Summary: ¿Qué paso con Anon después de lo ocurrido en la cafetería? ¿Sobrevivió? ¿Murió? Descubrámoslo ahora mismo. Anon pov Saben, es irónico como una habitación cualquiera puede parecer interesante. Cualquiera creería que todas al final son las mismas, sin importar las decoraciones, el amueblado o si tiene alguna ventana. Es decir, estamos hablando de un salón de clases y omitiendo los laboratorios, el gimnasio y tal vez la oficina del director Spear. Puedo asegurar que todas son unos cuadrados con aproximadamente 26 sillas en hileras, una pizarra para marcadores al frente, un proyector que cuelga del techo y una que otra planta esparcida por la salud para que los estudiantes esquiva meteros seguramente se sientan como en sus tierras. Volteando a ver a todos lados un momento, vi a todos los que nos encontrábamos en esta situación. Primero estaba Nasser, el cual ahora se encontraba a unas sillas a mi lado derecho con una expresión de angustia, ¿tal vez por ser llevado aquí? Es decir, ¿es su primera vez en una aula de detención? Luego a mi izquierda estaba el ptero de color gris que se encontraba en las puertas del instituto hace algunos días, hasta donde recuerdo, creo que tuvimos dos clases juntos… la primera fue música, en la cual, ella es buena en lo teórico, pero en cuanto a lo practico, emmmm digamos que no creo que el bajo sea lo suyo. En cuanto a la otra, no estoy muy seguro, pero tengo una leve noción de haber escuchado su voz en la clase de ese científico loco, estuvo durante al menos unos quince minutos gritándole a alguien sobre pronombres o algo parecido. Atrás de mí estaba esa máquina expendedora de pastillas de la felicidad llamada Reed, aunque no entiendo bien como termino aquí. ¿Se metió en una pelea? ¿Estuvo con nosotros en lo ocurrido en la cafetería hace unas horas? No creo que lo trajeran por esa cantidad preocupante de lo que él llama ¨Carfe¨ porque si fuera así, al menos tendríamos a unos cuantos policías o narcotraficantes afuera para comprarle un kilo. Luego tunemos a una triceratop que con una curita en la mejilla y junto a un rasguño en una de sus manos. Al parecer estaba en todo el rato mirándome con ira y un deseo de sangre más evidente que el de príncipe Félix al brujo ese de la barba chistosa. Me atrevería a decir que parte de su enojo también se debe a estar al lado de la ptero y no es para menos, ya que quizás decidiera sentarme aquí tan pronto como la vi fijar sus ojos en este lugar. -¿Alguien puede recordarme porque estoy aquí?- dijo un ptero de color gris que no parecía estar alegre por el salón donde nos encontrábamos. -Todo fue culpa de ese puto skinnie-dijo aquella triceratop lila con una expresión de asco y enojo plasmada en su rostro. -¿Mía? Fuiste tú quien comenzó- dije con simpleza y sabiendo que eso haría enojar más a la trigga. ¡Ha! trigga, qué definición más hermosa para un dinosaurio tan inadaptado como ella. -¡¡QUE DIJISTE PUTO ANIMAL!!- dijo la triceraptop intentando lanzarse sobre mí pero siendo sujetado por la máquina expendedora de porros mágicos. -¡¡SUELTAME REED, VOY A PARTIRLE LA CARA A ESE MALNACIDO HIJO DE PUTA!! -Sueltala Reed, quiero ver como vuelve a quedar en ridículo-dije con una sonrisa arrogante. - ¡PODRÍAN CALLARSE LOS DOS!- grito con frustración la ptero de color gris mientras sostenía una de las sillas sobre su cabeza- ¡SI NO SE CALLAN USTEDES VOY A REVENTAR ESTA SILLA EN SUS PUTOS CRÁNEOS! No sé esa trigga, pero yo al menos quiero conservar mi hermosa cabeza calva donde pertenece… El mundo moriría por perder tal talento de shitposting. Pude ver como la triceratop bufaba y se sentaba nuevamente en su lugar mientras me lanzaba sus filosas miradas. -Deberías dejar de provocarla, ella es el tipo de dinosaurio que te rompería la pierna con un bate de beisbol si tuviera la oportunidad-escuche decir a la ptero que nos amenazó con la silla hace un momento. -No es mi culpa, si ella se comportase como cualquier otro dinosaurio y se hubiese presentado tranquilamente en vez de casi ahorcar a Nasser y luego intentar golpearme, no nos encontraríamos en esta situación. -Tampoco ayudo que hablaras de más-dijo ella como si fuera lo más obvio del mundo… Aunque admito que puede y recalco el p-u-e-d-e que tenga algo de razón. Seguro se estarán preguntando como terminamos en este lugar… bueno, todo se remonta hace al menos unas dos horas. Dos horas antes -¡REPITELO DE NUEVO SKINNIE DE MIERDA!