[NOTES] Hola a todos nuevamente, no saben cuanto aprecio que les este gustando este fic, Gracias por todos sus comentarios y espero disfruten la lectura (Este capitulo es un punto de vista de Naomi en los sucesos anteriores) Notas importantes al final del capitulo :3 [/NOTES] Punto de vista de Naomi La Parasaurio tenía una pequeña sonrisa mientras se encargaba de retirar algunos adornos navideños de la biblioteca, sus manos pequeñas y ágiles se tomaban el tiempo para no dañar ni un poco la estructura del lugar. Como siempre su trabajo era impecable, no había ni un rastro de la cinta adhesiva que se viera en las paredes o la madera de los estantes de libros. Tenía que hacerlo a varios metros de altura ya que estaban colocados en una posición alta, eso no hizo desistir a la presidenta que siempre cumplía con su labor. Era lo menos que podía hacer, el cuidar el mobiliario perteneciente a la institución era una cosa que debía hacer cada estudiante. Cada persona que buscara hacer sus tareas en este lugar encontraría un recinto más que digno para eso. Su mirada se posó en otro de los artículos de las fiestas de fin de año, este no se encontraba muy lejos de ella. Con un suave movimiento comenzó a descender de la escalera alta donde se subió para ganar esa altura que necesitaba para el trabajo. Terminando de bajar sacudió el poco polvo que tenía en sus ropas, poco después tomo la gran escalera y cargo con ella a unos cuantos metros donde se encontraba otro estante de libros. Con delicadeza recargo el objeto metálico y comenzó nuevamente a subir. No paso mucho tiempo antes que pudiera retirar el objeto y volver a descender al suelo. —Bien… creo que es el último —Ella se dijo así misma mientras veía como todos los artículos decorativos habían sido retirados en su totalidad. Sus pasos la guiaron a una de las grandes cajas que estaban en el suelo, ahí puso lo que ahora era basura dentro de la caja de cartón. La chica dio un suspiro de cansancio cuando vio que su trabajo estaba casi terminado, tal vez ahora pudiera darse un respiro que tanto necesitaba. Naomi dirigió la mirada hacia todo el recinto, este estaba vacío a excepción de ella y las muchas grandes cajas que contenían la basura navideña. No pudo evitar sentir un poco de satisfacción ante un trabajo bien hecho, incluso se tomó la libertad de pensar que nadie hubiera realizado esto mejor que ella. —Con esto casi terminamos… ahora solo falta sacar todo al reciclaje —La voz animada de la chica se escuchó en el solitario lugar, no tenía caso guardar silencio alguno si no había nadie. Le había tomado un par de horas terminar todo esto, pero era necesario ya que muchos de los estudiantes se estaban quejando del polvo que se estaban juntando en todas esas decoraciones. Como presidenta era su deber que los alumnos tengan un agradable y limpio lugar donde estudiar en la escuela. Después de todo, un lugar ordenado siempre será un sitio donde los estudiantes podrán trabar mejor. Además que el Director Spear le dio la tarea de mencionarle al Club de Lengua y Literatura de retirar estos adornos que ellos mismos insistieron tanto en poner. Pero siendo así… ¿Dónde estaba el Club en primer lugar? ¿Por qué ella estaba haciendo el trabajo por ellos? Bueno… no era algo que a la Parasaurio le gustara recordar, pero no tenía otra opción ya que el día en realidad estaba siendo algo duro con ella. El inicio de clases había comenzado como cualquier otro, un día más presentándose para seguir con lo que restaba del último semestre en la escuela. Ella tenía esperanza que este día fuera como cualquier otro, uno más donde se presentara y con suerte no fuera mucho el trabajo que le representaba ser la presidenta. No era como si lo odiara, amaba ser la presidenta del consejo estudiantil. Solo que en las últimas semanas habían sido de las más duras y agobiantes, desde que había ganado el cargo no se había sentido así de cansada haciendo todo esa labor. No se podían comparar con alguna fecha que tuviera algún evento deportivo o tal vez un festival escolar. Aunque esas representaban un gran esfuerzo, siempre tuvo la energía para afrontarlos todos y sacar lo mejor para que sus compañeros estudiantes tuviera la mejor experiencia. Claro, ella tuvo mucha ayuda de parte del consejo y sobre todo de Naser… La chica tuvo que sacudir su cabeza, no podía evitar que los recuerdos de su Exnovio invadieran su mente de nuevo. Muchas veces tenía que hacer eso para evitar recordarlo, no podía permitirse que la tristeza de su relación fallida la abrumara en esos momentos. No era sencillo, pero hasta ahora podía considerar un avance el no estar pensando en el Ptero todo el tiempo. Su trabajo como presidenta la había mantenido tan ocupada que pocas veces se puso a pensar en el hombre que consideraba era su pareja ideal. Los pequeños destellos de su antiguo amado aun eran constantes, pero siempre lograba sobreponerse con algo de trabajo y esfuerzo. Mas estas semanas, ya que sus deberes parecían no podía darle un poco de tiempo libre. Podía decir que agradecía eso hasta cierto punto… El estar tan ocupada que no tenía tiempo ni para pensar en la desdicha que tenía día a día. Donde ya no estaba tan de acuerdo, era cuando toda esa labor la sobrepasaba y necesitaba ayuda. Ella tenía obligación de hacer estas cosas, pero muchas veces contaba con sus compañeros del consejo para esto. El problema era que ellos mismos habían cambiado la actitud en las últimas semanas, de alguna manera todo fue cuesta abajo cuando sucedió su ruptura. Los primeros días donde Naser dejo de ir al consejo no hubo algún problema en realidad, simplemente preguntaban por su ausencia en las reuniones y continuaban su trabajo juntos. Eso cambio cuando se revelo que había dimitido del consejo, después de ello todos comenzaron a cambiar su amable actitud. Siempre con excusas de que no podían ir a las reuniones o ayudar en las labores del consejo porque tenían actividades extracurriculares, tareas o algún otro asunto pendiente en otra parte. La chica había tomado esas palabras al principio como algo normal, después de todo sus compañeros también tenían otras cosas más que dedicarse a su totalidad al consejo. Pero esa conducta se repito día tras día, al final había comprendido que esa situación no cambiaría pronto. No estaba segura, pero casi podía afirmar que los rumores que tanto la habían perseguido desde su