La luz del amanecer apenas se filtraba a través de las cortinas cuando el sonido estridente del despertador cortó el sueño de Sera de golpe. Con un suspiro somnoliento, la joven se estiró y bostezó mientras alcanzaba el botón de apagado. Mientras se sentaba en la cama, los cabellos desordenados cayendo sobre su rostro, Sera trato de recordar lo que tenia que hacer hoy. Se levantó con determinación y comenzó a vestirse, eligiendo ropa cómoda para el día que se avecinaba, despues de eso agarro una pequeña bolsa marron, su mochila y salio de su habitación. La casa estaba tranquila, a excepción de la voz de su madre que resonaba desde la cocina. Trish estaba inmersa en una conversación telefónica, discutiendo asuntos importantes de trabajo. Aunque Sera sabía que su madre hacía todo lo posible por equilibrar su vida laboral y familiar, a veces se sentía como si fuera la única que realmente cuidaba de sí misma. Decidiendo no interrumpirla, Sera se dirigió a la cocina para prepararse el desayuno. Abrió la nevera y encontró los ingredientes necesarios, incluyendo su cereal favorito. Mientras vertía la leche en el tazón, no pudo evitar sentir un atisbo de tristeza. Todas las mañanas eran igual, con la conversación de su madre como banda sonora de fondo y la sensación de que siempre estaba en segundo plano. Finalmente, Trish colgó el teléfono con un suspiro de alivio y se dirigió hacia la mesa. "Buenos días, cariño," dijo, con una sonrisa forzada. "Días." Sera respondio, sin levantar la mirada de su desayuno. Las dos comieron juntas, Trish no paraba de parlotear sobre sus problemas laborales mientras Sera simplemente comia, asentia y hacia como que estaba escuchando a su madre. Una vez que ambas terminaron, recogieron y se subieron al coche, el cual Trish conducio hasta Volcano High. "Que tengas un buen dia." Dijo Trish, antes de que Sera pudiera responder, Trish ya estaba conduciendo a gran velocidad hacia su trabajo. Sera se sentó en las escaleras de la entrada del instituto. Aún era temprano, y como todas las mañanas, esperaba la llegada de su amiga Amber, la cual tardo unos diez minutos en aparecer. "Hola Sera, ¿que tal el fin de semana? no escribiste nada." Le pregunto la chica ptero de pelo corto plateado, piel verde azul palido y ojos del mismo color que su nombre, la cual tenia las manos en los bolsillos de su chaqueta verde. "Eso es porque he estado ocupada con..." Sera comenzo a rebuscar en la bolsita marron que se habia traido y de ella saco un pequeño robotito. "¡ESTO! ¡TADAA!" Sera colocó el robot en su mano, presionó un pequeño botón en la parte trasera y el robot comenzó a emitir música mientras se movía de un lado a otro. "¡He creado un robot que baila! ¿a que es genial?" Sera exclamó emocionada. "Woah." Amber se acerco para ver al robot bailon. "Buen trabajo Sera, esta gracioso, mucho mejor que el ultimo que hiciste, este es adorable." "¿Te gusta? ¡te le regalo!." "Espera, ¿En serio? ¿Estas segura? Me encanta este pequeñin pero le has hecho tu..." "Claro que si Amber, si de hecho le hize pensando en regalartele desde un principio, pero ahora no, primero tengo que mostrarselo al profesor de ingenieria a ver si me sube algun punto en la nota media, despues de clases ¿vale?" Amber asintio sonriente, Sera le dio al boton de nuevo y el robotito se detuvo, le volvio a meter en la bolsa marron y las dos entraron en Volcano High juntas. No sucedio mucho durante el dia, clases aburridas, un punto extra para Sera, Amber siendo la mas rapida en clase de gimnasia... pronto la hora del almuerzo llegó y las dos amigas se dirigieron a la bulliciosa cafetería escolar. Sera optó por un menú vegano, repleto de hojas verdes y colores vibrantes, mientras que Amber prefirió una selección de carnes acompañadas de guarniciones variadas. Se sentaron juntas en su mesa habitual cuando, con su típica entrada ruidosa, se les unió Cynthia. La chica verde estegosaurio con