Summary: Un humano llega a Volcano Bluff y la emoción se siente en su voz. ¿Qué nuevas aventuras le traerá este nuevo lugar? Anon Pov Mire por la ventanilla del autobús con una expresión de total desinterés. Había sido arrastrado a esta extraña aventura en esta nueva escuela, a la cual me matricularon seguramente en contra de mi voluntad. Todo por malentendidos, qué ocurrieron en el antiguo instituto y ciertos acontecimientos que desearía olvidar totalmente de mis recuerdos. -"Volcaldera, ¿eh? ¿Qué diablos es un 'Volcaldera' de todos modos?", murmure para sí mismo mientras el paisaje pasaba velozmente. El asiento incómodo y la conversación molesta de los otros pasajeros me tenían exasperado y con muy mal humor. Esos llamados ¨ compañeros ¨ de autobús estaban ocupados discutiendo las reglas del juego que acababa de salir en la nueva XRox 630. Estrategias y teorías e incluso que waifus eran las mejores por su tamaño de pechos, trasero o incluso ¿qué tan legal podía ser? Sobre el mundo que estaban a punto de explorar. -Estúpidos frikis, nada más ven un juego nuevo y están perdidos en ellos… Ni con ello puedo decir que somos totalmente diferentes, malditos esquivadores de meteoritos- pensé con desdén, sabiendo mejor que nadie dicha necesidad por buscar alguna chica de 2D que te haga compañía… Finalmente, el autobús se detuvo con un chirrido, me puse de pie y aun con algo de dolor, estire ambas piernas entumecidas de estar sentado en esa lata de mierda. Miro a mi alrededor con desdén mientras descendía del vehículo. Volcaldera parecía un lugar extraño y colorido, muy diferente a la vida cotidiana de la ciudad . Árboles verdes, edificios enormes y por su puesto, eones de dinosaurios que caminaban de allá para acá preocupados por quién sabe que y sobre cosas que puede importarme menos realmente. "Genial, un mundo lleno de criaturas reptilianas y arcoíris. Esto es lo que siempre quise", murmure con sarcasmo mientras caminaba hacia el centro de la ciudad, estuve constantemente preguntándome qué me esperaría en esta nueva vida en esta extraña secundaria llamada Volcano High. Tomando mi mochila con las pertenencias que lleve para mí graciosísima e inigualable estadía en… ¿Dónde se suponía que sería? -Maldita sea, perdí el papel que decía la dirección- Maldijo mientras soltaba un grito de frustración, mientras pellizcaba el puente de su nariz. Sin embargo, antes de poder maldecir más mi mala suerte, un mensaje llego a mi teléfono. -¿Qué mierda? Sacando el aparato de mis pantalones y verificando primero que tuviese carga para unos cuantos shitposting para más tarde, prometiendo que el idiota de Paquidarmio Di Saurio, ojalá su carrera, se hubiese hundido como en él Volcanic. Dejando de divagar, me centré nuevamente en el mensaje. *Que tal primo, como estoy seguro que perdiste nuevamente la dirección del cuarto que rentaste, te la diré nuevamente: Dos treinta y siete de la calle South St.Hammond. Exactamente en Skin Row.¨ -... Cierto, el único maldito lugar que pude pagar-Dije con puto desdén. Nuevamente, sentí como vibraba mi móvil en la palma de mi mano. ¨ Por cierto, mama dijo que cuando tuvieses tiempo la llamaras, tú sabes como es ella. También, conseguí la dirección del gimnasio y de una oferta de trabajo por donde vives; no me lo agradezcas, sé que soy asombroso Si por asombroso te refieres a la definición exacta de un subnormal con complejos de reina de la moda y ceguera de Ray Charles, entonces sí, definitivamente eres el puto amo en cuanto dar cringe se refiere. -En ocasiones me gustaría tenerte en frente y darte un puñetazo al esternón- dije con irritación. Pero al menos se merece el reconocimiento de hacer algo bien, aparte de su obsesión insana con los estúpidos reptiles de sangre helada. ¨ Sí, sí, lo que digas florecita. También la próxima vez que envíes camisas como regalos, asegúrate que sean de mi puta talla.