ruptura salieron del mismo consejo. Recordaba que el día que Naser dimitió a su puesto, todos la miraban como si tuviera la culpa, incluso algunos trataron de detener al Ptero antes que saliera de la habitación rogando que no se fuera. Su Exnovio tuvo unas palabras con pocos de ellos, asegurando que se iba por problemas personales. Pero eso fue suficiente para que comenzaran con todos esos problemas que se presentaron en los días siguientes. Naomi no era tonta, ella sabía lo que estaban haciendo y estuvo a momentos de informarle a Spears sobre esta falta de responsabilidad, incumpliendo el compromiso que ellos aceptaron al ser miembros del consejo. Pero al final no lo hizo… no lo hizo porque tenía miedo. Miedo de su rechazo de manera abierta, donde simplemente la dejarían de lado e incluso podían hacer algo para retirarla como Presidenta. Un motivo tonto, incluso reprochable en cualquiera de los casos. Aun así, no podía arriesgarse a que eso sucediera, no tenía el corazón de enfrentar un problema así en estos momentos. Así que ahora por esos motivos estaba sola haciendo ese trabajo, no tenía que hacerlo en primer lugar. Esa era responsabilidad del Club de Lengua y Literatura, habían sido notificados del límite de tiempo que puso Spears y la propia Biblioteca. Un día anterior había informado al Club de L&L al inicio de clases sobre el asunto, si bien no fue recibida de buena manera, al menos pudo llegar a un acuerdo con los estudiantes. Ellos quitarían los adornos si ella se comprometía a ayudarlos en esa tarea. Para hacerlo necesitaban tiempo, el suficiente para que no les afectara en sus actividades después de la escuela, así que tenían que hacer el trabajo antes de salir de clases. La rubia solo atino a suspirar cuando recordó lo ingenua que había sido en ese momento, no solo habían puesto como argumento que ella tenía que ayudar, también habían insistido en que la biblioteca tenía que estar sola para hacer un mejor trabajo. Y así lo había hecho, en su afán de ayudar, pudo conseguir un permiso de Spears para que ese día los del club pudieran faltar a algunas clases después del almuerzo. Igualmente un permiso para que la biblioteca estuviera cerrada hasta unas horas después de la salida de clases, no tendrían problemas en retirar los adornos ese día sin quejas por el ruido o por las cajas en el lugar. No hubiera sido un problema si el Club de L&L cumpliera su parte del trato. Muy pocos alumnos se presentaron para ayudar, muchos aprovecharon el permiso para irse a sus casas temprano o simplemente salir de la escuela sin tener que dar explicaciones. Al final era solamente ella junto con un grupo muy reducido del club, ellos no tenían mucho interés por ayudar a retirar cada uno de los adornos en primer lugar. Como pudo organizo a los asistentes y comenzaron su labor, pero era mejor decir que los del club solo estorbaban más que ayudarla realmente. No paso mucho tiempo antes que cada uno de ellos buscara una excusa tonta para retirarse, uno a uno se fueron marchando ya sea con el permiso de Naomi o solamente cruzando la puerta con un gran dedo medio para la presidenta. Las risas de los estudiantes al ver sus intentos para detenerlos no se hicieron esperar, todo ese tiempo fue desperdiciado, todos pudieron esforzase juntos para acabar más rápido… pero prefirieron dejarla con todo el trabajo. Ahora estaba ella sola quitando cada uno de los arreglos, le había tomado horas bajar los objetos distribuidos en la biblioteca. Y todavía quedaba de reunir todas las cajas y tirarlas a los contenedores de basura antes de pensar en irse a su casa. Aun con todos los problemas de los últimos días, la falta de interés del consejo, la deshonestidad del Club de L&L y el trabajo físico…. no se sentía tan mal por ello, por alguna razón esta semana no fue tan pesada. Podía incluso pensar que su actitud no fue tan depresiva como lo era inicialmente, incluso ahora podida decir que lo tomaba como un reto personal. El probarse que tan buena presidenta podía ser, incluso con estos inconvenientes que enfadarían a cualquiera. Todo había cambiado, desde el día donde se quedó después de clases junto al chico nuevo Anon, podía decir que algo realmente la hizo seguir adelante. La chica dejo escapar una triste sonrisa al recordar la última vez que estuvo con el humano. Ese día donde descubrió que no solamente la molestaban con esos falsos rumores, también la comenzaban sobrecargar con trabajo innecesario por las bromas de algunos estudiantes inmaduros. No sería equivocado decir que realmente ese día se sintió de lo peor, el saber que los propios compañeros por los que se esforzaba tanto no solo la despreciaban, también no tenían el minino aprecio por su labor como presidenta. Puede que no deba encasillar a todos en esa sola acusación, pero era difícil con la cantidad de peticiones de broma que se había encontrado ese día. Ella misma podía jurar que ninguna de las peticiones era hecha por dos personas iguales, así que al menos una buena cantidad de alumnos se puso de acuerdo para hacerla perder su tiempo de manera tan desastrosa. Todo eso la había abrumado esa tarde, la sensación que sus esfuerzos por más grandes solo eran un juego, una simple broma donde ella era la única víctima. Posiblemente pudo haberse quebrado ese día, en ese mismo instante donde sus problemas ya eran difíciles de retener en sus pensamientos. ¿De verdad merecía recibir esas bromas en primer lugar? Claro que no, simplemente ella quería ayudar y todos se aprovecharon de eso. Pero volviendo con el humano… no sabía que pensar en realidad. Lo había conocido en su primer día de clases, ese pobre y desafortunado humano, apenas se encontraron pregunto por un lugar comunitario donde comer. Sabía que la mayoría de los humanos no tenían un estatus social tan grande, pero por Jesusraptor que este chico necesitaba toda la ayuda posible. Incluso había pensado en inscribirlo al programa de ayuda de la escuela, como presidenta tenía que velar por la salud y bienestar de los alumnos. No había nadie más desafortunado que este Anon, incluso tuvo que comer esa comida barata para pobres que vendían en la escuela. De alguna manera este humano solitario, que se rehusaba convivir con sus compañeros, que no quería unirse a ningún club extracurricular que proporcionaba el instituto y que no tenía el mínimo sentido de la moda… había sido el único que no la