coletas se dejó caer en una silla, poniendo bruscamente un plato lleno de comida chatarra delante de ella "¿Que paso normies? ¿Como se os esta dando el dia?" La chica estegosaurio las pregunto, ella era un año menor que ellas, no es que las tres fueran amigas, era mas que nadie queria tener a Cynthia cerca y como Amber y Sera eran las unicas que la toleraban, Cynthia decidio juntarse a ellas dos. "¡No os vais a creer lo que a pasado en el ultimo episodio de Doki no Darkness, a sido increible! Quien iba a pensar que el Conde Amarillo era el hermano perdido de Sakura." "Espera, espera, tu dijiste que era su novio." Amber respondio con una expresión de confusión. "Si, tambien lo es." contestó Cynthia, sin inmutarse. La sorpresa y repulsión se apoderaron de Amber al comprender el contexto. "Cynthia, deberias de ver mejores series." Intervino Sera "Con menos... ya sabes, cosas japonesas." "Mira quien hablo, tu solo ves telenovelas cutres." Replicó Cynthia, cruzando los brazos y ofendiéndose. "Ademas no vayas de lista que aqui todas sabemos que clase de hombres te gustan." "¡E-Eso es totalmente distinto! ¡Tu estas hablando de incesto!" "Y a ti te gustan los viejos." "¡QUE TE DEN!" "¡QUE TE DEN A TI MAS!" Fue entonces cuando Amber intervino, dándoles a ambas un toque suave en la cabeza. "Basta ya, las dos." Dijo con firmeza. Una vez más, Amber se aseguró de que Sera y Cynthia no terminaran a golpes. "D-Disculpad..." La voz de una joven Parasaurio, de cabello corto rubio y ojos amarillo pálido, sonó detrás de Amber. La chica, llamada Melissa, era la presidenta del consejo estudiantil, por lo que rara vez se juntaba con ellas a menos que necesitara algo específico o ayuda con algo. Inquieta, meneaba la cola mientras sostenía un sobre entre sus manos, el cual extendió hacia la chica Ptero. "Amber, tengo algo para ti". "Oh. ¿Que es esto?" Contesto Amber mirando el sobre que ahora llacia en sus manos. "No lo sé y, sinceramente, te recomendaría deshacerte de él", dijo Melissa, rascándose la cabeza. "Mira, alguien me pidió que te entregara este sobre y que no dijera quién fue. Pero, no sé, no me fío. Sería mejor que lo ignoraras. Si fuera algo importante, esa persona te lo diría a la cara, no con un sobre, ¿sabes?" "¿Y tienes alguna idea de lo que hay dentro de ese sobre?" preguntó Sera a Melissa. "No." Contestó Melissa de forma seca, sin siquiera dignarse a mirar a Sera. "Bueno, eso es todo. Tengo muchas cosas que hacer, así que me voy. Haz lo que quieras con esto." Melissa ofreció una sonrisa forzada a Cynthia y Amber antes de irse. "... ¿Pero yo le he hecho algo? ¿Por que siempre es asi conmigo?" Preguntó confusa Sera al ver cómo Melissa la trató. "Yo tengo la teoria de que la princesa naranja sea racista." Dijo Cynthia encogiéndose de hombros. "Como sea, Amber, ábrelo, si no lo haces, nunca sabremos qué hay dentro". Amber abrió el sobre y encontró en su interior un papel con un número de teléfono, nada más. "Uy, qué mal rollo..." se lamentó Amber, mirando el papel con desconfianza. "¡Envíale un mensaje o algo!" se adelantó rápidamente Cynthia. "Esto promete ser interesante". "¿Qué? No, Amber, no lo hagas. Deshazte de ese papel y no le prestes atención. No puede traer nada bueno". advirtió Sera, visiblemente preocupada. "Calla, purpurita, no tienes ni idea. Si no le haces caso, te quedarás con dudas para el resto de tu vida. Es la única manera de saber de qué va todo esto" Replicó Cynthia con su típica actitud despreocupada. "¡Pero podría ser alguien peligroso!" "Es cierto..." interrumpió Amber, tratando de mediar entre Sera y Cynthia. "Ambas tienen razón. Pero, quiero decir, mientras sean solo mensajes, no debería pasar nada... creo. No lo sé, quizás envíe un mensaje a este número luego". Amber se guardó el papel en el bolsillo, aunque su expresión reflejaba una cierta inquietud. "Amber, ten mucho cuidado" Insistió Sera, claramente preocupada. "No sé si