-dijo con desprecio y furia absoluta una copia muy mal hecha de Sera. Si fuera tal vez más inteligente Pie Pequeño te hubiese escogido para sus películas. -Es increíble que estés quedando sorda a tan corta edad o ¿puede que ya fueras así desde antes? No estoy seguro, pero es como te dije, una banda necesita hacerse conocida y ¿cómo lo logran? Habiendo gente que comparta su música. Luego sales con la estupidez de decir que pueden lograrlo solos y ya te vengo diciendo enana que ese pensamiento solo te hará caer de tu supuesto sillón de nubes. Admito que no estaba pensando en nada realmente, simplemente deje que mi cabeza dijera cosas sin pensar… en un principio únicamente estaba comiendo mi sandwich de forma tranquila e intentando ignorar un poco al ptero gris (aunque debo admitir que algunas cosas que dijo si fueron interesantes) cuando de pronto aparece una gangster violeta y se cree la octava maravilla. -A-anon creo que deberías…- dijo Nasser con algo de nerviosismo. No pude escuchar el resto de lo dicho por Nasser, cuando la Trigga se me abalanzó y comenzó a intentar lanzarme golpes a la cara con ira ardiente en su mirada. Un golpe, luego otro y así paso por al menos unos cinco minutos de los cuales estuve moviendo mi cabeza y cuerpo para no recibirlos directamente. -¡Deja de moverte que no ves que quiero reventar la cabeza! -¡Estás demente si piezas que voy a dejar que tus puños me destroces los sesos! En ese momento, algún instinto de supervivencia se activó y saque la fuerza suficiente como para empujar a un costado a los kilos de carne jurásica que se encontraba sobre mí. Tan pronto como ella vio su rostro chocar contra los azulejos que adornaban el comedor, un quijo de dolor junto a una mirada inyectada en sangre fueron dirigidas hacia mí. Lentamente, fue levantándose, pero se notaba que sus músculos se tensaban y sus manos estaban preparadas en cualquier momento para derribar a quien sea que estuviese en su camino. Sin medir siquiera quienes se encontraban a sus rededores o si el raspón en su cara podría llegar a infectarse, cargo a toda velocidad como una locomotora con clara intenciones de querer atravesarme con esas protuberancias que sobresalen de su cabeza. Con un poco de destreza y muchísima suerte, logre darle moverme a mi derecha para posteriormente estirar mi pierna en una zancadilla para que perdiese el control y fuera a parar de cara nuevamente contra el suelo. Sobra decir que con ese estruendo esos esquiva meteoritos comenzaron a reunirse al rededor de nosotros gritando repetidamente algunas cosas como: ¡Pelea! ¿Vas a dejar que ese skinnie se burle de ti? ¿Dónde quedo tu honor basura? Provocando que esté en cualquier momento pudiese escalar a mayores proporciones. -¿¡Qué mierda está pasando aquí!?- logre escuchar entre la multitud de reptiles y tras una breve inspección logre visualizar aquella ptero que se encontraba en la entrada hace unos días. -H-hermane, esto no es lo que parece- escuche decir a Nasser con cierto nerviosismo en su voz. ¿En serio? ¿Incluso aquí intentan imponer el lenguaje inclusivo? Para creerse la raza dominante y supremacistas, se nota que les gusta seguir modas y esas tonterias. -¡Cállate Nasser!- Dijo la ptero con notoria furia. No sé si fue por la adrenalina o simplemente fue porque había apagado mi cerebro desde que todo esto comenzó, pero automáticamente termine contestándole a la ptero. -¿En serio le contestas a sí a tu hermano? Mira, no te conozco, pero esa es una actitud de mierda- esquivé por poco otra embestida de la imitación barata de Baby Bop- puedes tener tus problemas o lo que sea, pero al menos tienes alguien que te esté apoyando, que tal si te sacas esa varilla que tienes atorada en el trasero y al menos lo dejas hablar. Esto pareció sorprender a la ptero y enojar a su hermano, pero en la situación que me encontraba ahora mismo, me importa un carajo, su expresión de molestia o lo que tenga que decirme. -¡Cada maldita palabra solo me enoja más! ¡Sigue hablando maldita sabandija!- dijo la triceratop totalmente fuera de sí. Ya llevábamos un tiempo en esa misma situación, casi no sentía mis piernas y algunas partes de mi ropa ya estaban rasgadas de lo cerca que estuvo de cortarme con esos cuernos; por ello decidí que no podíamos seguir o en un descuido estaría atravesado con Krillin, por lo cual, solo quedaba jugármela a un todo o nada. En su siguiente embestida, me agaché ligeramente mientras me movía a un lado y recordando aquel CD que compre cuando tenía diez años, deslice mi pierna derecha entre las suyas y con la velocidad que traía, jale su sudadera en un movimiento de media luna. Todo quedo en total silencio después de que se escuchara un golpe seco contra el piso de la cafetería… Miradas sorprendidas se plasmaron en