había menospreciado. Todo lo contrario, no solo la había reconocido cuando era invisible para los demás. También la ayudado en esos momentos donde estaba desesperada, le ofreció una mano para apoyarse e incluso pasaron un rato juntos. Pero lo más importante, él era el único actualmente que pensaba que su labor como presidenta no era una burla para todos. Las palabras que escucho del humano habían tocado algo dentro de su corazón, algo que necesitaba escuchar desesperadamente desde hace mucho tiempo. “Yo creo que estás haciendo un buen trabajo” Esas simples palabras estuvieron en sus pensamientos por muchos días, después de algún tiempo sintiéndose en la miseria podía al menos asegurar que sus esfuerzos no eran en vano. Recordaba cómo después de esa noche ya no había vuelto a llorar por su ruptura con Naser y sus esfuerzos no reconocidos como presidenta. No tenía idea de cuánto necesitaba escuchar esas palabras, era como si le hubiera dado un aire fresco de alivio. No solo eso, los días que le siguieron sentía como si esas agobiantes tareas ya no tuvieran esa pesadez enorme de antes. De alguna manera eso la hacía… sentir mejor. Se sentía bien el saber que al menos todo ese esfuerzo era reconocido por una persona. Tal vez había más estudiantes que pensaban igual que Anon, a lo mejor algunos simplemente nunca se tomarían el tiempo y esfuerzo en decírselo en voz alta. Pero la gran diferencia, es que aquí tenía una persona que la apoyo en un momento donde nadie más lo hizo y eso era realmente gratificante. Ella misma diría que estaba sorprendida de que este chico no pensara mal de su situación, incluso si lo único que había escuchado eran rumores falsos. Y… eso le dio grandes expectativas. Naomi sintió como sus mejillas ardían un poco ante la idea de conocer al humano, realmente quería saber quién era esta persona que estaba en su mente los últimos días. Tal vez la idea era demasiado alocada para alguien como ella, pero quería saber en algún momento si Anon podía ser su amigo. Amigos… Esa extraña palabra que para cualquiera es muy simple, pero para la Parasaurio era un misterio. Desde que ingreso en el Instituto y mucho antes de salir con Naser no tuvo muchos amigos, casi podría decir que ninguno. Siempre había sido una Nerd tranquila y mansa que pasaba inadvertida en clase, tal vez juntándose con uno que otro compañero por obligación, pero nada de importancia. Incluso después de ser la presidenta y estar saliendo con el mejor atleta de la escuela, podía asegurar que nunca se preocupó por hacer una nueva amistad. Todo lo que ella necesitaba era a su novio, las personas llegaban por si mismas a su alrededor para ver los perfectos que eran. Muchos de ellos eran amables y gentiles, siempre buscaban la compañía de ambos, esos fueron grandes y hermosos momentos que guardaría en su mente por siempre. Pero… ¿Realmente algunas de esas personas que conoció eran realmente sus amigos? Por más que obvio, la respuesta era sencilla… No. Ahora que lo pensaba bien, todas esas personas solo eran amigos de Naser que iban a apoyarlo en todos esos eventos y festividades, amigos y conocidos que se había ganado por su buen corazón y simpatía. Por momentos su mente se había hecho la idea de que tendrían el mismo aprecio por ella, pero era claro que las cosas no funcionaban así. No puedes esperar que te tengan algo de simpatía solo por ser conocido de alguien o ser su pareja siquiera. Y se sentía tonta de empezar a entenderlo hasta ahora, solamente cuando estaba percibiendo toda esta soledad de no formar una amistad real. Por eso mismo ella no quería perder esta oportunidad de interactuar con el recién llegado, aun con su agenda ocupada estaba buscando la oportunidad para acercarse al humano. Siempre trataba de llegar temprano para hablar un rato con él, trataba darle siempre un saludo o una sonrisa para que no se sintiera incómodo con su presencia. Aun no se había armado de valor para hablarle de forma más directa, pero en su pecho tenía una fuerte necesidad de agradecerle lo que hizo por ella. Muchas de las ocasiones le preparo un almuerzo vegano para intentar invitarlo a almorzar y formar esa amistad que tanto ansiaba. Pero siempre su miedo de ser rechazada la dominaba y terminaba echándose para atrás, más cuando eso significaba que ella tendría que ir a la cafetería y encontrarse con su Exnovio. Había incluso buscado libros de cómo hacerse amigos de humanos, pero no encontró nada al respecto que la ayudara con ese problema. Todos esos libros siempre hablaban de la terquedad, salvajismo y los primitivos que eran los neandertales y humanos en general. De cómo la diplomacia de los Dinosaurios había contribuido a que estos encontraran un lugar en una sociedad más civilizada, que sus actitudes cambiaran para mejor y era por eso que debían estar agradecidos. Al principio ella tuvo que leer varias veces esos libros por todo el contenido extraño que tenían, pero incluso hasta ella sabía que esos textos estaban “levemente” exagerados. No podía tomarse tan enserio esos libros, más conociendo al Director Spears y Anon que no encajaban para nada con esa descripción… al menos en su mayoría. Anon tal vez era una persona desafortunada financieramente y con falta de buen gusto, pero de ninguna manera era incivilizado o salvaje… Él era buena persona. Fue entonces que a la chica se le había ocurrido una idea, ella volteo a ver a su alrededor y vio la gran cantidad cajas que aún estaban en el recinto. El trabajo de mover todo seguramente requiera al menos una hora si lo hacía sola. Pero… sería más rápido para dos personas hacer eso ¿No? Con una sonrisa más grande camino hacia su mochila que estaba en una de las mesas de trabajo del lugar, con rapidez encontró su celular y comenzó a buscar el número de contacto de Anon. Por unos momentos se sintió avergonzada, recordó que había tomado “prestado” la información del archivo en la computadora del director. ¡No podían culparla!, ella tenía que estar atenta del estudiante nuevo y cualquier necesidad que tuviera en esta escuela. Como presidenta, ella debía tener contacto directo con Anon si era un asunto urgente y eso era suficiente para lo que había hecho… ¿Verdad? Su sonrisa decayó un poco, se dio cuenta que en su reloj marcaba que las clases ya habían acabado. No con el suficiente tiempo para los que tuvieran alguna clase o actividad extra se fueran, pero si el