Melissa es racista o qué, pero creo que tenía razón". "Vamos, Sera, ¿qué sabe esa Paratonta? Ella practicamente ni nos conoce." Replicó Cynthia, tratando de minimizar la preocupación de Sera con su actitud desenfadada. "Bueno venga, volvamos a lo que de verdad importa, porque no he terminado de contar todo lo que a ocurrido en Doki no Darkness, vais a quedaros impresionadas." El resto de la comida continuo con calma, Cynthia las conto todas las cosas extremadamente japonesas que ocurrieron en el Anime que esta viendo, un rato despues Amber le insisto a Sera que le enseñase a Cynthia el robot que habia hecho, lo cual hizo que Cynthia quisiera uno tambien para ella, Sera la contesto que quizas si se portaba bien podria hacer uno para ella y con eso, la hora de la comida paso y la de las clases y eventualmente, fue hora de salir, Amber y Sera caminaron juntas hacia la casa de Amber, donde como todos los dias, Sera se quedaria hasta que su madre volviese del trabajo y viniese a buscarla en coche. "Oye, Sera" Dijo Amber nada mas bajar las escaleras de el instituto. "Me estaba preguntando... ¿De verdad quieres dedicarte a la ingeniería?" "Claro, ¿por qué? ¿No crees que sea capaz?" Sera volvió la cabeza, confundida. "No es eso, es solo que... este es nuestro último año en Volcano High, lo que significa que tomaremos caminos distintos. No sé, quizás yo también debería seguir esa carrera." "¡Amby, no! Tú tienes que seguir tu propio camino." "La ingeniería tampoco se me da muy mal. Además, ¿qué otra cosa podría yo hac-" Amber no pudo terminar la frase. Todo ocurrió en menos de un segundo, a una velocidad increíble. Sacó una de sus manos del bolsillo de su chaqueta, giró 180 grados y con esa misma mano, atrapó una bola de fútbol que se dirigía hacia su cabeza, todo de forma completamente instintiva. Sera se quedó en shock, al igual que el chico que había lanzado el balón. Amber simplemente le sonrió al chico. "Hey, Jack, creo que se te escapó el balón" Dijo Amber mientras lanzaba el balón al aire y se preparaba. "¡TE LO DEVUELVO!" La chica pterosaurio le propinó una patada al balón que casi rompió la barrera del sonido. Salió disparado y golpeó a Jack en la cara, haciendo que el chico dinosaurio saliera volando por unos instantes y cayese al suelo derrotado. Pero no se preocupen, Jack era un chico que le gustaba insultar a Amber y era bastante racista respecto a que ella tuviera un padre humano. Así que sí, él intentó golpear a Amber a propósito y acabó recibiendo lo que se merecía. Las dos chicas se fueron riendo mientras Jack se levantaba del suelo llorando y sangrando por el hocico, agarraba el balón y se alejaba corriendo. "Eres increíble, ¿lo sabías?" elogió Sera a su amiga. "Si hubieras pasado más tiempo con mi abuelo cuando éramos pequeñas, tú también podrías hacer eso" Recordó Amber a Sera los tiempos de su infancia. "¡No es justo! Tu abuelo me daba miedo, bueno, todavía me da algo de miedo, es un tipo enorme" Pensó Sera por un momento antes de continuar. "Además, gracias a él, pasé tiempo aprendiendo sobre cachivaches con tu padre. Me enseñó mucho. Qué tiempos aquellos en los que simplemente admiraba a tu padre como persona y nada más". "Lo echo de menos. ¿Qué cambió?" "Me hice mayor y me di cuenta de lo bueno que es tu padre." "Repugnante" Comentó Amber con una sonrisa, despues de tantos años juntas ya no se tomaba muy en serio los comentarios de Sera. Finalmente llegaron a la casa de Amber, y esta abrió la puerta con sus llaves. No había nadie en casa aún; tanto la madre de Amber como su padre aún estaban trabajando. Ambas chicas se dirigieron a la habitación de Amber, que estaba en el primer piso. Sera colocó el pequeño robot que había construido en una estantería, Amber le dio al botón y el robot comenzó a bailar por unos segundos, pero de repente se detuvo solo. "¿Qué pasó, Sera?" Preguntó Amber a su amiga. "¿Ya se le acabó la batería?" "Imposible... ¿Qué