algunos dinosaurios, otros simplemente anotaron la respuesta a través de un ¨auch¨; en cuanto a mí, digamos que pasaba del cansancio a la impresión, para terminar con algo de incredulidad. ¿En serio ese viejo borracho que me vendió ese CD no mintió? ¿Tengo talento para las artes marciales? Era un raro sentimiento… como ser plata en Dino of Legends y ganarle a un gran máster con su main. - Tienen exactamente cinco segundo para explicarme qué está pasando aquí- escuche una voz fuerte, pero femenina que se encontraba a unos pasos a mi costado. Una mirada rápida fue todo lo que necesite para denotar la apariencia del Dino que hablo. Una Ankylosaurio de color naranja que llevaba un vestido negro con detalles de ¿Rosas? ¿Tulipanes? No tengo ni puta idea de plantas para ser sincero, además de lucir una cabellera larga de color rojizo, al igual que sus ojos y unas sandalias color café que dejaban sus dedos al descubierto. -¿Eh?- fue todo lo que pude llegar a responder. -Nada de ¨eh¨ o lo que sea guerito, por lo que puedo ver, estaban en una pelea y eso está completamente prohibido en esta escuela-dijo con seriedad y dureza en sus palabras- por lo que dejaré en claro esto, si no quieren recibir un castigo ahora, será mejor que despejen esta área. Nada más terminar, muchos por no decir toda la bola de espectadores de la pelea, se dispersaron rápidamente, a excepción de Nasser, su hermana, la triceraptop llamada Trish aún en el piso y yo. -Ahora en cuanto a ustedes cuatro-dijo volteando a vernos- espero que estén libras tanto hoy como el sábado, porque les tocara una bonita detención y una mañana en el club de jardinería. -... Maldita sea Jesús Raptor en su piedra-dije con frustración. Solo necesité pronunciar esa frase para que ese Dino se abalanzara con una chancla hacia mía. -¡¡Vuelve a insultar a Jesús Raptor y te convertiré en Tlayuda gringo pendejo!!-dijo con furia mientras me golpeaba furiosamente con esa chancla. Una vez terminada mi sentencia de al menos unos treinta golpes con el objeto de cuero, regreso a su posición delante de nosotros y por alguna razón ni los ptero o la triceratop, se movieron de su lugar. -Ahora bien… Los quiero a todos fuera de aquí y en el aula de detención lo antes posible y no quiero escuchar un pío de sus bocas, ¿quedo claro? -Si presidenta- escuche decir de los tres dinosaurios a mi espalda. Bueno, ahora entiendo por qué muchas personas hacen cosas malas a espaldas y no abiertamente. Si ella es la presidenta con la potestad de castigar con ese objeto contundente de cuero y posible permiso del director Spears… bueno, creo que el meterme en problemas cada vez se quita de mis planes por el resto del año. Actualidad Luego de eso llegamos aquí y estuvimos en estas sillas al menos unos cuarenta y cinco minutos. La ptero estuvo callada unos minutos y después se acercó a Trish para saber como estaba; en cuanto a mí me lleve un regaño y una amenaza por parte de Nasser, pero luego de intentar razonar con (junto con una llave de su parte) logro tranquilizarse. -Te volviste loco o con quién estás hablando- pregunto la ptero viéndome como si estuviera hablando con una especie de desquiciado mental. -Maldita sea mis murmullos en voz alta…-dije dándome un manotazo suave en el rostro- con nadie, es una simple manía. Solo ignóralo por favor emmm-dije intentando que ella dijera su nombre. -Fang.. Fang Miller-dijo simplemente. -Anon Y Mous-dije en respuesta. Antes de siquiera que pudiéramos continuar con nuestra presentación, la puerta se abrió. Por ella entro una parasaurolophus de color crema de cabello rubio y ojos celestes cubiertos por unos lentes rojos, vestía con una camiseta de botones color blanco con una pajarita color roja y unos pantalones negros que le llegaban arriba de los tobillos acompañados de un par de mocasines color café. -Lamento el retraso, por el día de hoy estaré encargada de su detención-dijo con una voz extrañamente dulce, pero que a kilómetros de distancia se podía distinguir que era falso- muchos aquí ya me conocen, pero como tenemos a un nuevo estudiante, me presentaré nuevamente. Mi nombre es Naomi Walton y soy la vicepresidenta aquí en Volcano High. [NOTES] ¡Hey! ¿Qué tal están todos? Creo que este ha sido uno de los capítulos en los que más deje volar mi imaginación y de los cuales me fue un poco más difícil escribir. No tanto por el contenido, sino por como quería plasmar las ideas en mi cabeza; aunque no mentiré que disfrute demasiado dándole un poco de escarmiento a Trish jajaja. Bueno, espero que lo disfruten y se la pasen bien leyendo. Nos vemos y cuidense mucho.