suficiente para que los demás que no tenían nada pendiente se ya estuvieran camino a sus casas. “¿Sera posible que aun este aquí?” Ella se preguntó algo decaída cuando pensó que su brillante idea había fracasado desde un principio, con todo el trabajo no se había dado cuenta que posiblemente el humano ya no estuviera siquiera en el instituto. Se sentía algo decepcionada por eso, su plan era el pedirle ayuda para llevar todo esto a los contenedores de basura y así acabar con esta labor más rápido. Algunos viajes serían suficientes para terminar, luego podría invitarlo a comer algo fuera del instituto como agradecimiento. Dudaba que rechazara la oferta, siendo que lo único que almorzaba era la comida de pobres de la cafetería, eso sería un agradecimiento generoso… No todos los días alguien en su condición podía ir a uno de esos restaurantes a los que ella iba. Si las cosas salían bien, ahí podía formar una amistad. Podría reunir un poco de valor para eso y sería absolutamente maravilloso, eso le causaba una emoción nueva que no sentía hace bastante tiempo. —Tal vez ya es una oportunidad perdida para el día de hoy… —Ella se dijo mientras volteaba a ver su dispositivo nuevamente. Fue entonces que se dio cuenta que su celular estaba entrando en llamada con el número del chico calvo, entro en pánico ya que en esos momentos no se encontraba preparada mentalmente para hablar con Anon. Sus manos torpes hicieron que su teléfono tambaleara y amenazara por caerse al suelo, pero con un rápido movimiento pudo cancelar la llamada. Un suspiro de alivio salió de ella cuando vio que no había alcanzado a contestar siquiera, al menos esperaba que eso llamara la atención del chico. Ignorando ese minúsculo error, comenzó a redactar su mensaje de texto, podía sentir el nerviosismo cuando sus dedos tocaban la pantalla táctil del dispositivo. No perdía nada ahora, ya había pasado la vergüenza de marcarle por error, al menos podía intentar seguir con su plan, lo peor que podía suceder es que le dijera que se había ido del instituto. Naomi: Hola Anon. Soy Naomi, siento por interrumpir ¿Aun estas en la escuela? La Parasaurio espero por unos instantes, pero esos momentos se estaban convirtiendo en horas para ella. No pudiendo esperar más, comenzó escribir otro texto con una disculpa enorme por llamarlo en un momento que no pudiera ser oportuno y sobre una excusa terriblemente larga por la cual ella tenía su número de teléfono. Anon: Si, aún estoy en la escuela ¿Sucedió algo? El sonido del celular detuvo a la chica y dejo de escribir ese texto infinitamente largo, cuando vio el mensaje pudo sentir un alivio pasar por su cuerpo. Anon aún se encontraba en el instituto por alguna extraña razón, pero eso no importaba ahora. Tomándose un momento dio un respiro y pensó sobre lo que estaba haciendo, de querer conocer mejor al humano. De usar su trabajo como excusa para verlo nuevamente, sobre pensar si este chico estaría interesado en ser su amigo. Ella no era así de impulsiva, siempre tomaba riesgos calculados y preparaba todo para que fuera perfecto. Todas las veces tenía un plan para todo y movía las cosas para que salieran como ella lo necesitaba. Pero ahora estaba aquí, a punto de tomar una decisión impulsiva y sabía que si las cosas salían mal no podría sopórtalo. Así que tomando algo de valor comenzó a escribir una vez más en el dispositivo, necesitaba saber que al menos había hecho el intento. Naomi: Oh Anón, tengo un pequeño problema y me apena pedirte esto… no sé si podrías ayudarme. Por primera vez en su vida la chica cruzo los dedos esperando una respuesta positiva, realmente esperaba tener esta oportunidad. Si bien la tensión la estaba matando, podía decir que era una de las pocas de las veces que el nerviosismo venia combinado con algo de esperanza. Anon: Claro, ¿Dónde te veo? Ella soltó un chillido de alegría, no esperaba que el chico aceptara ir con ella tan repentinamente. Por momentos se detuvo y volteo a ver si alguien había escuchado su nada silenciosa muestra de entusiasmo. La chica sonrió al ver estar sola en la biblioteca tenía sus ventajas, sin perder más tiempo comenzó a escribir otro mensaje para el chico. Naomi: ¡Gracias! No sabes cuánto te agradezco, necesito que vayas a la biblioteca en cuanto puedas, apreciaría que fuera lo más rápido posible. Anon: Estaré ahí en cuanto pueda. La rubia tuvo que sentarse en una de las sillas de la biblioteca, una pequeña corriente de emoción cruzo su cuerpo y ese sentimiento era completamente nuevo para ella. De alguna manera lo había hecho y su plan perfecto estaba tomando un rumbo de acuerdo a lo esperado. Tomándose unos segundos dio una mirada a su alrededor, su emoción aún no había bajado ni un poco, pero aun tenia asuntos pendientes con su labor del día. Determinando que ya era suficiente descanso comenzó a ordenar las cosas, así cuando llegara el humano pudieran terminar pronto y luego ser libres el final del día. Así que por primera vez en semanas una tonada muy melosa y azucarada salió de los labios de la rubia, no había letras en esos sonidos, solo una canción torpemente entonada que mostraba su estado de ánimo. Las cosas estaban mejorando poco a poco en su vida y nada podía salir mal ahora… La visión de la Parasaurio alegre que sellaba las cajas no debía ser rara de ver, pero eso era algo que solo se veía cuando estaba cerca de Naser. En su entusiasmo no pudo notar la presencia de estudiantes que habían llegado a la entrada de la Biblioteca. A los ojos unos recién llegados que la veían con malicia, esa felicidad de era algo que no podían soportar y no tardarían en que esa visión de la chica alegre se acabara de una buena vez. —Miren lo que tenemos aquí…—Una voz fría se escuchó repentinamente en el recinto haciendo que Naomi volteara con sorpresa. La presidenta vio como en la entrada de la biblioteca se encontraba un grupo de estudiantes, pudo ver que eran una variedad de hombres y mujeres. Por sus ropas podía asegurar que pertenecían a uno de los clubes de deportivos de la escuela. Su alegre actitud se disipó de su rostro, pudo reconocer que estas personas eran del mismo Club al que pertenecía Naser. Con una mirada rápida busco a su antigua pareja en la multitud, pero no encontró rastro alguno. Un pequeño suspiro de alivio salió de ella mientras trataba de recuperar la compostura. —Oh vaya, disculpen no los había visto… ¿Necesitaban