demonios?" Sera examinó al robot mientras Amber se sentaba en la cama y miraba el reloj en la mesita de noche. Se dio cuenta de que el reloj se había apagado solo. Amber no dijo nada a Sera, simplemente se levantó y fue a inspeccionar la casa por sí sola. Bajó las escaleras y la televisión de la sala de estar no se encendía por más que ella presionara el botón del mando a distancia. Fue a la cocina y la nevera estaba apagada. Algo extraño estaba sucediendo y, justo como había comenzado, dejó de suceder; la nevera volvió a encenderse, todo volvió a funcionar y desde la habitación de Amber, la voz de Sera sonó. "Ya está, Amber, ya arreglé al robot... no sé cómo si no he hecho nada, pero parece que baila otra vez. De todas formas, lo apago y te lo dejo aquí." Extraño, muy extraño. Sera bajó las escaleras y se encontró con una pensativa Amber. Esta llegó simplemente a la conclusión más evidente... que no importaba lo que hubiera sido porque ya estaba solucionado. Además, no quería usar más la cabeza, así que se sentó en el sofá de la sala de estar. Sera se unió a ella y ambas empezaron a jugar videojuegos con la consola que tenía Amber, como todas las tardes. Amber estaba ganando, lo que solía suceder a menudo, ya que Sera solía estar distraída a esas horas. Un rato después, Sera se puso rápidamente de pie, agarró la bolsita marrón en la que había traído el robot y sacó otra cosa: un perfume. Se lo aplicó rápidamente mientras se apoyaba casualmente en la pared y se quedaba posando en frente de la puerta. "Sera, no" Advirtió Amber a su amiga. "Vas a hacer el ridículo." Pero Sera no la hizo caso. Quizás tenía un oído muy privilegiado que la permitía escuchar lo que otros no, quizás era cosa del olfato, quizás tenía un sexto sentido para esto, pero era capaz de prever cuando el padre de Amber llegaba a casa y, justo como predijo, la puerta se abrió y entró en casa un hombre calvo y visiblemente molesto, blasfemando por cosas del trabajo. "Buenos días, papá" Saludó Amber a Anon. "Holaaaa Mr. Mous, ¿cómo te ha ido el... nnghh... día?" Dijo Sera, mordiendose el labio inferior, posando más y más dramáticamente e intentando que Anon oliera el perfume que se había echado. Anon movió ligeramente la mano para saludar a Amber y Sera, pasó de ambas y se fue a la cocina a prepararse algo de comer mientras seguía diciendo una cantidad de tacos fuera de lo común. Sera suspiró. "Vaya, este perfume tampoco hace nada, la publicidad mintió otra vez." "Eres ridícula. Ya deja de hacer el estúpido y vuelve a sentarte en el sofá." "Aún no, tengo que ir al baño. Tú sigue jugando sin mí." Se disculpó Sera, Amber volvió al juego mientras que Sera, sin que Amber se diera cuenta, se llevó su mochila al baño. Sera había traído algo más, algo que no cabía en la bolsita marrón, así que lo había escondido en su mochila junto a sus libros. Había husmeado en secreto en albumnes de fotos antiguas de su madre y encontró unas imágenes interesantes, fotos de cómo lucía la madre de Amber en los tiempos en que ella y el padre de Amber comenzaron a salir. Durante el fin de semana, no solo construyó su robotito, sino que también hizo algunas compras secretas. Así que comenzó su transformación, reemplazando su ropa por la nueva ropa negra que había comprado, y también se aplicó algo de maquillaje. Tardó bastante, unos 15 minutos, pero quería estar perfecta. Se miró al espejo, se había dibujado incluso las mismas marcas de los ojos que tenía la madre de Amber. Llevaba la misma ropa negra, incluso un colgante muy similar. Perfecto. Tenía que darse prisa, ya que la madre de Amber estaba a punto de... ... La puerta del baño se abrió de golpe. Sera había olvidado cerrar con pestillo. Y quien entró fue la madre de Amber, la señorita Lucy, que acababa de llegar del trabajo. ... Ambas chicas se congelaron. Sera sintió que su corazón dejaba de latir, era como estar en una pesadilla de la que no podía