinosaurio que estuviera a punto de tener un ataque o que apuntara un arma en su dirección. Tal vez estaba exagerando, pero ya había visto suficientes noticias donde personas murieron por recibir varios tiros de advertencia por la espalda, aun si estos fueron invitados a entrar. Pero a pesar de su preocupación… algo no está bien en el sitio. Desde que había entrado en el lugar, no había escuchado a Naomi decir una palabra para avisar de su llegada. Incluso ahora podía notar lo solitaria y bastante fría que se sentía la casa por dentro, mas con ese enorme tamaño que tenía. —Mis padres no se encuentran… ellos están trabajando —Ella dijo volteando dejando sus llaves en un tazón cercano a la puerta principal. —Usualmente llegan bastante tarde, podrían tardar varias horas… tal vez más, si deciden irse a divertir toda la noche —La chica habla con tono monótono, pero aun así se puede sentir que la última parte la dice con algo de recelo. Aun se puede ver en su mirada ese vacío que ha estado preocupando al humano, él no sabe cómo actuar o que hacer ahora. Pero ha llegado muy lejos como para darse vuelta y correr, no puede creer incluso que esta en este sitio en primer lugar. —¡Oh que descuido el mío!, ¿qué clase de anfitriona soy?, no te he ofrecido ni un vaso con agua o un taza de Té —Ella dice nuevamente con esa sonrisa falsa, se puede sentir el fuerte esfuerzo que hace por mantenerla en esos instantes. —Dame un minuto, regresare pronto —El tono quebradizo en su voz traiciona cualquier intento por mostrar alegría. Anon la ve darse la vuelta y caminar donde muy seguramente esta la cocina de la casa, pero no puede dejarla ir ahora, sea lo que sea que tenga que hacer debe ser afrontado ahora mismo. Sabe que si esto se extiende incluso puede perder el valor que ha reunido para ayudar a esta chica, ya sea porque sus padres lleguen temprano o simplemente porque la rubia se cierre nuevamente y no quiera hablar. —Naomi, por favor espera… —El humano dice mientras pone una mano en el hombro de la Parasaurio, al hacer contacto puede sentir un espasmo proveniente de la rubia. La chica no había volteado a verlo, pero puede sentir como ella soltó un suspiro de pesadez con un tono miserable, su cuerpo tembló… y eso fue todo. Ella se desmorono segundos después, las lágrimas y los sollozos escaparon con la fuerza de una presa de agua que ha colapsado. Naomi se gira para enterrar su rostro en el pecho del humano, la sorpresa de este repentino acto sorprende al chico que aún no sabe qué hacer. Ella sigue temblando y llora como si no hubiera un mañana, la explosión de emociones es demasiada para que pueda guardarla más en su corazón. A pesar de la posición, el humano puede ver como un torrente de lágrimas escapa de los ojos de la rubia, puede ver como ella aprieta su mandíbula intentando que sus sollozos se detengan, pero eso es imposible en ese punto. Puede sentir como las manos de ella se han aferrado fuertemente a su playera, la fuerza del agarre es tan fuerte que puede sentir las costuras más finas de su camisa romperse. Ella da pequeños golpes en el pecho del chico, gime de impotencia con balbuceos difíciles de entender y vuelve a llorar de manera descontrolada. Puede escuchar cómo lucha por mantener la compostura por momentos, como inclusos sus sollozos se detienen por la necesidad de respirar y gritar más fuerte. Anon sabe que no puede hacer o decir nada para consolarla, es la misma situación que en la biblioteca. Pero ahora la angustia y dolor es mayor, al grado que esta chica ya no lo está alejando con ira como lo fue hace unas cuantas horas atrás. No… Ahora ella busca aferrarse a lo que sea o a quien sea, su mundo perfecto ha terminado de colapsarse. Siente lastima por la chica que sigue aferrándose a él, puede verse así mismo tiempo atrás cuando sus oscuros secretos fueron revelados y fue el comienzo de la peor etapa de su vida. Solo que él no soltó ni una lagrima en ese tiempo, él se sumergió en el rencor, la indiferencia y la soledad, en ese ferviente deseo por alejarse de todos. Aun así, puede simpatizar con el sentimiento, de ser alguien que no tiene a nadie en su vida, alguien que le sostenga cuando se sienta que ha caído en lo más bajo. “No puedo dejar es eso le