usar las instalaciones? —La rubia dijo un poco avergonzada por ser sorprendida entonando una canción mientras terminaba sus labores. —Me temo que la biblioteca está cerrada por el momento, tendrán que esperar un rato más para poder hacer uso de ellas… —La chica dijo con una amable sonrisa y esperando no importunar a estas personas que venían a realizar sus trabajos escolares. —Oh Naomi… siempre tan diligente y ocupada… todo un ejemplo de lo que necesitamos como nuestra Presidenta Estudiantil —Una de las chicas del grupo dijo con gran sarcasmo mientras se adentraba en el lugar. La mujer del club de atletismo, una velociraptor verde de cabello negro y corto tomo rumbo hacia la presidenta. Con pasos lentos algunas de las otras alumnas siguieron a su compañera. Los que quedaron fuera miraban con diferentes gestos. Algunos tenían miradas de burla, otros de diversión, algunos más simplemente eran indiferentes, alguno que otro tenía el celular como si estuviera filmado el momento. Esa acción no le gustó nada a la Parasaurio que tenía una extraña sensación, algo que le decía que debía estar alerta. Pero no podía dudar así de sus compañeros estudiantes, posiblemente solo buscaban algún consejo o favor por parte de ella. —Bueno… ¿Puedo ayudarlos en algo? —Naomi dijo con una gran sonrisa, ella no pudo evitar como las personas la veían con un gesto de desagrado ante su pregunta. —Oh vaya ¿ayudarnos?, No lo sé… creo que ya has hecho suficiente… ¿Verdad chicos? —La velociraptor dijo con una gran sonrisa, mientras se acercaba de una forma bastante invasiva a la presidenta. Naomi no pudo evitar retroceder ante el acercamiento brusco de esa chica, la mirada de la atleta mostraba un semblante de falsa tranquilidad. El dar unos pasos hacia atrás no fue desapercibido por el grupo, ellos rieron de sus acciones, pero aun así no hicieron nada más al respecto. —Y-yo... no sé a qué te refieres —Naomi dijo con voz un poco temblorosa, por unos momentos frunció el ceño al delatar ese temor que le provocaba esta situación. —Solo mírala, parece que va a llorar en cualquier momento —Una Alosaurio gris dijo mientras tapaba su hocico con una mano para disimular una cruel burla. —¿Qué le pasa a nuestra presidenta? ¿No puede mantener la compostura por solo unos minutos? —La voz de otra chica se escuchó, en esta ocasión una Ptero de color rosa que se sentaba con descaro en una de las mesas de la biblioteca. Naomi no dijo nada, en su garganta se empezó a formar un nudo que le impedía hablar. En ese momento se sintió temerosa, no había razón, estas chicas no habían hecho nada malo. Pero aun así, ese comportamiento poco apropiado le recordaba momentos bastante malos antes de entrar al Instituto Volcano. —No Naomi… no puedes ayudarnos, no queremos más tu ayuda —La velociraptor verde puso un dedo en la barbilla de la presidenta. —Si… tenemos suficiente con lo que haces, siempre corriendo de un lado a otro, asegurándose que todo sea “Perfecto” para todos… —La misma chica dijo en un tono que rozaba la burla y la rencor. —Siempre mostrándote como la señorita alegría y perfección… ¿Cómo no agradeceríamos eso? —La pelinegra comenzó a mover su mano ahora jugando con alguno de los cabellos rubios de la chica. —Entonces que… —La rubia trato de hablar, solo para sentir el dolor en su cabeza ya la otra chica había tomado algunos de sus cabellos y los tiraba con fuerza. —¿No te han dicho que es mala educación interrumpir a otras personas? —La voz de la velocitaptor ahora tenía un tono más de furia. La Parasaurio comenzó a soltar sonidos de dolor, la posición en que se encontraba la hacía difícil mantener una postura adecuada ya que aún estaba siendo jalada de los cabellos por la atleta. Su mente estaba confundida, el repentino actuar de esta chica que la atacaba sin motivo no era algo que esperaba. La chica rubia entro en pánico cuando sintió como la tomaban de su camisa para aventarla en un rápido movimiento. Unos momentos después sintió el duro suelo, un sonido de malestar salió de ella cuando sintió el punzante dolor en uno de sus costados. —¿P-por qué me hacen esto? Yo no les he hecho nada —Ella dijo mientras sentía como ponían un pie sobre de ella. —Oh… La nerd sabelotodo no sabe siquiera lo que ha hecho… —La Ptero de color rosa dijo en risas, mientras inspeccionaba con interés un celular que le pertenecía a la presidenta. —Creí que con al ser la presidenta sabrías al menos todo lo que sucede en la escuela… que patética eres —La Alosaurio dijo con verdadero resentimiento. —Y-yo no sé de qué hablan… —La chica intento decir algo solo para sentir como el pie que tenía sobre de ella provocaba más presión y causándole dolor en el costado donde la estaban pisando. —¿Quién te dijo que podías hablar? —La velociraptor gruño mostrando sus grandes colmillos en un gesto de furia. Naomi aun en el piso sintió como su cuerpo estaba empezando a temblar ante esa sensación de ser atacada, su cuerpo instintivamente se encogió buscando una seguridad que no tenía en ese momento. Su mirada evitaba centrarse en sus atacantes que solo se mofaban de ella a cada segundo, sus ojos esmeraldas ya tenían en ellos unas cuantas lágrimas que negaba a soltar. No quería llorar frente a estas personas, debía evitar verse débil y vulnerable, pero a pesar de sus esfuerzos estaba fallando totalmente. —Sabes… no quería fuera de esta manera, de algun modo todos estábamos contentos de no verte más por el club de atletismo —La pelinegra quito su pie y volteo a ver a la presidenta que aún estaba en el suelo. —Cuando supimos que nuestro querido Naser había roto contigo todos estábamos más que felices, al fin la perra azucarada no lo alejaría de su equipo que tanto lo necesitaba —La velociraptor dijo con descaro, mientras se inclinaba para que la rubia la escuchara mucho mejor. —Dios… no sabes el infierno que todos teníamos cuando te escuchábamos hablar, cada palabra, cada frase llena de ese entusiasmo que tienes… ¡por Jesusraptor! Juro que podía darme diabetes de tan solo escucharte —Ahora el desprecio de la pelinegra era genuino, su mirada llena de frustración hacía reír a sus demás compañeros que compartían su opinión. —No sabes por cuanto tiempo quería decirte que te fueras a la mierda, por cada vez que teníamos un evento o alguna actividad y metías tu hocico en los asuntos del club… siempre haciendo todo a tu manera, para que sea “perfecto” y Naser fuera