despertar. Lucy estaba mirando fijamente a Sera con una expresión de shock, como si no estuviera entendiendo lo que estaba viendo. Fueron unos segundos que parecieron una eternidad y luego... "Pfftt..." Lucy se llevó la mano al hocico mientras contenía una risa. "Sera, ¿de verdad? Esto no me lo esperaba de ti." Sera no pudo contestar. "Cielos, no sé cómo reaccionar a esto. Sería mejor no decirle nada a tu madre." La sonrisa burlona se transformó en una de felicidad. "Es que simplemente no me lo puedo creer. ¿De verdad me admiras tanto?" Espera, ¿qué había dicho? "S-S-Sí... yo... s-siempre... la he admirado... tanto que... que como puede ver, me gustaría... ser como... ¿tú?" "¡Esto es super halagador, Sera! Jamás había tenido una fan, aunque bueno, sinceramente ya lo sospechaba por la manera en que siempre actuabas alrededor mío. Aunque tienes que recordar que tu madre también es una gran mujer y se esfuerza mucho por ayudarte, pero aun así me hace mucha, mucha ilusión que quieras ser como yo. ¡Oh, espera aquí un momento!" La señorita Lucy salió un momento del baño y rápidamente encontró una cámara. "¡Vamos a hacernos unas fotos juntas!" Los siguientes momentos fueron extremadamente embarazosos para Sera (y extremadamente felices para Lucy) en los cuales Anon se encargó de actuar como fotografo después de hacer un comentario de que la chica triceratops no se le acercaba a la belleza de "Fang", un comentario que le susurró a Lucy pero como Sera estaba lo suficientemente cerca, lo escuchó y se dio cuenta de que este plan jamás hubiera funcionado. Amber se estaba riendo a más no poder mientras Sera era obligada a posar y sonreír forzosamente junto a Lucy. Después de una sesión de fotos mucho más larga de lo que Sera hubiera querido, pudo excusarse diciendo que tenía que cambiarse de ropa y quitarse el maquillaje antes de que su madre llegase. Lucy estuvo de acuerdo y la ayudó a quitarse el maquillaje de la cara. Cuando por fin todo había terminado, Sera se sentó agotada en el sofá, junto a Amber. "Eres una idiota." Dijo Amber a su amiga. "Yo lo sé, tú lo sabes, todos lo saben" Se encogió de hombros Sera. "No puedo evitar ser una idiota. Gracias por al menos aguantar mis tonterías." "Gracias a ti por hacerme reír." "Para eso estan las mejores amigas." Sera todavia se sentia algo avergonzada, pero al menos de su verguenza Amber habia pasado un rato gracioso, asi que de alguna manera sintio que habia valido la pena. Las dos chicas no tuvieron mucho tiempo de reanudar los videojuegos, la madre de Sera pronto llego con el coche, Sera se despidio de Amber y su familia hasta mañana y se fue con su madre Trish de vuelta a casa. "¿Que tal lo has pasado?" Pregunto Trish a su hija. "Hoy hice que Amber casi se mease de la risa, asi de graciosa soy." Proclamo Sera, orgullosa. "Vaya, tu vas a salir para comediante, ¿eh?" Sonrio Trish. Era ya hora de dormir, Amber estaba ya en pijama, cuando saco el movil y le envio un mensaje de texto al numero desconocido que habia recibido. Amber: ¿Hola? Desconocido: Jajaja pense que te abrias desecho del sobre, tardaste mucho. Amber: ¿Quien eres? Desconocido: Eso no importa. Desconocido: Aun no. Desconocido: Lo que importa es lo que quiero contarte. Amber: ¿El que? Desconocido: Te quiero. Desconocido: Te he querido desde hace mucho tiempo pero nunca me he atrevido a decirtelo. Desconocido: Te he observado y te he amado por tanto, eres preciosa. Amber: Dime quien eres. Desconocido: Jaja no, eres muy guapa, porque no me hablas de ti, cuentame todo. Amber apago el telefono y lo escondio en un cajon, la dio un escalofrio, no debio de haber hecho caso a Cynthia, ahora sabia algo bastante desagradable, habia alguien muy creepy que estaba obsesionado con ella, Amber rapidamente bajo las persianas de su ventana, sintiendose observada a pesar de que su mente logica la decia que ese no era el caso, hoy no iba a poder dormir decentemente.