suceda a esta chica” Al momento la rodea con sus brazos de manera protectora, su altura facilita que ella pueda encajar perfectamente en ese abrazo que necesita en esos momentos. Ella no se niega, incluso busca desesperadamente ese confort que no ha tenido desde hace algún tiempo. Una de sus manos se coloca en su espalda y otra en su cabeza, sus dedos sienten la suavidad de los cabellos rubios de la Parasaurio. El sigue sin decir nada, solo espera que esa acción le haga sentir que ella no está sola en el mundo, que no la dejaría sola en su momento de mayor debilidad. No tiene idea si eso funcionara, si quiera si esto es lo correcto, pero la decisión que ha tomado es de manera personal. Esto es algo que esperaría que hubieran hecho por él, algo que hicieran unos padres amorosos, de amigos comprensivos o incluso de algún desconocido, una mano en su hombro que le hubiera dicho que “todo va a estar bien”. Anon piensa mientras sigue abrazando a Naomi, los llantos y lágrimas no parecen tener fin. La noche sigue transcurriendo y pronto una pequeña acción comienza a cambiar a un mundo que se ha desmoronado por completo. Fin del Capitulo 6 Notes: Hola a todos :D , Bienvenidos nuevamente a otro capitulo de esta historia, no sabes como los amo por todos esos comentarios que he recibido con apoyo para esto, estoy contenta y saben que cualquier comentario sera muy apreciado. Ahora con unos puntos para iniciar!!!!!! 1.- Primero que nada.... Quisiera agradecer al usuario de (X)Twitter @EDoge1972 (Edro El Perro Mamado) que hizo un fanart muy hermoso de esta historia, lo vi en Facebook y luego quede encantada con ello, donde quiera que estes tienes mi mas sinceras gracias. Fue un maravilloso regalo ya que al rededor de esos dias fue mi cumpleaños y espero que tos puedan ver tus grandiosos trabajos :3. twitter com/ EDoge1972/ status/ 1711554738552987880 (esta separado por que no se si dejen poner Links aqui) 2.- PERDON!!!!! El trabajo me consume mucho tiempo del dia para escribir, me tomo una hora al llegar para escribir algo, pero a veces ya se me acabaron las energias para hacerlo. Entre los tranportes, llegar y hacer labores pendientes del dia ahi voy con las ideas de este fic. 3.-Ahora con el fic, bueno... espero que la idea de lo que quise tratar aqui fuera clara. La idea de Anon al no quererse entrometerse en los problemas ajenos, de alejarse de todo. Pero eso intensificado al someterse en una situacion similar en su antigua escuela. De ahi la idea de ver si Anon puede vencer esas paredes y bloqueos que cualquiera podria tener tener que ser buena persona. Si de verdad podria dejar de lado su egoísmo (aunque no lo llamaria asi, pero a falta de mejor palabra....) y ayudar verdaderamente ah alguien. 4.- Tambien Naomi, que sin alguien que la ayude podria encerrarse completamente, crear una coraza de su falsa personalidad con tal de evadir los problemas. 5.- Finalmente este capitulo fue ligeramente mas extenso de lo que esperaba, pero abarque la mayoria de las cosas que necesitaba tratar aqui. Siento que fui algo mas "Descriptiva" con los escenarios y situaciones, pero todo con fin que quedara de acuerdo a lo que tenia pensado. 6.- Al final este capitulo es sobre las decisiones, si vale la pena arriesgarse a hacer algo para ser mejor persona o quedarse como siempre incluso si eso nos lleva a empeorar las cosas. Espero haber escrito bien eso. 7.- El drama no es mi fuerte (casi nada lo es) pero ahi va mi esfuerzo :3 8.- También he revisado capitulos anteriores, he arreglado unas faltas de ortografía y cosas para facilitar una agradable lectura :D Eso es todo, cualquier comentario lo apreciare como no tienen ni idea y espero volverlos a leer en otra entrega :D [NOTES] Hola de nuevo, ojala disfrutaran el incio de esta historia. Quise hacer algo con el reciente Hype por SnootGame (Culpo al amo HuntLeo perrito en taza por esta inesperada obsesión) y realmente no he visto otro lugar donde se suban fics de Snoot mas que aquí. Tengo otra cuenta en FF asi pero ahí no hay nada de Snoot Game tampoco... solamente otros proyectos mios. En cualquier caso si alguien alcanza a leer esto pues agradecería cualquier opinión me motivaría a seguir con esto. Espero tengan bonito día o noche Bye.