el que sobresaliera más que los otros —Los dientes afilados de la chica y su mirada fruncida daban el mensaje que realmente estaba enojada por todos esos recuerdos. —Siempre haciendo a un lado la opinión de los demás y mandando como si tuvieras algún derecho en el club —La chica levanto un puño en dirección a la Parasaurio en el suelo con motivo de dar un golpe, pero fue detenida por la Alosaurio que la miraba con un gesto para que se detuviera. —Pero… podía ignorar eso, de alguna manera a pesar de ser la perra azucarada lograste que club sobresaliera más — La pelinegra dijo con frustración de admitir que Naomi había hecho algo bueno. —Incluso todos estábamos pensado olvidar todo, ya que Naser parecía que se dedicaría más tiempo al club, incluso tú te veías como una mierda cuando hablaban a tus espaldas… que mejor que ver a nuestra presidenta perfecta en la miseria —Ella dijo un poco más animada y volteando ver a los compañeros que estaban en la puerta. —Pero luego… con el paso de las semanas Naser abandono nuestro club y se comenzó a meter en problemas —La voz fría de la Velocitaptor hizo que Naomi se estremeciera ante esa oración. —Nuestro capitán abandono nuestro club, él dijo que necesitaba tiempo para arreglar sus asuntos… pero todos sabíamos que la culpa era de la una puta zorra que rompió su corazón —Al momento el sonido de varios estudiantes se escuchó dándole la razón a la chica. —Mientras él se encontraba triste y decaído, tú estabas tan campante y alegre haciendo tu labor como si no te importara nada… cuando pasamos aquí por casualidad y te escuchamos en la biblioteca soltar tus insoportables chillidos de alegría y entonando tus canciones melosas… no lo pude soportar —La pelinegra se dio la vuelta y pateo una de las cajas de artículos navideños destrozándola por completo. Por su parte Naomi aun en el suelo, podía sentir su angustia crecer a cada momento por las palabras de la chica, no solo la revelación de que todos en el club de su Exnovio parecían aborrecerla. También el hecho de que Naser había abandonado sus actividades en el atletismo era algo inimaginable para ella. La rubia hizo todo lo posible para no entrometerse más en los asuntos del Ptero después de su ruptura, evitándolo y pensando que así él tendría más tiempo en pensar en sus problemas. Tal vez el comprendería que había hecho un error y buscaría que las cosas fueran como antes. Cuando supo que se metió en problemas al golpear a alguien en el auditorio, por un momento se negó a creerlo, no había manera que el bueno de Naser pudiera hacer eso. Él era el chico más popular y perfecto, no podía concebir la idea que ese el hombre que tanto amaba tuviera un comportamiento así. También había evitado verlo el día que fue con el director Spears para su castigo, no tenía valor de verlo y más cuando los reportes de estudiantes problemáticos empezaban a llegar con su nombre completo. Aun así ella no hizo nada al respecto… tenía la esperanza que su hombre perfecto encontrara la razón y comprendiera que estaba perdido sin ella. —No puede ser… el ama ese club, él nunca podría… —El sonido de la voz temblorosa de la rubia se escuchó pero fue interrumpida una vez más. —¡Que guardes silencio! ¡No soporto tu voz! —La velociraptor verde dio un pisotón cerca del rostro de Naomi, la rubia tembló ante repentino acto. —¿No crees que te estas exagerando? Dijiste que solo querías hablar con ella, tal vez asustarla un poco —La Alosaurio dijo un tanto incomoda por lo que estaba viendo. —Y eso estamos haciendo, no tengo la culpa que la perra se cayera al suelo cuando se atoro su blusa con mi mano, menos cuando su pelo se enredó en mis dedos, ¿O me equivoco? —Ella dijo en tono sarcástico mientras veía al resto de sus compañeros que solo reían en diversión. —Estoy segura que todo es un malentendido y nunca le diría al director Spears, ¿Verdad pequeña imbécil? —La chica dijo mientras con sus garras tomaba de nuevo al cabello de la rubia y la levantaba un poco de suelo. Naomi quería gritar de dolor al sentir como tomaba su pelo con fuerza, sus ojos se cerraron para no ver a su atacante y retuvo sus lágrimas con todas sus fuerzas. Con un movimiento ella negó la cabeza para cumplir los deseos de la deportista, todo por miedo a algún acto más atrevido y doloroso. —Estoy segura que la maldita nerd no se tomó la molestia de aprenderse siquiera nuestros nombres, siempre era “Naser y la señorita perfección” —La pelinegra hablo soltando el pelo de la presidenta, en sus manos aún quedaban rastros del cabello rubio de la chica. La Parasaurio dejo escapar algunas lágrimas cuando su cabeza toco el piso, su temor se intensifico cuando escucho la oración de la chica. Esta persona tenía razón, ella nunca se había tomado el tiempo de recordar el nombre de los compañeros de su novio, no quería pensar en que le harían si supieran que era verdad. —Hey chicas, miren lo que encontré en el teléfono de nuestra presidenta, creo que ya sé porque estaba tan contenta —Una voz animada de la Ptero rosada se escuchó mientras les mostraba el celular que andaba revisando hasta hace unos momentos. Los ojos de Naomi se abrieron mientras veía como la otra estudiante sostenía su teléfono y se lo mostraba al resto del grupo. La presidenta miro con horror como su privacidad había sido violada por una de estas chicas, incluso había entrado en sus conversaciones privadas. “No… por favor no” Naomi pensó desesperadamente, ella intentaba estirar su mano para alcanzar su dispositivo que estaba en las garras de estas mujeres. Sus esfuerzos fueron en vano ya que por el temor no podía moverse siquiera, eso hacía ver aún más patética la forma en que se encontraba a los ojos de las mujeres. —Vaya… pensé que aun tenías algo de dignidad, pero parece que nuestra presidenta tiene unos gustos bastante enfermos —La velociraptor dijo mientras sostenía el celular de Naomi y daba una mirada divertida. —¿Así que por esto dejaste a Naser? ¿Un humano?, debo decir que esto es bastante triste… con razón nuestro mejor atleta estaba tan deprimido —Con una carcajada bastante fuerte la pelinegra comenzó a mirar al resto del grupo. —Y estabas esperando reunirte con él aquí mismo… no me imagino que cosas tan sucias estabas planeando hacer con el humano aquí a solas —Una vez más la mayoría del grupo comenzó a hacer sonidos de desagradables ante la oración. —Repugnante… —Con desagrado la Alosaurio