¨- conteste con una sonrisa de satisfacción en mi rostro. Eliminando mi sonrisa y sabiendo hacia donde me dirija, busque entre mis pertenencias algo que pudiese utilizar en caso de una defensa bien justificada sobre como termine reventando el cráneo u dejándole alguna clase de contusión a mi atacante. Afortunadamente, para mí, había encontrado una rama lo suficientemente robusta y dura alojada en una de las esquinas próximas. Luego de tomar un taxi y explicarle al conductor del porqué llevaba una rama como método de defensa para cualquier asaltante en dicho lugar, este detuvo su andanza en la entrada del distrito. -Esto es lo más lejos que pienso dejarte chico, luego de aquí estas a tu suerte. ¿Son estos los servicios en esta ciudad? No me sorprende que algunas de las reseñas que pude visualizar en mi recorrido por esta ciudad sean ¨ El mejor lugar para un dinosaurio ¨ ¨ El sueño donde todos los jurásicos pueden hacerlo realidad ¨ Pero cuando se habla de los humanos… bueno, puedo decir que las historias de terror que aparecen en las películas de hace 80 años de Rock Bottom, palidecen ante la cantidad de acuchillamientos, robos, tráfico de órganos y drogas con posible trata de blancas que no solo ocurren en ese lugar sino en casi dos manzanas a la redonda de donde voy a quedarme. -Te sorprendería que ello que dijiste, es solo lo más light de todas las historias y por cierto, aprecio mi vida y por ello no seré tan estúpido para entrar ahí; es un servicio de taxi, no de guarda espaldas, niño. Otra vez estos murmullos de mierda. -Como sea, sal de aquí niño; por estar de buen humor, no te cobraré el viaje, pero que sepas que la próxima vez no cuentes conmigo para llevarte aquí. Sin más salí del auto, observando como este se alejaba del lugar con demasiada prisa. -Putamente genial, solo quiero advertir que no me hago responsable si esta rama termina insertada en el culo de alguien y queda representando la nueva versión de la pasión de Jesús raptor. Camine lentamente por las calles despejadas de cualquier forma de vida que podría ser todo menos inteligente; pero repletas de diversos grafitis, carteles de algunos candidatos con insultos que anotaré mentalmente para post futuros y una que otra mancha de aspecto extraño que me hace recordar a las películas snuff que aparecen en TickRow. -¿Orina? ¿Sangre tal vez? No estoy seguro, pero al menos no hay ninguna cinta de policía en los a los rededores para confirmar que sea un pobre desgraciado caído en combate- supuse viendo fijamente la mancha al lado de un basurero y un poste telefónico. Aunque pensándolo más detenidamente… ¿Siquiera la policía entrará en este lugar de mierda? Sin darle importancia caminé alerta con el palo entre mis manos… Maldición, eso sonó tan gay de mi parte. Saque mi teléfono nuevamente y logre distinguir que faltaban diez minutos para que dieran las ocho en punto de la noche y casualmente tras levantar la vista me encontraba al frente de la propiedad del casero. Toque la puerta esperando que llegase y no pasaron ni cinco minutos cuando un Gallimimo con cara de drogadicto que no ha dormido en al menos unas cuantas semanas. Su cabello de color negro y desarreglado lo haría confundir fácilmente con cualquier vagabundo que estuviese rebuscando en la basura para encontrarse alguna lata que poder vender… creo que lo único rescatable era su ropa, pues consistía de unos pantalones verdes oscuros y una camisa blanca que le daba un toque sofisticado. -Sabes mocoso, deberías aprender a hablar en tu mente y no con ese culo que llamas boca. Maldita sea, de nuevo, puto murmullo. -Como sea, tú debes ser el pendejo que se quedara en uno de los departamentos de aquí. Sin medir ni siquiera un poco mis palabras, solo atiné a decir- Obviamente, no me ves con un paquete de galletas para que aportes a los exploradores- levante mis hombros haciendo un ademán para restarle importancia. -Je, me agrada esa actitud mocoso. Mi nombre es Shota Taizama y me encargo de estos establecimientos, si tienes un problema, puedes quejarte con cualquiera menos conmigo. Tiene nombre de miembro… -Si como sea, Soy Anon Mous y quisiera que me dieras las llaves de mi apartamento. Con la misma cara de seriedad se acercó a la pared que tenía al lado y descolgó una llave que tenía marcado el número 5 en ella, lo descolgó y me las lanzo para que la atrapara. Antes de que pudiera darle, aunque sea unas gracias, me cerró la puerta en la cara. Con un ¨ dependiente de estupefacientes de mi parte y una mano en mi frente para mitigar el dolor de cabeza me dirigí a la puerta de mi departamento, deseando que este día llegara por fin a su final.