hablo mientras tenía una mirada de asco en su rostro. —¡Espera! ¿No es el mismo humano que se reúne con Naser y el guapo drogadicto a la hora del almuerzo? —La Ptero rosada menciono mientras ponía su dedo en su barbilla tratando de recordar. —Tonta, claro que es el mismo, es el único humano que está en esta escuela —La líder hablo fastidiada mientras apretaba con fuerza el dispositivo. —De igual manera tenemos que arreglar cuentas con ese simio sin pelo que anda aprovechándose de la amabilidad de nuestro capitán… oh que cara pondrá Naser cuando sepa que el cara de mono se está acostando con su antigua novia —Con una risa de gozo salió de la chica se deleitó al pensar que seguro su capitán volvería al club y les agradecería enormemente por su lealtad. La atleta aun sonriente tomo el teléfono y estuvo a punto de arrojarlo al suelo, solo para ser interceptada por Naomi que se levantó sin ser notada. La parasaurio en un intento de recuperar su celular se había puesto de pie, sin pensar en lo que estaba haciendo se encamino a la velociraptor y trato de arrancar el dispositivo de las manos de la otra chica. En el forcejeo y gracias a que la atleta estaba distraída, Naomi logro arrebatarle el preciado objeto, lo que no esperaba es que la pelinegra cayera el piso como resultado. El silencio en el lugar fue lúgubre, mientras la mirada asustada de la presidenta veía al grupo sin saber qué hacer, inconscientemente se aferró al dispositivo como si fuera lo más preciado en su vida. —¿Qué demonios?… maldita perra —La pelinegra gruño cuando se dio cuenta de lo que había sucedido, sus manos se cerraron con tal fuerza que sus garras atravesaron su piel y ahora dejaban salir un poco de sangre. —¡ESTAS MUERTA! —La chica grito mientras se levantaba para abalanzarse sobre Naomi. Para la desdicha de la atleta fue detenida por varios de sus compañeros del club, algunos de ellos se adentraron cuando vieron la escena y comenzaron a correr hacia su amiga. El forcejeo de esta chica era poderoso y el grupo apenas tenía fuerza para contenerla. —¡Oye imbécil! ¿Quieres meterte en más problemas? Ya fue suficiente —Uno de los hombres dijo mientras recibía un codazo de la chica en pleno rostro. —¡Si! Dijiste que no llegarías tan lejos, sé que quieres lastimar a la mascota de Spears pero no vale la pena —Otra persona se escuchó mientras rodeaba del cuello a la velociraptor. Después de algunos momentos la chica se detuvo, ella empezó a respirar pesadamente ya que su mente se había nublado con ira y solo pensaba en lastimar a Naomi por lo que se había atrevido a hacer. —Tienes suerte que estos idiotas no quieren que me meta en más problemas… —La pelinegra dijo mientras ordenaba un poco sus ropas. La atleta aun miraba con odio a la presidenta, podía deleitarse mientras la veía temblar como una hoja de papel. Pero no estaba satisfecha en lo absoluto, ella quería oírla llorar, gritar si es posible, no le bastaba con ver su rostro lleno de temor… quería hacer que se rompiera. Por unos momentos pensó que no tenía nada más que hacer, podían atraparlos si esto se prolongaba, casi había decidido que sería suficiente por el día de hoy. Eso fue hasta que vio a lo lejos la puerta donde se guardaban los suministros de la biblioteca y convenientemente las llaves justo a su lado. Así que se le ocurrió una idea, no pudo ocultar su sonrisa cruel mientras caminaba de nuevo a la presidenta. —Oh no… conozco esa sonrisa, mira yo no me quiero meter en problemas, estas sola en esto —Una de las personas dijo antes darse la vuelta y salir del lugar. —Si… nosotros también nos vamos, por más que odie a esta zorra no voy a arriesgar mi graduación por esto —Otro más del grupo dijo antes de marcharse igualmente. Así los estudiantes se fueron alejando del lugar, dejando a Naomi con las tres chicas y un par más de muchachos que querían seguir viendo a la presidenta sufrir, ellos continuaban filmando toda la escena con sus celulares. Al instante la velociraptor purpura se acercó a Naomi y la tomo por el pelo nuevamente. —¡P-por favor suéltame! ¡Me lastimas! —La rubia que hasta ahora estaba en estado de shock comenzó a hablar, nuevamente podía sentir como tiraban de su pelo mientras comenzaba a dar pasos hacia un rumbo desconocido. —¡Cállate de una puta vez! —La pelinegra hablo mientras arrastraba a la pobre chica hacia la pequeña bodega, por momentos daba pequeños tirones para lastimarla más. No paso mucho tiempo antes que llegaran a la puerta y la atleta tomara la llave que estaba pendiendo de un clavo en la pared. A pesar de estar tomando a la presidenta del pelo, pudo manejar bastante bien las llaves y abrió la puerta con bastante facilidad. Cuando la habitación revelo su interior la chica no pudo evitar sonreír nuevamente, antes de jalar por última vez a la rubia que no ponía resistencia alguna y aventarla bruscamente al interior. El ruido sordo de la Parasaurio cayendo al piso se escuchó en el pequeño lugar, en el golpe ella había dejado caer su celular nuevamente. —Te advierto pequeña puta, si te atreves a decir algo de esto… volveré sin compañeros que me detengan —Ella dijo mientras se acercaba para tomar el celular de la rubia. Tomándose unos segundos para pensar en sus siguientes acciones, la atleta tiro el celular cerca de Naomi, el aparato cayó en un ruido sordo y pesado. La mujer simplemente soltó un resoplido cuando vio que su trabajo estaba hecho. —Oye… ¿de verdad piensas dejarle su teléfono? ¿Qué pasa si llama a alguien? —La Ptero Rosa dijo mientras miraba inocentemente la escena. —¿De verdad piensas que alguien vendrá por esta pequeña perra? ¡TODOS EN LA ESCUELA LA ODIAN! ¡NADIE LA SOPORTA Y DUDO INCLUSO QUE TENGA AMIGOS QUE NOTEN QUE NO ESTÁ! —Con eso la chica pelinegra tomo la puerta para cerrarla de golpe, luego de eso se escuchó el sonido de la llave cerrando el lugar. Los segundos pasaron, Naomi aún estaba en el suelo, su mirada estaba llena de angustia y dolor. No solo había sido atacada, la habían lastimada como no tenían idea. “Estas personas… tenían que estar equivocadas… no podía ser cierto” Con algo de esfuerzo se levantó y tomo su celular, con algo lentitud se encamino hacia la puerta y trato de girar la perilla, solo para ver que la puerta estaba bloqueada con llave. Con sus manos temblorosas tomo el dispositivo y vio con alivio que no estaba rota la pantalla. Aun temblando comenzó a buscar en su teléfono sus contactos más cercanos, no tardo en encontrar la lista de contactos y marco al primer número que estaba en la lista que era el director Spear. Naomi pego el dispositivo a su cabeza para escuchar el tono de llamada que solo sonaba sin ser contestado, eso duro algunos segundos antes de mandar a la contestadora. Siguiendo con la lista marco a su Madre, la llamada entro en mensaje automático como lo usualmente lo tenía en su trabajo. Con más desesperación comenzó a marcar a su padre y obteniendo los mismos resultados que antes, podía intentar llamar a su hermana… pero sabría que ese era un caso perdido, ella nunca le contestaría. —N-no… por favor alguien conteste —Ella dijo con voz cortada y temblorosa, su temor se incrementó cuando pensaba en la lista realmente corta de conocidos en su teléfono. Ella vio que sus contactos se habían acabado con esas llamadas, solo restaban los nombres de Naser y Anon. Casi instintivamente toco en número de teléfono del Ptero, desde que cortaron se abstuvo de llamarlo. Pero ahora necesitaba de su novio más que nunca, necesitaba llamarlo y escuchar su voz. Si alguien la había protegido siempre era Naser, la chica necesitaba saber que incluso si no estaban juntos, ese vínculo que tuvieron alguna vez sería suficiente para que el viniera en su auxilio en ese instante. La llamada nunca entro… el tono de llamada muerta se escuchó en el dispositivo. El hombre que tanto amo, su pareja perfecta, aquel con que había compartido tantos hermosos momentos la había bloqueado. La presidenta aún no había recuperado completamente la compostura y se quedó completamente inmóvil por lo que parecían horas. No fue hasta que sus ojos esmeraldas comenzaron a dejar salir lágrimas de tristeza que se sintió de vuelta a la realidad. Sus piernas comenzaban a fallar cuando sintió el frio que le recorría el cuerpo, con pasos apresurados se encamino a la parte más alejada de la puerta y se sentó por la falta de energía. Sus brazos cayeron sobre sus rodillas y su cola se aferró a su cuerpo de forma instintiva. Aun con la mirada al vacío, su labio inferior comenzó a temblar de manera incontrolada, unos sollozos fuertes comenzaron a salir de la presidenta cuando toda esa tensión en su cuerpo la abrumo. “Solo quería ayudar, ¿Por qué me hacen esto?” Ella pensó antes de entregarse completamente a su angustia y dolor, su cabeza se enterró en sus brazos cuando las crueles palabras de las chicas estaban inundando su mente. Ella quería negarlo tanto tiempo, pero ahora esas palabras venían con más fuerza que nunca. Con eso la Parasaurio lloro como si nada importara, lloro por las agresiones físicas de estas chicas, por las cosas malas que le habían dicho, por la crueldad de los demás estudiantes que solo se reían de su sufrimiento, por saber que la única persona que amaba en el mundo no vendría a su rescate. Pero por lo que más soltó su llanto fue por la verdad, por lo simple que era y lo fuertemente que lo estuvo negando todo este tiempo. Una verdad simple y la razón por la que estaba tan apegada a Naser en primer lugar, de la decisión de incluso querer vivir juntos apenas ingresaran en la universidad, del plan de formar una familia perfecta en el futuro. La verdad que ya sabía cuándo era apenas una nerd que gano las elecciones de presidenta de consejo y decidió ser la novia perfecta. A nadie le importaba su existencia... Ellos tenían razón… nadie llegaría ahí para salvarla, no tenía amigos, ni conocidos y sabía que su familia estaba tan ocupada que apenas notarían su ausencia. Ella incluso sabía que el director Spears no contestaría de inmediato cuando le marcaba por algún motivo, estaba segura que incluso Anon se marcharía si no la encontraba en la biblioteca. No había manera que el chico calvo la buscara, no eran siquiera amigos. “¿Por qué alguien como él se preocuparía por ella?” No tenía caso intentar llamar al humano, no podría soportar hacer otra llamada más y escuchar el sonido de una línea muerta. Su mente empezó a divagar sobre todos sus problemas, así que continúo llorando en un intento de escapar de la realidad. Solo fue hasta que la puerta se abrió de silenciosamente cuando vio una figura que era apenas visible por la luz que se adentraba en la habitación. Ella instintivamente se encogió pensando que eran las chicas del club de atletismo que regresaron por más. —Naomi que… —Una persona dijo en la entrada de la puerta antes de ser empujada junto a la Parasaurio dentro de la habitación. A pesar de escuchar el sonido del cuerpo caer al piso, de escuchar como el humano había llegado, de escuchar como algunos matones se reían en el exterior… ella no pudo moverse. Y a pesar de que su mirada sorprendía se estaba cruzando con la de Anon, solo había una cosa en su mente. Ella seguía sola y nada cambiaría eso… [NOTES] Ufff.... !Hola!, Bienvenidos nuevamente y gracias por su tiempo para leer este otro nuevo capitulo, espero les gustara el capitulo y cualquier comentario sera bien recibido . He de decir que fue bastante complicado de escribir, mucho mucho mucho. Mas por el tema que quería tocar y el punto principal de la historia. Lo he repetido una y mil veces, en cada directo y stream que veia solo existían una cosa cuando salia Naomi. Esa era el "Maldita Naomi te odio" y bueno... creo que ese era el motivo del personaje. No todos la odian he de decir, pero la gran mayoría se expresaban así. Por eso mismo pensé... "Si la odian en los directos... no me imagino en fuera en la vida real". Puedo decir que cuando Naomi y Naser se dieron su "Descanso" ya era un punto tan avanzado de la trama que no vimos las consecuencias de eso, incluso en ese punto ya se habían graduado como para saber como eso afectaría su lugar en la escuela. Este capitulo lo escribí muchas veces, paso tantos cambios y estilos que al principio pensé que no acabaría nunca... al menos quería que fuera lo mas adecuado posible. No se si quedo bien, si todas las ideas que quise poner se expresaron correctamente, aun así hice mi mejor esfuerzo :D Estoy contenta de como quedo, aun así espero puedan dejar algún comentario de que les pareció el capitulo, eso me ayudaría mucho en continuar esta obra, al final es para diversión, pero creo que me estoy encariñando con esto. Tienen todo mi gratitud y espero seguir trayéndoles mas capítulos de este proyecto que esta hecho con mucho amor, pronto nos leeremos nuevamente.